El doble poste –situar en pista a dos de los tradicionalmente denominados ‘hombres altos’– ha sido desplazado a la categoría de recurso ocasional a causa de la irrupción de la era del espaciamiento, el triple y la versatilidad posicional en la que se encuentra actualmente la NBA.
La necesidad de añadir la mayor cantidad de centímetros posibles a la pintura había sido hasta entonces el modus operandi generalizado de muchas franquicias para garantizar el éxito. Sin embargo, la modificación de diversas reglas a principios de siglo para hacer frente al tedioso y lento baloncesto de finales de los años 90 abrióe la puerta a una nueva concepción del baloncesto.
Ahora, la necesidad de liberar los carriles de camino hacia el aro, la apuesta por el lanzamiento exterior, el mayor ritmo de juego y unos fundamentos repartidos de forma más equitativa entre el juego interior y el exterior ha provocado que el doble poste en el frontcourt sea casi sinónimo de inoperatividad. En efecto, exprimir sus virtudes exige de ajustes muy precisos o escenarios de aplicación muy concretos.