El arranque de temporada ha sido especialmente inusual en Cleveland. Después de situarse en lo más alto de la Conferencia Este al ganar ocho partidos consecutivos, los Cavaliers han perdido fuelle y acumulan cinco derrotas en los últimos cinco partidos.
El último tropiezo, a manos de Milwaukee Bucks, obligó al técnico J.B. Bickerstaff a completar una larga charla con el equipo en el vestuario tras el partido. Posteriormente, el entrenador de los Cavs compartió que el objetivo de la improvisada reunión señaló a despertar el carácter de sus jugadores y hacerles entender la necesidad de ser mentalmente fuertes para cumplir los objetivos establecidos.
«Hemos tenido una especie de mentalidad de auto-complacencia», afirmó Bickerstaff. «Ganamos ocho partidos seguidos y todo el mundo nos estaba elogiando y dándonos amor. Nos hemos acomodamos. Sin embargo, seguimos siendo ese equipo que ganó esos ocho partidos. Somos un muy buen equipo de baloncesto. Se trata de madurar y crecer como un equipo. Como un todo.»
Así, Bickerstaff recalcó la necesidad de recuperar los valores colectivos y mantener el enfoque necesario para luchar por el éxito. «Ningún jugador por sí mismo lo va a hacer. Dos muchachos no lo van a hacer. Se trata de entender la diferencia entre ser el tipo que persigue, el tipo que es perseguido y lo difícil que es ganar en la NBA. Tienes que estar ahí todas las noches. Desafortunadamente, todavía estamos aprendiendo eso. Se reduce todo a la mentalidad. Esa mentalidad cómoda y complaciente. No puedes tener éxito en esta liga jugando de esta manera.»
Tras esta reprimenda, los Cavaliers tendrán una buena oportunidad de romper su racha negativa cuando reciban este viernes a unos maltrechos Charlotte Hornets.
(Fotografía de portada de Stacy Revere/Getty Images)