Aparentemente a LeBron James se le hizo tarde y el tráfico iba a impedir que llegara a tiempo al concierto de Jay-Z y Justin Timberlake, por lo que decidió hacer uso de su influencia y pedir a la policía que le escoltase hasta el evento. También tuvo la idea de publicar el vídeo del desplazamiento en Instagram, cosa que no ha gustado demasiado a otros ciudadanos que pagan impuestos y tienen que lidiar con el trafico como el resto de los mortales.