El 2020 ha sido un año para olvidar. Especialmente en Philadelphia. Los cuantiosos acuerdos por Tobias Harris y Al Horford dinamitaron la estabilidad financiera del proyecto. Deportivamente, la situación no era mejor. Las diferentes piezas nunca llegaron a convivir pacífica y productivamente, mientras las dudas sobre la compatibilidad de Joel Embiid y Ben Simmons se intensificaban más que nunca.
Las lesiones posteriores afectaron a esta dupla y la suspensión de la temporada a causa del COVID-19 tan solo sirvió para atrasar el fatal e inevitable desenlace: eliminación en primera ronda de manera contundente por 4-0 ante los Boston Celtics.
Tras esta tumultuosa campaña se llevó a cabo una reestructuración que afectó a la plantilla, el cuerpo técnico y las oficinas. El encargado de plasmar The Process en la pizarra, Brett Brown, era destituido en favor de Doc Rivers, uno de los señalados tras la eliminación de Los Angeles Clippers a manos de Denver Nuggets. La muy publicitada llegada de Daryl Morey pretendía rescatar un proyecto al borde del derrumbe y, de paso, atar en corto la ligereza de chequera de Elton Brand.