Los 3-0 que llegaron al Game 7

Los Boston Celtics se están enfrentando en estas Finales del Este tanto a los Miami Heat como a la historia. Cuando todo apuntaba a una barrida para los de Florida, el cuadro de Mazzulla ha sacado fuerzas de flaqueza y ha conseguido convertirse en el 15º equipo en forzar un Game 6 tras empezar la eliminatoria perdiendo por 3-0. El grupo es sin duda selecto, pero no tanto como el de los equipos que lograron estirar algo más sus series.

Nadie ha remontada nunca un 3-0, pero en tres ocasiones se llegó a rozar dicha proeza, dando a los Celtics tres precedentes a los que aferrarse cuando salten mañana al parqué del Kaseya Center. Tres motivos para creer que la serie puede volver a Boston. Tres historias épicas con finales tristes que deberán tratar de emular cambiando el desenlace.

Rochester Royals-New York Knicks, 1951

Con la liga aún en pañales, quizás los presentes no terminara de valorar lo extraordinariamente complejo que era lo que estaban presenciando en ni más ni menos que unas Finales de la NBA. Con dos victorias cómodas en casa y un trabajado triunfo a domicilio, los Royals se veían ya con el título de campeones en la vitrina, y aunque fue allí donde la copa acabó, no lo hizo de forma tan sencilla. Los Knicks les devolvieron los tres golpes consecutivos para forzar el primer Game 7 de la historia de las Finales, pero, en un duelo muy parejo, acabaron cayendo por 79-75 y quedándose a las puertas de una proeza que, 72 años después, sigue sin haberse materializado.

Utah Jazz-Denver Nuggets, 1994

Más de cuatro décadas hicieron falta para volver quedarnos a las puertas de la mayor de las remontadas, y de hecho el contexto invitaba a pensar que, si había unos playoffs para vivir lo imposible, eran los de 1994. Los Denver Nuggets acababan de convertirse en el primer octavo clasificado en derrotar al líder de su conferencia y pasar a la segunda ronda en la historia de la liga, pero los Jazz no estaban dispuestos a dejarse sorprender en las semis de conferencia. Los de Salt Lake City hicieron valer su factor cancha en los primeros partidos y, tras una peleada prórroga, pusieron el 3-0 en el global, pero no fueron capaces de rematar la faena en un Game 4 que se les escapó por un solo punto. Y que estuvo a punto de costarles muy caro.

Y es que los Nuggets se agarraron a la épica en un quinto partido que se resolvió tras dos prórrogas y que confirmó que los de Colorado estaban decididos a firmar la postemporada más improbable jamás vista. La ilusión creció tras el triunfo en el sexto duelo, pero al padre de todos los underdogs le tocó despertar en el Game 7, en el que cayó por 91-81 pero no sin dejar una historia digna de ser contada.

Dallas Mavericks-Portland Trail Blazers, 2003

El ejemplo más reciente lo encontramos en la primera ronda del Oeste de 2003, en la que, comandados por un increíble Nowitzki que superó los 40 puntos en dos de los primeros tres encuentros, Dallas parecía tener todo bajo control y haber reservado ya el billete para la segunda ronda. Fue entonces cuando Zach Randolph tomó el testigo al alemán como dominador de la serie y guio a los Blazers a tres triunfos, dos de ellos más que contundentes, que metieron el miedo en el cuerpo texano haciéndoles temer la posibilidad de convertirse en los primeros en protagonizar el mayor colapso posible.

Pero Dirk se negó. Como en los dos casos anteriores, Portland nadó para acabar desfalleciendo en la orilla, no obteniendo la recompensa en forma de pase a la segunda ronda pero sí logrando el honor de ser el último equipo que comenzó una eliminatoria con un 3-0 en contra y que logró forzar un Game 7. El último… por ahora.

(Fotografía de portada: Ronald Martínez/Getty Images)


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