Ja Morant y tres (hipotéticos) destinos

El desplante en el vestuario puede haber abierto una brecha irreparable entre Memphis Grizzlies y Ja Morant. ¿Lo suficiente para plantearse el traspaso antes de primavera?

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Por Enrique Bajo

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No ha sido una vez, ni dos ni tampoco tres. Ja Morant lleva años tentando a la suerte. Y en algún momento el cántaro ha de romperse de tanto ir.

La NBA le perdonó. El pueblo le indultó. Y Memphis le esperó. Pero como a Thomas Anderson, todo lo que hace el ’12’ le conduce irremediablemente a volver a la Fuente.

Con la duda de si esta vez, Zion podrá ser reconstruida de nuevo.

No estamos ante algo irreparable, desde luego, para la NBA en su frío macrocosmos, a la que hemos visto ignorar, banalizar y perdonar cosas mucho peores. Pero sí podemos estar asistiendo al final de la relación entre Morant y la que ha sido su única camiseta en sus seis años (que no temporadas) en la liga: la de los Memphis Grizzlies.

Su relación atraviesa (y esto es decir mucho) su momento más delicado, no por el hecho aislado en sí, sino como enésima gota de un vaso que ya rebosa. Todo se precipitó el pasado fin de semana tras una derrota ante los Lakers en la que Morant firmó un partido muy flojo (8 puntos, 3/14 en tiros) y, sobre todo, una actitud pasivo-agresiva que llamó la atención.

Después del encuentro, el jugador se negó a responder las preguntas de la prensa del modo habitual, recurriendo a una frase comodín: «Go ask the coaching staff», descargando sin remilgos contra el cuerpo técnico antes de pasar directamente al descabello: «Según ellos, probablemente no debería jugar. Ese fue básicamente el mensaje que me han transmitido».

Un día después, la franquicia lo suspendió con un partido por “conducta perjudicial para el equipo”.

Según Shams Charania (ESPN), el conflicto estalló tras un enfrentamiento con el nuevo entrenador Tuomas Iisalo, quien habría criticado públicamente su liderazgo y falta de esfuerzo, a lo que Morant habría respondido de forma “inapropiada y despectiva”, lo que terminó desembocando en el patetismo y sanción de arriba.

El problema, vemos, parece ir bastante más allá de un simple roce: Morant no está cómodo con el sistema ni con su rol en las rotaciones, y en Memphis preocupa que la tensión acabe por quebrar del todo la relación.

La oportunidad de pescar a buen precio

Y los buitres, ya, arremolinándose a los pies del cadalso: varios equipos, según Charania, ya están siguiendo de cerca la situación ante posibles sirenas de traspaso.

Con dos años más de contrato y casi 125 millones de dólares pendientes de cobro, cualquier operación estaría limitada por el tope salarial y el primer apron (195 M), lo que complica la ingeniería financiera del mega traspaso.

Algo que dado el producto en cuestión –fallar más que nunca desde el triple, una madurez discutible y una actitud reprochable no basta para devaluar a un Morant de 26 años que no es All-Star desde 2023– no reduce a cero la nómina de interesados.

Y Liam McKeone, de Sports Illustrated, ya juega con tres destinos en los que podría encajar. Vamos con ellos:

Miami Heat

La opción más lógica.

Tras la salida de Jimmy Butler, el equipo busca una nueva estrella para acompañar a Bam Adebayo (Herro y Powell se quedan cortos).

En Florida cuentan con contratos interesantes (el propio Herro, Andrew Wiggins, Simone Fontecchio…) y algunas primera rondas para ofrecer. Y está Pat Riley quien pocas veces se arruga a la hora de lanzarse (con mayor o menor éxito) a por los grandes nombres del mercado.

El reto, indica McKeone, sería encajar a Morant en una ofensiva diseñada por Noah LaRoche, precisamente uno de los asesores que tuvo en Memphis y con quien no terminó bien la cosa cuando se cargaron a Tylor Jenkins.


Brooklyn Nets

¿Alguien ha pedido una cerilla para un barril de pólvora?

Si algo sobra en Brooklyn son jóvenes interesantes. Y si algo falta, es un mentor. ¿Qué podría salir mal?

Todo, pero así de maravillosas, paradójicas y contraintuitivas son las cosas. Morant en los Nets podría funcionar bien para ambos. Un destino ideal para un “buy low”: un entorno donde regenerar la carrera de Morant en un entorno sin presión inmediata.

A cambio, Memphis podría recibir jóvenes, defensa (Nic Claxton) y Michael Porter Jr. para equilibrar su núcleo alrededor de Jaren Jackson Jr.


Sacramento Kings

A primera vista, tiene aún menos sentido que lo de Brooklyn. Y justo por eso puede que tenga todo el sentido del mundo en Sacramento (que ayer, por cierto, ganaron a los Bucks en un partidazo).

Con muchas rondas disponibles, Sacramento podría ofrecer un paquete con veteranos anotadores y futuro, algo atractivo si Memphis opta por tratar de volver competir desde ya.

¿Cómo de loco sería incluir a Domantas Sabonis dentro del acuerdo?

Otras alternativas menos probables

Destinos como Orlando, Indiana, Washington, New Orleans o Utah podrían tantear el mercado y llamar a la puerta si el precio cae de más, pero la combinación de salario, riesgo y antecedentes personales de Morant, hacen que pocos se atrevan a pujar fuerte por un base que depende tanto de su despliegue físico como de sus ganas de aplicarlo.

Si el pulso con Iisalo continúa, eso es seguro, podríamos ver como se agita enérgicamente el avispero antes del All-Star Weekend.

(Fotografía de portada de Cary Edmondson-Imagn Images)

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