Previa NBA 2024-25: San Antonio Spurs

Previa de la temporada NBA 2024-25 de San Antonio Spurs. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros ...

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Por David Sánchez

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Previa de la temporada NBA 2024-25 de San Antonio Spurs. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

San Antonio Spurs

La plantilla

  • Movimientos en el mercado: Salida de Cedi Osman; llegadas de Chris Paul, Harrison Barnes, Malachi Flynn y Sandro Mamukelashvili.
  • Backcourt: Chris Paul, Stephon Castle Keldon Johnson, Devin Vassell, Tre Jones, Blake Wesley, Malachi Flynn, Malaki Branham, Sidy Cissoko.
  • Frontcourt: Victor Wembanyama, Harrison Barnes, Jeremy Sochan, Julian Champagne, Zach Collins, Sandro Mamukelashvili y Charles Bassey.

Así encaran la temporada

Sorprende observar que los San Antonio Spurs han logrado el mismo número de victorias en dos campañas consecutivas. Veintidós triunfos en ambas a pesar de haber sumado en la última a uno de los veinte o treinta mejores jugadores del mundo. Por poner un número con el que no pillarse los dedos o herir sensibilidades. Puede achacarse esto a la presencia veterana de la 22-23 de la que carecieron en el último curso. Jugadores como Jacob Poeltl, Devonte’ Graham o Josh Richardson. Sin embargo, la explicación es tan simple como mirar al propio Victor Wembanyama. Y es que su metamorfosis y evolución a lo largo de la temporada sirven para reflejar a la perfección que 19 de los 22 triunfos del equipo texano llegasen ya en 2024 y once de ellos pasados el All-Star.

El 8 de diciembre fue el primer día que Gregg Popovich decidió colocar a Wemby como cinco en solitario y el punto de inflexión para dejar de ver a Jeremi Sochan como base. Rol que incomprensiblemente (o no tanto) ocupó en el primer tramo de campaña. A partir de entonces la temporada de los Spurs comenzó a cobrar sentido en base a los parámetros que debería de haber seguido desde el principio: empezar a escudriñar qué tipo y calibre de talento era Wembanyama. Para descubrir sin zozobras que es todo lo que se proyectó y un poquito más.

Sus condiciones e histórica temporada como rookie abren un dilema en el seno de los San Antonio Spurs, que se ven obligados a tomar decisiones para competir ya en el corto plazo sin haber tenido el tiempo suficiente de acumular piezas de traspaso y en un momento raro en lo que se refiere a la agencia libre. Divino problema que dirían quienes esperan una vida para hacerse con un jugador como el francés.

Veteranía para tapar agujeros

Evidentemente, de aquí en adelante la cosa tratará única y exclusivamente de rodear a Wemby de la mejor manera posible. Al ser un jugador que apunta a cubrir todo el espectro del juego como quizás nunca hayamos visto, la tarea simplemente consiste en ir rellenando las carencias que el equipo tiene con independencia (toda la que sea posible) del gigante galo. Y desde hace ya un par de temporadas estos déficits venían muy marcados por la falta de un director de juego y de tiro exterior (tercer peor porcentaje de acierto la pasada temporada regular). Chris Paul y Harrison Barnes no solo apuntan a dar forma a un conjunto falto de talento ya asentado en la liga, aportando una experiencia y profesionalidad que bien hace falta. También se enfocan precisamente en los dos debes comentados.

En su corta etapa en Golden State se ha visto a un Paul cómodo en situaciones de generador secundario. Ya las vivió al lado de Devin Booker y James Harden anteriormente, pero la edad le empuja a ser aún más económico con el balón y ser más ventilador de juego que amasador de balón. Es decir, que más que manipular defensas como ha hecho toda la vida, su valor más relevante a estas alturas es alimentar las ventajas que genera su entorno. Por nivel puro, quizás el actual CP3 se quede lejos de lo que necesitan los Spurs para el base titular de su proyecto. Pero por forma es el compañero ideal de un Wemby que aún no sabe quién es (detallo esto más adelante).

Stephon Castle, que viene de una UConn de demoledor poder colectivo, parece el tipo de exterior al que Paul hace dar tres pasos donde solo cabe uno. Aunque lo visto en Summer League apunte a los mismos problemas que el equipo ya tiene en ataque estático.

Por su parte, Barnes viene de anotar un 38% en triples tras recibir y un 41% tras bote, aunque con poco volumen (es un especialista tras fintar y recolocarse). Los 4,7 intentos que promedió el pasado curso es una cifra notable, pero se daban en un contexto lleno de tiradores como es el de los Kings. Gregg Popovich no es demasiado amigo de elevar el volumen de triples, pero Barnes debería elevar sus lanzamientos por partido en un conjunto tan falto de lanzamiento exterior a pies parados. Acercarse a los seis por partido sería buena señal de la salud del ataque a media pista de los Spurs, y su porcentaje de acierto se ha mantenido de forma constante a lo largo de su carrera. Sobre todo si intenta más desde las esquinas, donde dejó 1,7 por encuentro con un 39% de acierto.

Grano y paja

Dicho todo esto, y a pesar de que el equipo es a todos ojos superior al del curso pasado, los Spurs siguen teniendo pocos jugadores con talento de titular en la NBA. Empezando por el propio Chris Paul, que en un equipo de play-in como los Warriors disputó su cifra más baja de minutos de carrera comenzando tan solo 18 partidos de inicio. Ni siquiera Keldon Johnson, uno de los jóvenes más prometedores de esta última etapa en el equipo texano, mantuvo su puesto en el quinteto inicial el curso pasado. Aunque sí es un elemento útil de plantilla como anotador de apoyo con una concepción del juego algo mayor que el microondas estándar.

