La NBA anunció este martes una suspensión de un año y diez millones de dólares a Robert Sarver, actual propietario de los Phoenix Suns y de las Phoenix Mercury de la WNBA, por promover un ambiente de trabajo hostil, vejatorio, misógino y racista en el seno de la organización de la cual es dueño desde 2004. Esta resolución tuvo lugar después de que la competición contratase al bufete de abogados ‘Wachtell, Lipton, Rosen & Katz’ para investigar las denuncias de racismo y misoginia de Sarver recogidas en un artículo escrito por el periodista de ESPN, Baxter Holmes, en noviembre de 2021.
Ya en esta pieza aparecían declaraciones de varios testigos directos de los abusos del propietario. “El nivel de misoginia y racismo está más allá de los límites. Es vergonzoso como dueño”, afirmó entonces un co-propietario de los Suns. Una línea de pensamiento compartida por un antiguo ejecutivo. “No hay nada que puedas decirme sobre él desde un punto de vista misógino o racial que me sorprenda.”
Recibida esta denuncia, la NBA emprendió una investigación que se extendió durante diez meses de manera minuciosa y concienzuda: se entrevistó a alrededor de 320 personas –entre ellos, cerca de 150 antiguos empleados, doce co-propietarios y al propio Sarver– y se revisaron más de 80.000 recursos entre mensajes, correos electrónicos, vídeos y documentos. Los Suns colaboraron en todo momento con la investigación, que también incluyó la revisión de documentos personales del propietario.
El resultado ha sido un informe de 36 páginas publicado por la NBA en el que han quedado documentadas una larga lista de transgresiones y abusos por parte de Sarver. La investigación describió las oficinas de la organización como un lugar de trabajo hostil, encabezado por Sarver –pero promovido también por otros ejecutivos–, discriminatorio, ofensivo y denigrante con los empleados.
“Sarver creía que las normas del entorno laboral no se aplicaban a él y veía las convenciones comunes sobre qué lenguaje utilizar y qué conductas evitar como un desafío”, recoge el informe. El mismo señala que los testigos afirman que las acciones del dueño de los Suns a menudo parecían tener la única intención de provocar una reacción en los empleados, ya fuera avergonzándolos o ratificando su dominio sobre ellos.