En los comentarios de la primera entrega hubo gente que no leyó el ‘VOL. I’ del título. Esto va a ser una trilogía, así que ruego que os esperéis al final para echar en falta a algún jugador. Sin más dilación, vamos con otros 11 jugadores que, en mayor o menor medida, la pueden romper este curso 2025-26.
Un pasito pa’lante
Aquí los jóvenes que están destinados a ocupar un rol mayor de lo que venían haciendo o crecer notablemente en el que ya desempeñaban. Podrían dar un salto real en la consideración del público general, aunque lo normal es que den un paso intermedio.
Ausar Thompson
- Equipo: Detroit Pistons
- Edad: 22 años
- Temporadas en la liga: 2
- Estadísticas 2024-25: 10,1 puntos, 5,1 rebotes, 2,3 asistencias, 1,7 robos
Sea injusto o no, ver el crecimiento que tuvo el curso pasado Amen Thompson partiendo con el balón en las manos hace proyectar algo de esa evolución en Ausar. Al fin y al cabo, ambos llegaron al Draft como perfiles capaces de organizar desde el juego, por mucho que su fuerte estuviese siempre en el atletismo y lo defensivo.
Ausar ya ha demostrado ser un defensor y reboteador superdotado, con gran instinto también para activar su físico jugando sin balón en ataque en situaciones de línea de fondo o incluso bloqueo directo. Pero echar el balón al suelo todavía es un recurso demasiado marginado en su baloncesto. Cuando tiene capacidad de sobra para ello.
De nuevo, tras un año tan dominante sobre balón como el que tuvo Cunningham el curso pasado, las defensas le tratarán de manera diferente. Y por mucho que hayan llegado Duncan Robinson y Caris LeVert, sustituir la producción de Tim Hardaway Jr. y en especial de Malik Beasley se antoja complicado. Por lo que el resto de la línea exterior van a tener que arrojarse a sacar petróleo de las ventajas que Cade genere o producirlas por sí mismos.
Jaden Ivey vuelve de lesión con el interrogante de dejar ciertas dudas como acompañante de la estrella de los Pistons. Y, para tener mucho tiempo a LeVert o Robinson en cancha, sería crucial poder aumentar la carga de minutos de Thompson. Lo cual solo viene de la mano de un salto en su repertorio ofensivo. El tiro es difícil que llegue, pero verle atreverse y activar el ataque en transición con bote a menudo debería ser obligatorio para Detroit.
El propio Ivey, Ron Holland o Jalen Duren también tienen que dar un paso adelante. Isaiah Stewart ya ha hablado de recuperar un volumen decente de triples. Aun así, no habría mejor noticia para los Pistons que ver a Ausar más de 30 minutos en cancha cada noche.
Nikola Jovic
- Equipo: Miami Heat
- Edad: 22 años
- Temporadas en la liga: 3
- Estadísticas 2024-25: 10,7 puntos, 3,9 rebotes, 2,8 asistencias.
Nikola Jovic ya está asentado en la liga y su progresión dibuja una clara línea ascendente. Cada vez es un poquito mejor. Cosa que no le basta a Miami para competir al nivel que ellos mismos se han marcado en las dos últimas décadas. Se avecina una temporada de incertidumbre en Florida. El proyecto no solo acumula varios veranos sin cerrar un movimiento importante en el mercado, sino que hace unos meses perdió a su mejor jugador y buque insignia.
En este escenario donde el equipo está liderado por Bam Adebayo en defensa y Tyler Herro en ataque, Jovic interpreta el papel de todólogo. Un jugador que desempeña cualquier rol de forma correcta, pero que no hace nada especialmente bien. Buen defensor, mejor reboteador de lo que dicen sus números, tirador que ha rozado el 40% de acierto desde el triple por momentos (casi siempre a pies parados) y con físico de sobra para irse hacia adentro y finalizar. Ahora bien, debe sacar más los pies del tiesto.
