Hay muchos momentos en los que no, pero cuando es sí, los Miami Heat son otro equipo. Eso ocurrió anoche con la organización de Florida recibiendo a Dallas. Jimmy Butler se echó el equipo a las espaldas para firmar hasta 33 puntos, incluyendo la canasta que forzaba la prórroga –muy mal la defensa de los Mavs– y otras dos acciones que terminaron por dar el triunfo a los suyos por 123-118.
Butler, como en sus mejores momentos a nivel físico, chocó una y otra vez con la defensa rival para convertir casi cada canasta en una batalla de la que salía victorioso; y sí, tampoco faltaron las que además estuvieron revestidas de épica, como una en el último cuarto que metió tras un inverosímil rectificado tras toparse con Dereck Lively II. En total firmó un 11 de 17 en tiros de campo que acompañó con un 11 de 16 en tiros libres. Además, aportó 9 rebotes, 6 asistencias y 2 tapones.
Butler hizo de todo para ganar y lo consiguió, pero para nada fue sencillo. El partido ante los Mavs estuvo igualado desde el primer minuto y nadie pudo alcanzar los 10 puntos de ventaja. Llegados al tiempo extra, los de Erik Spoesltra no concedieron una sola canasta (ni punto) en los tres último minutos para que la victoria se quedase en casa.
El mejor Butler coincidió con un Tyler Herro muy desacertado (8 de 25), pero con un Bam Adebayo logró un doble-doble de 19 puntos y 11 rebotes. Ya desde el banquillo, Alec Burks se iría hasta los 15 puntos, mientras que Pelle Larson logró otros 14.
Esperando a Doncic
Una noche más Dallas estuvo sin Luka Doncic. El esloveno aún se está recuperando de una lesión de muñeca y por ahora le toca a otros tirar del carro. Contra Miami Kyrie Irving lideró el ataque con 27 puntos, mientras que P.J. Washington logró 21 y Naji Marshall sumó otros 20 desde la segunda unidad. No estuvieron mal en ataque, pero los errores defensivos se siguen sucediendo; es más, la canasta de Butler para forzar la prórroga mucho tuvo que ver con una nueva confusión entre los jugadores de los Mavericks. Dar un paso al frente en esa faceta del juego es esencial para los de Jason Kidd.
(Fotografía de Rich Storry/Getty Images)