Es una noticia sorprendente. Allá por 2021, cuando Phoenix Suns disputó las Finales y posteriormente ganó hasta 64 partidos, hablar de Devin Booker era hacerlo de una estrella establecida en la NBA, una que se veía en pleno crecimiento y que ya había quien vislumbraba en la pelea por el MVP. Pues bien, Booker se cayó –como se suele decir– con todo el equipo.
Malas decisiones de la gerencia y la imposibilidad de brillar en un contexto en el que no estaba nada claro qué debía hacer cada uno sobre el parqué, hicieron caer en picado el estatus del guard en la NBA. Hablamos de la transición entre Chris Paul y Kevin Durant, entre el casi y el más absoluto desastre –no por culpa de KD–.
El proyecto al que dieron forma en Arizona con el fichaje de Durant se acabó traduciendo en error –más bien la forma de rodear a tal fichaje–. Es cierto que en los playoffs de 2023 cayeron en segunda ronda por 4-2 ante los Denver Nuggets, a la postre campeones, pero a partir de ahí fueron cayendo en picado y en 2025 ni entraron en play-in; todo ello mientras Booker se iba apagando. Pues bien, ahora ha vuelto.
Los Suns han vuelto a ser su equipo, y se nota. Maneja el balón, ordena en pista, baja el culo en defensa… Estamos viendo quizás la versión más madura y efectiva de un Booker que está en estos momentos en el mejor promedio anotador de su carrera, 28,5 puntos por noche, pero sin forzar lo más mínimo; tanto es así que también está en el porcentaje más alto de su carrera en tiros de campo (50 por ciento).
Anoche, recibiendo a unos debilitados Indiana Pacers, no tuvo problemas para dominar el partido e irse hasta los 33 puntos en 28 minutos para ayudar a que los suyos se llevasen el triunfo por un aplastante 133-98, el cual supone el quinto consecutivo del equipo.
¿Es un rendimiento sostenible en el tiempo?
Esa es la gran duda. Booker puede firmar todo un curso a excelso nivel, pero ver a los Suns arriba en la Conferencia Oeste es otra historia. Necesitan que varios factores les acompañen, como que las lesiones no aparezcan. Pero ojo, que son séptimos con un balance de 8-5 y solo han podido contar en un partido con Jalen Green, quien llegó a cambio de Durántula. Como poco hay que mantenerse atentos a su progresión en la temporada.
(Fotografía de Allan Henry-Imagn Images)
