Una de las principales peculiaridades de los playoffs es que cualquier mínimo detalle, obstáculo o imprevisto puede modificar por completo el panorama de una serie y descarrilar el éxito de un equipo.
Este jueves, los Phoenix Suns recibieron un duro mazazo después de que una resonancia magnética confirmara que una distensión en el tendón de la corva mantendrá en el dique seco a Devin Booker entre dos y tres semanas como mínimo.
Esto significa que, por mucho que se alargue la eliminatoria ante New Orleans Pelicans, el escolta se perderá lo que resta de la misma. No solo eso, sino que su participación en Semifinales de Conferencia también corre serio peligro en el caso de que los Suns se deshagan de los de Willie Green. De momento, el casillero reparte un triunfo para cada equipo.
Hasta el momento de su lesión, Booker había confirmado su condición como principal catalizador y ejecutor ofensivo de los de Arizona. 25 puntos en el Game 1 y otros 31 en la primera mitad del segundo antes de que su pierna derecha dijera basta. Tanto cuerpo técnico como jugador tendrán que incidir en ello pues esta es ya la quinta lesión que sufre en el tendón de la corva –sea el derecho o el izquierdo– desde octubre de 2018.