Dos años sin ver jugar a Klay Thompson… Se dice rápido, pero sigue doliendo. La estrella de los Warriors no disputa un partido desde el sexto de las Finales ante Toronto Raptors en junio de 2019. Han pasado 25 meses.
Dos gravísimas lesiones han frenado su meteórica carrera. Como decíamos, en las Finales sufrió un desgarro en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Tal dolencia suponía una temporada en blanco, algo asumido y aceptado con vistas a un regreso en plenas condiciones físicas. No fue así. Si en septiembre de 2020 asegurábamos que acababa de realizar su primer entrenamiento completo, dos meses después llegaba otro golpe enorme: rotura del tendón de Aquiles y adiós también al curso 2020-21.
Thompson ha señalado 2020 como el peor año de su vida. No le falta razón repasando los hechos, pero con el actual curso casi finiquitado (solo falta conocer el campeón) llega el momento de centrar la mente una vez más en volver a las canchas. Justo sobre eso ha hablado Steve Kerr con Anthony Slater en The Athletic. El head coach no establece cronograma alguno para su jugador, pero sí recalca que la recuperación va por buen camino.
«Aún no trabaja con contacto, pero está comenzando a moverse realmente sobre la cancha. Todavía está lejos de jugar en un cinco contra cinco, pero supone un gran paso para una lesión de Aquiles cuando puedes empezar a correr de nuevo. Es un gran impulso psicológico. El resto del cuerpo se pone en marcha, comienzas a sentir dolores y molestias que te hacen sentir bien después de haber estado fuera por un tiempo. Se encuentra justo en ese punto», explica el técnico.
Sin haber dado pista alguna sobre cuándo podría volver a la acción, todo lo que sabemos es que se espera que ese momento se produzca en los primeros compases de la próxima temporada. Por ahora no hay un calendario fijado, y es seguro que Golden State no se precipitará los más mínimo para hacerle jugar tras haber sufrido la rotura del tendón de Aquiles.
(Fotografía de Ezra Shaw/Getty Images)