El entrenador jefe de los Knicks, Tom Thibodeau, decidió sentar a todos sus titulares durante el último cuarto en la pasada derrota ante los Milwaukee Bucks. Los neoyorquinos fueron a remolque durante toda la noche, y solo la segunda unidad pudo devolverles al encuentro.
Thibs decidió mandar al banquillo a Kemba, Fournier, Barrett, Randle y Robinson en el minuto dos del tercer periodo, y solo regresó Randle en sustitución de Obi Toppin durante el tramo final. La diferencia entre ambos equipos fue abismal, de acuerdo a los datos aportados por Tommy Beer del medio Forbes.
Con el quinteto Kemba, Fournier, Barrett, Randle y Robinson:
- 47,9% en tiros de campo permitidos a Milwaukee.
- 42,5% en triples permitidos a Milwaukee.
Con el quinteto Rose, Burks, Quickley, Toppin y Gibson:
- 38,9% en tiros de campo permitidos a Milwaukee.
- 26,5% en triples permitidos a Milwaukee.
«Simplemente no jugaron bien», señaló Thibs. «Eso es todo. Tenemos que resolverlo. Y ahora mismo estamos jugando bien como visitantes y mal como locales. Lo cual es algo inusual. Así que tenemos que solucionarlo», destacó.
La segunda unidad de los Knicks cosechó una racha de 29-7 para fulminar una ventaja de 24 puntos que cosecharon los Bucks guiados por el reserva Pat Connaughton.
«Ya sabes lo que dicen. Solo llevamos 10 partidos, y necesitas al menos 20. Y cuando dices 20, necesitas 30. Y a los 30, los 40. Y entonces se termina la temporada. Todo eso son chorradas», explicó Thibs.
Los datos defensivos con Kemba y Mitch Robinson están siendo sangrantes. Según aporta Gonzalo Vázquez, con el base reflejan un acumulado de -54 puntos; y con Mitch -29 puntos. Sin embargo, todo lo contrario sucede con Rose en pista (+89); con Quickley (+54) y Obi Toppin (+50).
(Fotografía de portada: Stier/Getty Images)