Pasaron los focos de aquel par de noches en la NBA y a Andre Ingram no le quedó más remedio que regresar a su casa, a la G League, a los South Bay Lakers. Tras maravillar al mundo con su historia de perseverancia y firmar 19 puntos en su estreno en la NBA, allá por abril de 2018, cuando unos Lakers sin nada en juego premiaban a este anotador de 32 años y una década en la G League con un par de partidos en la elite, Ingram no encontró sitio en la liga y regresó a sus orígenes.
El máximo triplista de siempre en la G League se desenvuelve casi como quiere en esta competición. Sin embargo, la 2018-19 con los South Bay Lakers ha estado marcada para él por una lesión que le ha dejado fuera de la rotación algunos partidos.
Superados aquellos problemas que apenas le dejaron jugar en noviembre, ha encadenado una serie de actuaciones muy buenas, coronadas anoche con la canasta ganadora casi sobre la bocina para que los angelinos ganaran a los Santa Cruz Warriors, vinculado de Golden State (120-119).
El escolta, a pesar de firmar 6/7 en triples, su especialidad, decidió la velada con una canasta de dos puntos, para cerrar el choque con 24 puntos, su tope en este curso.