Las únicas certezas, pues, resultan en el propio Wembanyama, Devin Vassell, Paul (con el asterisco mencionado de la edad y el físico), Barnes y Tre Jones, cuyo reparto de minutos con CP3 será interesante ver. Jones fue el jugador que mejor entendió lo que necesitaba la estrella francesa y el único director de juego real con el que ha contado la plantilla en los dos últimos años. Lo cual lleva inevitablemente al gran interrogante de la plantilla: Jeremi Sochan.

El alero comenzará su tercer año en la liga con más dudas que certidumbres. Al menos el pasado curso sirvió para dejar claro lo inviable que resulta colocarle como manejador, rol que intuyó poder representar en su última etapa con la Universidad de Baylor, pero para la que le faltan demasiadas cosas a nivel de velocidad gestual y percepción del juego.

Sochan es, en potencia, un jugador tremendamente útil como defensor moderno y conector en ataque. Viene a la mente un prototipo entre Jarred Vanderbilt y Larry Nance Jr. Jugadores tremendamente versátiles atrás y con recursos ofensivos para sobrevivir en un sistema bien engrasado, pero también limitados por su poca incidencia exterior y falta de creación desde el bote a media pista. Básicamente el tipo de jugador que, llegados los playoffs, toca plantear si son viables en pista. Queda mucho para descubrir si Sochan es o no es ese perfil, pero lo visto hasta ahora amenaza con descarrilarle a poco el equipo se acerque a esa meta que es la postemporada y que con Wemby debería acelerarse.

En conclusión, por elevada que sea la excitación alrededor de San Antonio de cara a la temporada entrante, estas expectativas parten únicamente de lo individual. De una figura que tape carencias como recientemente solo hemos visto en un talento tan precoz como Luka Doncic. Y el peligro de que el árbol no deje ver el mustio bosque que tiene detrás.

El jugador a seguir

Como hablar de los Spurs es sinónimo de hacerlo de Victor Wembanyama, toca hablar aquí en clave totalmente particular. Porque si el francés levanta admiración es, sobre todo, porque aún no sabemos quién es. En su primera temporada se le ha visto hacer prácticamente de todo. Pero sin dejar atrás la sensación de que aún queda todo por ver.

El debate pues se dirige a discernir qué posición acabará ocupando Wemby una vez asiente su carrera. Antes de llegar a la liga los que habían seguidos sus pasos previos hablaban de un tres casi sin matices. Sin embargo, su rendimiento se disparó como único hombre alto del quinteto. Especialmente en defensa, donde logró quedar segundo en la votación del Defensor del Año gracias a la infinita cobertura que ejerce patrullando como interior en solitario.

Es precisamente en el apartado defensivo donde es más fácil encasillarle, aunque no exista jaula para un jugador capaz de liderar la liga en tapones y porcentaje permitido en las inmediaciones del aro mientras puede defender a siete metros del mismo. Lo intuido solo en el primer curso es algo así como imaginar el cruce entre Bam Adebayo y Rudy Gobert con un mejor equipaje para la defensa de bestias como Nikola Jokic, Giannis Antetokounmpo o Joel Embiid.

Ahora bien, en ataque la categorización resulta imposible y lo fácil es decir que Wemby lo es todo a la vez. Que puede acudir al pick-and-roll como bloqueador y manejador; que es una trituradora de cambios defensivos desde el poste, que puede distribuir o ejecutar o todo a la vez. Todo ello siendo el hombre más alto de la liga. Y, aunque la versatilidad extrema no precise novedad en una era de Antetokounmpos y Anthonys Davis, lo que hace especial a Wemby es la naturalidad con la que fluye entre todas sus virtudes. Pues parece necesitar un simple estímulo visual en la defensa para variar su acercamiento al juego con la suavidad de la seda.

De ahí que el perfil que representa el actual Chris Paul sea el ideal para él. Porque no hay nadie tan capacitado intelectualmente para alimentar todas las facetas del genio al mismo nivel. Sergio Rabinal, periodista de Gigantes del Basket, a menudo apunta al error de concepción de pensar en Wemby como un cinco y querer arroparle de un base que aglutine ingentes cantidades de balón como ha llegado a rumorearse con Trae Young. Una idea que comparto plenamente hasta que no descubramos quién es Victor Wembanyama en toda su expresión. Lo excitante, claro, es que quizás nunca lo lleguemos a escudriñar del todo.

Previa NBA 2024-25 San Antonio Spurs, el pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2024-25.

Comienzan a ponerse complicadas las cosas con esto de los pronósticos. El Oeste, para no variar, es indescifrable. Dar una posición estimada a casi cualquier franquicia no deja de ser un brindis al sol. De sobra veo capaces a doce equipos de pelear por playoffs o play-in. Entre ellos no meto a los Spurs. Me intriga todo lo que puede elevar el techo de este conjunto Wembanyama, pero no me inspira mucha confianza el acompañamiento. Faltan muchos efectivos como para considerar que en San Antonio puedan ponerse el play-in del Oeste como objetivo.

  • Balance: entre 26 y 32 victorias.
  • Posición: 13º del Oeste.
  • El máximo al que aspiran: pelear por el play-in hasta abril.
  • Si se tuercen las cosas: 25 victorias.

Anterior equipo: Portland Trail Blazers. Próximo equipo: Toronto Raptors.

(Fotografía de portada de Steph Chambers/Getty Images)

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