Viene de un curso marcado por la lesión de mano que le hizo pasar por quirófano y perderse casi la mitad de la temporada. Esta campaña, con Herro lesionado de inicio y las dudas extradeportivas con Kel’el Ware, lo normal sería verle como titular al comienzo. El gran debe de Jovic está en su imposición al contexto.
Su Eurobasket es un buen ejemplo de la diferencia de rendimiento que da cuando vienen bien o mal dadas. Algo que seguramente tenga que ver con esa rectitud que domina su juego y de la que se tendrá que librar para ser importante en un conjunto que le pide a gritos que se revele.
Shaedon Sharpe
- Equipo: Portland Trail Blazers
- Edad: 22 años
- Temporadas en la liga: 3
- Estadísticas 2024-25: 18,5 puntos, 4,5 rebotes, 2,1 asistencias.
Más deseo que certezas con Shaedon Sharpe. El alero terminó el pasado curso en el mejor momento de su carrera. Explotando al fin como el anotador de tres niveles que atisba su planta desde el primer día en la liga. Chauncey Billups ha gestionado sus titularidades con bastante tino para controlar sus desconexiones defensivas y anarquía en ataque.
La preocupación viene del hecho de que, para hacer 21 puntos de media en sus últimos 21 partidos, lanzó 17 tiros por noche. Es un volumen inasumible para cualquier sistema dándose en las manos de un jugador con un 52% en True Shooting. Se entiende que dotarle de esa libertad buscaba que él mismo encontrase su juego, pero no puede vivir eternamente de esos excesos para hacer cifras.
Preocupa que acotar su protagonismo, suponga borrar su impacto en el juego. Y aun así, solo Deni Avdija tiene tantos puntos en los Portland Trail Blazers como el actual mejor matador de la liga. El verano de la franquicia apunta a una plantilla de roles sólidos en los que poder dejar a Sharpe como verso libre. Siendo el jugador más capaz del equipo de romper el guion para abrir vías nuevas al aro.
Conviene que en este camino, dosifique su dieta desde la media distancia y saque mucho más partido de su poder cerca del aro. O de dejar a un lado el abuso con el triple tras bote y preocuparse de habilitar sin balón una mayor cuota de tiros a pies parados. Es el año indicado para transformar su acercamiento a la anotación y dejar de ser un genio díscolo e intermitente.
Reed Sheppard
- Equipo: Houston Rockets
- Edad: 21 años
- Temporadas en la liga: 1
- Estadísticas 2024-25: 4,4 puntos, 1,5 rebotes, 1,4 asistencias, 35% en tiros de campo.
Las oportunidades con las que contó Reed Sheppard en su temporada rookie, a la que llegaba como número 3 del Draft, son un reflejo perfecto de lo que es Ime Udoka como entrenador. Un técnico que no tiene problema con alinear y dar la oportunidad al talento joven, pero que impone el sacrificio y lo defensivo como pilares irrenunciables. El escolta procedente de Kentucky no termina de encajar en ese molde y, en su esfuerzo por amoldarse, perdió lo que le hace especial.
Fue una temporada mala para Sheppard. Sin cortapisas. Falto de confianza y desacertado en general (35% en TC). Con alguna noche que hizo de excepción que confirma la regla. Su papel fue simplemente testimonial entre un backcourt que prefería la experiencia de Aaron Holiday. Viendo su desempeño y el camino que llevaba el equipo, costaba ver que la segunda temporada fuese mucho mejor. Siendo que este proyecto ya ha desechado a otras promesas como Cam Whitmore porque las ambiciones colectivas no dejan hueco al desarrollo juvenil.
Y, de repente, se lesionó Fred VanVleet.
Seamos sinceros, lo más seguro es que la mayoría de la responsabilidad que deja vacante el base, la tome Amen Thompson (luego hablaremos de ello) y que Rafael Stone se deje la vida en aprovechar la excepción salarial de casi 15 millones de dólares que podría abrirle la baja de VanVleet. Lo cual no quita para que Sheppard vaya a gozar de una inyección de minutos de forma natural, siendo el jugador con características más similares (anotador ligero y dinámico sin las dotes del base para amasar y dirigir) a las que pierde Houston sin FVV.
