“No me gustó estar en Cleveland lejos de mi familia, aunque fueran cuatro meses”. La última experiencia profesional de Deron Williams fue en Ohio, bastante lejos de Texas, donde el base tiene a su familia y donde había prestado servicios a los Mavericks hasta que fue cortado en febrero de 2017 para unirse posteriormente a los Cavaliers.
“Los necesito en mi vida diaria para que funcione bien”, aseguró Williams a Bleacher Report sobre la prioridad que otorga a su familia y al estar con ella por encima de unirse a un equipo. Williams, de momento, no desea alejarse de ese núcleo ni repetir experiencias como la de Cleveland. “No quiero eso, por eso ahora mismo estoy sin equipo”
Williams tiene una hija en el colegio y otro con problemas de autismo, por lo que los suyos están por encima de cualquier franquicia. La proximidad a su familia es la clave. Una oferta que le permita conciliar el baloncesto y su vida personal sería el escenario perfecto. Y si se da, Williams está listo para ello. “Soy joven. Todavía amo el baloncesto y voy a seguir en forma por si surge la situación perfecta”.
Encajaría en cualquier sitio
A sus 33 años y con tres All-Star a sus espaldas, el base considera que no es especialmente exigente en cuanto a los aspectos deportivos para unirse a un plantel. “Puedo adaptarme a todo. Me gustaría jugar más de 10 minutos por partido. Ya lo he dicho, nunca quise ser un tipo que juega 8 minutos por partido y está anclado al banquillo. Ya he ganado suficiente dinero”.