Nunca un protector facial ha dado tanto que hablar. Primero que si la NBA obligó a LeBron James a cambiárselo porque era demasiado oscuro. Cuando lo hizo por uno más transparente, fue ya el propio jugador quien acabó por quitárselo. Y ya no se lo va a poner más.
Antes de la derrota que sufrieron ante los Bulls, el alero señaló que ya no sería más un «hombre enmascarado». Y es que había decidido que ya no usaría más el protector de su fractura en la nariz, incluso a pesar de que no le habían dado el alta médica para ello.
¿El motivo de tal imprudencia? La incomodidad que le crea a LeBron en sus sensaciones durante los partidos. O al menos eso es lo que ha esgrimido para explicar que ya no lo vaya a usar más: «No es algo cómodo».
Cuatro partidos le ha durado la máscara a LeBron. De acuerdo a las informaciones provenientes de South Florida Sun-Sentinel, aún debería quedarle una semana más llevándola, con lo que está expuesto a una recaída propiciada por algún golpe en la zona.