A poco que asiente los porcentajes, Sheppard debería de ser un recurso confiable que reduzca el bagaje que puedan acumular los trillados huesos de Kevin Durant. Son perfiles como el suyo los necesarios para que un contender de fase regular pueda traspasar esa candidatura a los playoffs. Quizás no termine siendo una figura a tener en cuenta en los momentos críticos, pero a él le debería bastar con sentirse parte del camino recorrido una vez la temporada toque a su fin.
Jaylen Wells
- Equipo: Memphis Grizzlies
- Edad: 22 años
- Temporadas en la liga: 1
- Estadísticas 2024-25: 10,4 puntos, 3,4 rebotes, 1,7 asistencias, 35% en triples
La presencia de Jaylen Wells aquí se debe a una mezcla de capacidad y necesidad colectiva. El alero de los Grizzlies llegó a la liga a asumir un rol destinado usualmente a jugadores mucho más contrastados. Convertirse en la punta de lanza defensiva de un equipo de playoffs con 21 años no es tarea para cualquiera. Y en ataque fue consistente durante todo el curso en lo que el sistema requería de él.
El problema es que Kentavious Caldwell-Pope viene a llenar el hueco que ocupaba Wells en ese sistema. Lo cual empuja al alero, cuya temporada terminó abruptamente tras una caída brusca que le dejó sin playoffs, a absorber parte de las tareas que pertenecían a Desmond Bane. Más aún si Ja Morant se pierde el inicio de campaña como parece.
Wells no es un jugador tan dinámico como el flamante nuevo jugador de los Magic. Solo un 22% de sus canastas llegaron sin asistencia previa, por un 50% de las de Bane. No amenaza en transición como él, no mantiene el movimiento constante en ataque estático como él, no genera en balón como él… Pero debe empezar a crecer en todos esos apartados para encontrar el punto medio junto a KCP y Scottie Pippen Jr. para asumir las tareas de apoyo en la creación exterior que va a necesitar Morant.
Es lógico dudar de que Wells pueda dar ese paso cuando su molde se ajusta más al de un 3&D clásico que va sumando recursos con los años. Las circunstancias aprietan y si está aquí es por la demostración de madurez que fue su primer año. Haría bien Tuomas Iisalo en pedirle que haga más y mejor de todo y aflojar si nota que es demasiado. Con la esperanza de que quizás pueda abarcarlo todo mejor de lo que se intuye.
Cam Whitmore
- Equipo: Houston Rockets
- Edad: 21 años
- Temporadas en la liga: 2
- Estadísticas 2024-25: 9,4 puntos, 3,8 rebotes, 1 asistencia, 44% en tiros de campo.
Whitmore aquí y no en otra sección porque, aunque este debe de ser el año en que pase de ser un lienzo en blanco de buenas condiciones a un jugador NBA con todas las letras, todavía es jovencísimo.
Todo lo dicho con Reed Sheppard aplica también aquí. Ime Udoka es un entrenador y los Houston Rockets son un equipo que regalan pocas oportunidades y no terminan de creer en el talento por desarrollar. Solo existe el aquí y el ahora en el proyecto texano, y su segundo año fue una regresión de minutos e impacto en el juego. Las necesidades competitivas le negaron el carril central, empujándole a las esquinas y a un rol demasiado atrincherado en la ejecución.
El alero fue una de esas promesas que, sin saber muy bien por qué, se alejaron de la lotería del Draft en la que se les proyectaba prácticamente desde el instituto para asomarse al último tercio de la primera ronda. Algo aún hoy llamativo viendo sus condiciones físicas y técnicas.
En los Washington Wizards va a gozar del espacio perfecto para desatar sus capacidades ofensivas sin tampoco abusar. Parece que en la capital han acumulado unas cuantas elecciones y movimientos con algo de cabeza y les ha quedado una rotación mucho más coherente que en anteriores iteraciones. Un contexto a priori ideal para que Whitmore sea una referencia en ataque sin que recaigan demasiadas responsabilidades en sus manos.
