Lo adelantaba el periodista de NBC Sports, Monte Poole, a primera hora de la tarde: fuentes cercanas al asunto aseguraban que Kevin Durant tomaría parte en el quinto encuentro de las Finales de la NBA este lunes. Su vuelta estaba muy cerca, por fin. Y poco más tarde, lo confirmaba uno de los profetas más confiables de todo el universo insider; las fuentes con las que Adrian Wojnarowski había podido cotejar el entuerto también apuntaban a que Durant planeaba jugar el primer punto de partido para los Golden State Warriors este lunes.
Así que sí, esta mañana era solo una posibilidad creciente pero parece que se confirma, Kevin Durant estará en el Game 5 de las Finales 2019.
Eso podría expandir sobremanera el panorama del resto de la eliminatoria. El 3-1 de ventaja que los Toronto Raptors consiguieron en Oakland puede ser definitivo puesto que les basta un punto más para sumar el primer campeonato de su historia. Sin embargo, los Warriors con Durant en cancha pueden llegar a ser catalogados como un equipo casi imposible de vencer si está a pleno rendimiento. Nadie logró vencerles en playoffs en los dos últimos años con todo el plantel rebosando salud.
Quedó meridianamente claro que, pese a la narrativa que había acompañado a los Warriors en esta postemporada, no son lo mismo sin Kevin Durant. Los Raptors consiguieron aprovecharse de todos los contratiempos en el equipo de Steve Kerr para poner en jaque al campeón por primera vez en 2016.
Los cuatro partidos acaecidos hasta ahora sin Durant en pista se decantaron con solo una victoria californiana. Pese a que hasta las Finales había funcionado todo sin él, la baja de Klay Thompson destartaló todo y los Warriors no supieron ganar en casa. Volverá entonces KD sin estar recuperado de manera total, limitado, pero al rescate de un equipo que amenazaba con caer en cinco partidos. Quizá sea suficiente con medio Durant en pista. Quizá no dado el gran momento que atraviesa Toronto.
Para Toronto
Mirando la vuelta de Durant por el prisma contrario, tampoco el regreso debería ser razón para amilanarse en Canadá, pues KD disputó los dos encuentros que Toronto y Golden State dirimieron en temporada regular y el equipo de Nick Nurse sobrevivió a 51 y 30 puntos del jugador de los Warriors. De hecho, Durant colocó su pico anotador de la temporada ante los Raptors y aun así el equipo de la Bahía no pudo llevarse la victoria.
El contexto es diferente, claro, pues nada tiene que ver un encuentro de fase ordinaria a un partido en el que tu equipo se juega seguir vivo en las Finales. Así que la versión de Durant que podremos ver esta noche será una más arrugada a su prime pero cuidado a lo que pueda dar de sí. Son playoffs y es un partido de eliminación en las Finales, su ecosistema preferido.
Tendrá que sujetarle Kawhi Leonard (y viceversa); los antecedentes este curso se remontan a solo un partido en temporada regular en el que Durant hizo lo que quiso: 63 por ciento de acierto en tiros cuando fue defendido por Kawhi para irse a los mencionados 51 puntos.
De ese modo, casi la única razón para confiar en que los Golden State Warriors pudieran revertir la situación en estas Finales era la vuelta de Kevin Durant. Se producirá esta noche, lo que transforma la presentación del partido y de la serie. Siempre que KD vuelva mínimamente capacitado, los Warriors seguirán creyendo que son vigentes campeones.
(Fotografía de portada: Ezra Shaw/Getty Images)