Ayer Los Angeles Lakers rompieron un poco el hielo del mercado enviando a DÁngelo Russell y tres segundas rondas a Brooklyn a cambio de Dorian Finney-Smith. Un 3&D que la plantilla pedía a gritos por un sexto hombre que, estando bien, facilitaba muchas cosas en ataque, pero que rompía un poco con el ritmo ofensivo general.
Sin embargo, parece que Rob Pelinka aún no está saciado y su objetivo es dotar a LeBron James, que hoy cumple 40 años, de una pequeña ventana de anillo. La que probablemente sería la última de su carrera. Jovan Buha, uno de los periodistas más cercanos a la franquicia, escribe hoy en The Athletic que Finney-Smith era el plan principal, pero que se seguirán buscando retoques.
Sin prisa, pero sin pausa
Tampoco tendrán prisa los angelinos, que quieren comprobar el impacto que pueda tener su nuevo fichaje en el equipo. En el horizonte, ideas para sacar rédito de jugadores como Jackson Hayes, Christian Wood, Gabe Vincent o Max Christie. Jarred Vanderbilt está justo en el límite entre la utilidad deportiva o comercial. Siendo la primera evidente, su salud hace pensar en buscarle una salida.
Además de todo eso, Pelinka cuenta con tres primeras rondas: 2029, 2030 y 2031; aunque solo puede traspasar dos de ellas. En verano, con la llegada de J.J. Redick, Jeanie Buss y su presidente de operaciones dijeron que su fichaje iba encaminado a sacar jugo del núcleo joven del equipo. Lo cual arroja sombras sobre hasta qué punto está dispuesto Pelinka a seguir soltando elecciones de primera ronda.
(Fotografía de portada de Jayne Kamin-Oncea-Imagn Images)