Dependiendo del peso que se quiera dar a Khris Middleton, el ex de los Rockets podría iniciar como titular. Más que nada porque la idea puede ser que Tre Johnson cuente con aún más libertad creativa saliendo desde el banquillo. En Washington Whitmore se puede permitir ser más egoísta sin por ello perjudicar al equipo. Y el ritmo rápido que apuntan a practicar los Wizards le viene que ni pintado.
Defensivamente también debería empezar a dibujar la estructura que en el futuro podría descansar en él, Bilal Coulibaly y Alex Sarr.
En definitiva, que si los Wizards empiezan a asomar la cabeza a la competición como parece que pueden hacer, resultará un panorama ideal para un Whitmore que claramente estaba enjaulado en Houston. Para que suelte lastre sin terminar de desmelenarse.
Cambio de estatus
Jugadores que este año pueden vivir el primer curso del resto de sus carreras. Colocándose en un escalafón superior del que venían ocupando en la liga. Normalmente reservado para jugadores que ya han dejado tramos de gran baloncesto o cuyo contexto empuje en esta dirección.
Andrew Nembhard
- Equipo: Indiana Pacers
- Edad: 25 años
- Temporadas en la liga: 3
- Estadísticas 2024-25: 10 puntos, 5 asistencias, 1,2 robos, 29% en triples (46% en playoffs)
Ya el curso pasado se esperaba que Andrew Nembhard diese el salto a ser uno de los mejores generadores secundarios del planeta. Lo demostrado en los playoffs de 2024 ante New York y Boston anticipaban un crecimiento obvio como patriarca exterior. Pero su naturaleza no es esa.
En un conjunto donde las ventajas se generan sobre todo a partir del colectivo y el movimiento constante de balón y cuerpos, Nembhard solo amasa balón cuando es estrictamente necesario. De hecho, la mayoría de las veces pasa desapercibido en ataque por desfondarse en defensa, presionando a toda cancha durante los 28 minutos que le toca estar en cancha cada noche.
Nembhard es uno de los jugadores más puntuales de la NBA. Capaz de no rascar bola en los dos primeros cuartos para sostener al equipo en momentos de sequía generalizada. Da igual si lo que pide el encuentro es atacar rápido o calmar un poco el ritmo, el escolta se desenvuelve en cualquier situación. Y este año de los Indiana Pacers pide a gritos un líder.
Tomando como referencia esos dos partidos de playoffs en 2024 ante los Celtics con Halliburton lesionado, Nembhard se fue a los 32 y 24 puntos; 9 y 10 asistencias. Lo cual puede atisbar una transición similar a la vivida con Jalen Brunson de los playoffs de 2022 con Dallas a su ruptura definitiva tras llegar a New York.
El de los Pacers no es exactamente ese tipo de jugador, aunque tenga fases de base mandón. Su mera personalidad, y el sistema de Rick Carlisle, no le permitirían absorber una cuota creativa equiparable. Sin embargo, se antoja difícil pensar que Nembhard acabe el año en el mismo rol de soldado con días destinados a la gloria y no en el papel de capitán de a bordo a la espera de que vuelva Tyrese.
Deni Avdija
- Equipo: Portland Trail Blazers
- Edad: 24 años
- Temporadas en la liga: 5
- Estadísticas 2024-25: 16,9 puntos, 7,3 rebotes, 3,9 asistencias, 36% en triples.
El tramo final de la pasada temporada de Avdija fue el del jugador que apuntaba a su llegada desde Europa y que por tramos creímos imposible imaginar en NBA. En su etapa en Washington, a pesar de la evidente falta de mando, destacó por ser un muy buen defensor al que el físico se le quedaba corto en según que asignaciones y un atacante capaz de hacer de todo pero sin las dotes suficientes para dejar de ser un facilitador/conector.
