Los Angeles Clippers ha doblado su apuesta. Pese a que la temporada pasada fracasaron, la organización angelina parece estar convencida de que marcha por el camino correcto; tanto es así que han cerrado la continuidad de Paul George con una extensión de contrato por cuatro años y 190 millones de dólares. Sí, el alero All-Star permanecerá en la organización hasta 2025 siendo uno de los jugadores mejor pagados de la NBA –la lista de este año–. Moviéndonos en tales parámetros, claro está que el compromiso –y la obligación– es mutua.
«Les debo un trofeo. Eso es lo que le debo a esta organización. Esa es la ventana en la que nos encontramos. Mi compromiso y mi trabajo serán para conseguir un título aquí», señala a los medios antes de recalcar lo mucho que los californianos dieron para conseguirlo en verano de 2019 (Shai Gilgeous-Alexander, Danilo Gallinari y cinco selecciones de primera ronda).
«Dejaron claro su compromiso por todo lo que enviaron a cambio de mí. Esto es un hogar. Quiero construir una base real. Respecto a mi legado, aquí es donde quiero dejar la huella más grande», sentencia.
Los Clippers han realizado este movimiento pese a que la primera temporada de George con ellos fue bastante irregular. En las primeras semanas del curso no pudo jugar porque se estaba recuperando de una cirugía en los hombros. Después mostró un buen desempeño para promediar 21,5 puntos y 5,7 rebotes con un 41,2 por ciento en triples. Todo parecía ir bien, pero en la burbuja de Orlando mostró su peor cara pasa bajar sus porcentajes hasta quedarse en un 33 por ciento en triples. Fue uno de los más señalados en la eliminación del equipo y admitió que durante su estancia en Disney World luchó contra una depresión.
¿Y Leonard?
Es el mayor interrogante que queda de cara al futuro del equipo. El dos veces MVP de las Finales puede ser agente libre sin restricciones en 2021, lo cual despierta una incertidumbre que los Clippers han atajado con Paul George. Sobre este asunto, el small-forward recién renovado espera que su compañero tome el mismo camino.
«La responsabilidad es hacerle sentir como yo me sentí cuando me comprometí con la extensión. Sabía dónde quería estar… Mi esperanza, responsabilidad y lo que me encantaría es jugar con él durante el resto de mi contrato, o el resto de su contrato… No pondré palabras en la boca de otra persona, pero tento esperanza. Es una de las personas con la que hablé y quería mantener informada», finaliza.
(Fotografía de Mike Ehrmann/Getty Images)