A pesar de ser el segundo jugador más importante en el esquema de San Antonio Spurs —en puntos, minutos, rebotes etc.—, LaMarcus Aldridge tiene la percepción de que no se cuenta con él en cancha tanto como se debería.
A pesar de haber dado un importante salto competitivo desde que cambió Trail Blazers por Spurs, la felicidad nunca ha llegado a extasiar a LaMarcus en su nuevo destino. Quiere mayor protagonismo, y eso se traduce en más balones.
«Una de las cosas que me gustaría para esta temporada, es que si yo, o Paul Gasol o cualquiera de los big men está corriendo la pista [al contraataque] y estamos desmarcados, espero un mayor énfasis por parte de nuestros compañeros a modo de: ‘Ok, miremos al poste'», ha explicado Aldridge para ESPN. «El año pasado, mirar al poste no fue precisamente lo que hicimos. Se apostaba por otras cosas».
Esto puede traducirse tanto en que los jugadores exteriores no han amortizado a sus colegas del frontcourt, así como que, quizás, Aldridge y cía no estaban a menudo en la posición idónea para sacar tajada del contraataque y de las posesiones verticales y rápidas.
“Fue un pensamiento o estrategia que llegó algo tarde [pedir el balón con antelación], pero quizás fue tanto culpa del resto del equipo como mía, porque yo no me veía con oportunidades reales de recibir la pelota. Así que quizás no corrí la cancha tan intensamente como debía hacerlo. Eso provocaba que no me buscaran con celeridad, y cuando ya reparaban en mí era demasiado tarde y perdíamos la ventaja. Pero este año vamos a poner un mayor énfasis en esto, voy a correr mucho mejor la pista y ellos van a estar atentos. Y todo va a funcionar mucho mejor».
Pérdida de galones
Aldridge, acostumbrado a ser durante años el eje principal en Portland, pasando todo el flujo de juego por sus manos, echa en falta ese puesto de referencia. Sus declaraciones recuerdan un poco a las que recientemente lanzó Dwight Howard, como principal alegato a su salida de los Hawks, pero en su caso, a Superman, no le avalaban los datos. El pívot terminó el año como Top-3 de la liga en balones recibidos al poste.
Aldridge, sin embargo, a pesar de mantener sus registros de efectividad (y experimentando una gran mejora en triples) ha visto como sus balones al poste han sufrido un receso del 30 por ciento desde su mudanza de Oregón a Texas.
El año pasado, Aldridge promedió 17,3 puntos y 7,3 rebotes en 32,4 minutos, sumando 14,6 lanzamientos por noche (mientras que en Portland estuvo, en sus dos últimos años, en la frontera de los veinte tiros por encuentro).