Ya en su última campaña en los Wizards dejó destellos de poder ser un jugador desequilibrante en lo individual, aunque no de forma consistente. Hasta eclosionar, quién sabe si definitivamente, la pasada primavera. Entre marzo y abril de este año, Avdija disputó 16 partidos con promedios de 24,9 puntos, 10,6 rebotes y 5,5 asistencias. Se desató desde el triple con un 43,1% y, sobre todo, se convirtió en el líder indiscutible de unos Blazers más competitivos de lo que dice la clasificación.
Esos números y porcentajes probablemente sean insostenibles y Avdija seguramente no sea un jugador sobre el que sostener el ataque de un equipo de playoffs o incluso de play-in. Pero el salto es innegable. Este año Portland va a crecer sobre todo desde la defensa. Se ha hecho con un mariscal como Jrue Holiday, cuyo estado físico va a necesitar que sea otro quien genere las ventajas a media pista y alimente el ataque en transición. Avdija encaja como un guante en ese rol.
Si termina asentando las sensaciones con las que finalizó el pasado curso, su contrato pasará a ser uno de los más jugosos de toda la NBA. Siendo que cobra 13 millones de media y no es elegible para extenderlo hasta 2027. Portland podría haber encontrado petróleo.
Payton Pritchard
- Equipo: Boston Celtics
- Edad: 27 años
- Temporadas en la liga: 5
- Estadísticas 2024-25: 14,3 puntos, 3,8 rebotes, 3,5 asistencias.
Si algo destaca en la carrera de Payton Pritchard es la perseverancia y ambición de ser cada día un poco mejor. Su premio a Sexto Hombre del Año nace de la frustración por no poder estar presente en momentos clave de la temporada del anillo. Lo que le empujó a trabajar a destajo en su defensa y su capacidad de tiro tras bote. Da igual que vaya a acabar la temporada con 28 años, que ante la oportunidad de ser titular por primera vez en su carrera, solo cabe esperar que esté a la altura.
El base de Oregón ha pasado de acumular dudas y algún año de paso atrás en sus minutos, a devorar cada oportunidad que tiene en pista. Con la confianza por el cielo, este curso le tocará crecer en la dirección del ataque que ejercerá junto a Derrick White en la sala de máquinas.
Durante el curso pasado, su volumen como manejador en bloqueos directos no fue exagerado, representando un 17% de sus jugadas. Sin embargo, su eficiencia en esas situaciones sí se disparó, produciendo 1,11 puntos por posesión. Estos datos estuvieron alimentados sobre todo por su capacidad de armar el tiro tras pasar la pantalla y este curso, aunque se estabilicen, tendrá que aumentar el volumen de acciones pensando en alimentar también al resto.
Será complicado con una rotación interior tan pobre como la que van a presentar los Celtics esta campaña. Y, aunque son el equipo que más acude en la liga a los bloqueos entre pequeños, basar la pizarra en ese recurso seguramente se quede corto.
Pritchard va a seguir partiendo sin balón en muchas acciones porque además es un excelente bloqueador y es incansable moviéndose para habilitar su tiro. Será el simple hecho de aumentar sus minutos y compartirlos con la unidad titular lo que le otorgará otro cuerpo a su figura. Es un curso clave para demostrar que está preparado para ser el base titular (siempre teniendo en cuenta que mucho peso creativo recaerá en los Jays y White) de un conjunto que aspire a todo.
Jalen Johnson
- Equipo: Atlanta Hawks
- Edad: 23 años
- Temporadas en la liga: 4
- Estadísticas 2024-25: 18,9 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias.
La irrupción de Jalen Johnson ha sido un soplo de aire fresco para los Atlanta Hawks. Que han encontrado en su verticalidad la evolución ofensiva que pedían a gritos desde aquellas finales de conferencia de 2021. Atlanta era un conjunto de presión inexistente sobre el aro rival más allá de las continuaciones de Clint Capela. Y Johnson es una fuente de toques en la pintura valiosísima en dicho contexto.
