Kemba Walker volvió a tener una noche complicada en el primer partido de las finales de la Conferencia Este ante Miami Heat. El base, pieza esencial en el esquema de Brad Stevens, evidenció nuevamente una preocupante falta de cierto en el tiro en la derrota de Boston por 117-114. Exactamente se quedó en un 6 de 19 en tiros de campo, incluyendo un 1 de 9 en triples. Con tales datos, no extraña que el point guard no terminase nada contento.
«Siendo honestos, estoy jugando horrible. No puedo decir mucho más, pero tengo que ser mejor. Tengo que tener un mejor rendimiento para este equipo a ambos lados de la cancha. Tengo que tomar mejores decisiones. En general, tengo que convertir los tiros que hago», comenta tras perder el Game 1.
La preocupación de Kemba –y alrededor de él– no es porque tenga un partido errático, sino porque desde hace tiempo parece haber perdido la puntería. Si contamos a partir del sexto partido frente a Toronto Raptors, el base de los Celtics se marcha a un doloroso 13 de 46 en tiros de campo (28,3%) así como a un no menos preocupante 3 de 22 desde la línea de tres puntos. Sí, es un gran volumen de lanzamiento para sacar tan nimio rédito.
Toca buscar soluciones
Si algo caracteriza a Miami y Boston es que son dos equipos que no se rinden. El primer asalto ha caído de lado de los de Florida, pero su rival piensa ya en cómo dar la vuelta a la situación. Cuestionado por lo visto sobre la cancha, Brad Stevens entiende que deben buscar formas para superar la defensa de los Heat, la cual a veces les dejó bloqueados en ataque.
«Tienen grandes atletas. Algunos de sus escoltas son capaces de mantenerse frente a cualquier por su longitud, y luego Bam está cambiando todo el tiempo en los pick-and-rolls. Es un defensor tremendo. Vamos a tener que pensar nuevamente mejores formas de atacar, especialmente al final de las posesiones. A veces éramos capaces de mover el balón, pero después nos quedábamos estancados», concluye.
(Fotografía de Mike Ehrmann/Getty Images)