Ariza, fuera de Phoenix casi desde el primer día

Cuando supimos que Trevor Ariza firmaba en verano con Phoenix Suns nos sonó extraño. ¿Un veterano perfecto para un contender uniéndose a un equipo en plena reconstrucción? El plan no encajaba salvo porque se embolsaría 15 millones de dólares, el doble de lo que ganaba en Houston. Pero ni los verdes le hicieron sonreír en el desierto de Arizona.

Ariza, cuyo papel debía ser el de guía de un grupo joven que esperaba aprender a ganar con su ayuda, nunca se sintió cómodo en la dinámica del equipo; algo que ahora saca a la luz Duane Rankin de Arizona Republic.

Según fuentes del citado periodista, el alero cortó a nivel mental con el que era su nuevo equipo nada mas iniciarse la campaña; tanto es así que tras los entrenamientos era el primero en marcharse, dando la espalda a esos momentos que sirven para estrechar vínculos. Su compromiso, poco después de empezar, ya era casi inexistente.

¿Quiere decir esto que es un mal profesional? No. Simplemente no ha funcionado. Cuando firmó, los Suns querían que él fuese un líder para los jóvenes; sin embargo, las mencionadas fuentes señalan que sus planes eran otros. Ariza esperaba que el equipo estuviese mucho mejor a nivel global y no que la campaña se diese prácticamente por perdida en las primeras semanas –los problemas físicos de Devon Booker tampoco han ayudado–. 

Sin alcanzar la cuota de victorias que deseaba, todo se torció más aún cuanto conoció las ideas de su nuevo técnico, Igor Kokoskov, quien le explicó que debería trabajar más de lo que esperaba en su sistema. Aquellos días en los que simplemente se abría para esperar el pase y lanzar el triple quedaban atrás, y todo ello sin un horizonte que colmase sus deseos.

Final acertado

En cualquier caso la jugada no ha terminado de salir mal para ninguna de las partes. Ariza se ha marchado a Washington, un equipo que ha empezado errático pero que tiene talento y tiempo para revertir la situación. Phoenix por su parte consiguió un buen acuerdo para hacerse con Austin Rivers (cortado) y Kelly Oubre, quien podría llegar a ser un jugador importante en la rotación del equipo. Un buen final para un mal guión.

(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)


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