Junto a Dyson Daniels, su capacidad defensiva y activación de la transición transformaron al equipo en los primeros compases de la temporada pasada. Hasta el punto de ser por momentos el mejor jugador (y generador) de los Hawks en una temporada pobre de Trae Young en el tiro. Desgraciadamente, su lesión de hombro a mediados de enero dio al traste con una temporada que en lo personal iba camino de meterle en debates por el All-Star y en lo colectivo pintaba mucho mejor de lo que acabó resultando.
Johnson le da la posibilidad a los Hawks de ganar partidos desde la defensa aunque sean un equipo mediocre en lo defensivo. Y la gerencia ha querido mejorar esa faceta apostando por Nickeil Alexander-Walker. Ahora bien, el salto en la opinión pública se lo va a dar su desempeño en ataque. Donde no hay nadie que se vaya a aprovechar de la llegada de Jristaps Porzingis como él.
El pívot letón debería ser una bendición para Young a poco que pueda seguir castigando con cierta consistencia por encima del aro. Sin llegar a ser un martillo pilón como fue Capela en su día, Porzingis aún puede ser un receptor potable de alley-oops. A lo que suma su capacidad de castigar cambios defensivos desde el poste y su absurdo rango de tiro en el pop. Pero es esa amenaza espacial, sea o no tras bloqueo, la que va a desbloquear pasillos interiores antes inimaginables para Jalen Johnson.
Este curso, el alero se va a poder permitir ser mucho más expeditivo hacia el aro sin encontrarse allí cuerpos que estorben y atraigan marcas. Un efecto que se multiplicará si en cancha se suman perfiles como el mencionado Alexander-Walker o Luke Kennard. Daniels y Risacher también van a beneficiarse de ellos. Sin embargo, y con el debido respeto, ninguno goza de la sencillez de Johnson para penetrar como mantequilla en la defensa rival. Basta con repetir lo del curso pasado y tener suerte con las lesiones para situarle en una nueva esfera.
Matas Buzelis
- Equipo: Chicago Bulls
- Edad: 21 años
- Temporadas en la liga: 1
- Estadísticas 2024-25: 8,6 puntos, 3,5 rebotes, 1 tapón.
He sentido la tentación de colocar a Matas Buzelis en el escalón más alto del Tier List que revelaré en la última entrega de esta serie. Me ha podido el miedo. Lo cual no quita para que piense que este mismo año va a acabar siendo la estrella de los Chicago Bulls y colocar al resto de jugadores en roles que le alimenten.
Buzelis partía su aventura en la NBA como uno de los talentos más especiales de un Draft poco especial. Y en el cual se apostó por opciones a priori más seguras para ocupar el top 10. Los primeros meses le dieron la razón a los escépticos, pero los tres últimos de fase regular sostienen el debate de que Buzelis acabó el curso siendo el mejor rookie de la camada. O al menos, el que más impactó positivamente en su equipo cuando este aceleró en el tramo final.
El ala-pívot es un jugador que a priori se beneficia enormemente del juego rápido de los Bulls. Que en la primera parte de la temporada fue más caótico que otra cosa y a Buzelis se le vio algo perdido. Cuando las cosas terminaron de encajar con un Josh Giddey genial, se vio lo que puede ser Buzelis. Un perfil inclasificable porque ocupa cualquier posición del dos al cuatro (incluso podría ocupar el cinco en small ball) indistintamente y que cambia su acercamiento al juego según el defensor o atacante que tenga emparejados.
Esto le permite brillar en el sistema de cambios y movimiento ofensivo que propone Billy Donovan. Quizás carezca de un primer paso letal para arrancar tras recepción. Defecto que palia con su amenaza al triple y capacidad para leer las rotaciones de la defensa y aprovechar la ventana de oportunidad perfecta para percutir el aro.
Por cómodo que se sienta desde las esquinas, este curso es el de soltarse aún más con el balón en las manos. De pedir más protagonismo en ataque y seguir creciendo defensivamente en lo que parece un proyecto de navaja suiza. Que Giddey haya acabado lejos de los 30 millones por año es una gran noticia para él, que debería irrumpir en la jerarquía de los Bulls como elefante en cacharrería.