Pocas veces un equipo con una única victoria en una fase de clasificación logra acceder a semifinales. Pero los caprichos de esta AmeriCup han permitido que Islas Vírgenes, con un balance de 1-2 en el Grupo B, celebrado en Bahía Blanca, haya sacado su billete para la lucha por las medallas. Esa ronda final, a celebrarse este fin de semana en Córdoba, Argentina, tiene como anfitriona y automáticamente clasificada por tanto a la selección albiceleste, que sin embargo tomó parte en el Grupo B clasificatorio. Y lo ganó. Como consecuencia de ello, quedaba una plaza libre para las semifinales y ha ido a parar Islas Vírgenes, que terminó en segunda posición. Perdió dos encuentros, ante la propia Argentina y contra Venezuela (por sólo dos puntos), pero su victoria en la primera jornada ante Canadá fue oro puro.
Han hecho historia
Este sábado, los jugadores dirigidos por el exentrenador de la NBA Sam Mitchell seguirán con su particular relato en esta AmeriCup. Su rival, Estados Unidos, ese equipo sin estrellas de renombre pero tremendamente efectivo bajo las órdenes de Jeff Van Gundy, es el claro favorito para acceder a la final. En el otro lado del cuadro, Argentina y México.
Sin embargo, más allá de este encuentro frente al USA Team, y más allá de que hayan accedido a él debido a que el Grupo B otorgaba una plaza extra, Islas Vírgenes ha llegado más lejos de lo que nunca lo había hecho antes en una Copa América. Con algunos títulos de la Copa del Caribe, con medallas también en el Centrobasket, fuera de estos dos torneos su mejor posición era un 7º puesto en la Copa América de 2001 y un 8º en los Panamericanos de 2007. Ahora, aunque la lucha por las medallas se antoja muy complicada, si nos atenemos sobre todo a partidos como el jugado contra Argentina (58-104), el hecho de que como mínimo vaya a obtener un cuarto puesto, coloca a esta selección como la mejor de la historia de Islas Vírgenes en una Copa América.
Walter Hodge, el líder
Doble campeón de la NCAA en 2006 y 2007 con Florida, donde coincidió con Joakim Noah y Al Horford ,Walter Hodge firmó 25 puntos y 8 asistencias en el éxito sobre Canadá (83-71). Una sorpresa monumental que sirvió a Islas Virgenes, número 60 del ranking mundial de FIBA, para finalmente colocarse entre los mejores.
Hodge, nacido en Puerto Rico el 21 de septiembre de 1986, tuvo que aguantar que en su tierra natal le dijeran que era muy pequeño para el baloncesto (mide 1,82 metros). En 2009, Islas Vírgenes le llamó para jugar la clasificación al Mundial de Turquía, ya que una abuela del base era de allí y por tanto podía representar internacionalmente a este país. Desde entonces, Hodge, un trotamundos del baloncesto de clubes (pasó por el Baskonia, de la Liga Endesa) y sin un solo minuto en la NBA, se ha erigido como el mejor de un combinado que sueña con su primera medalla en la Copa América.
“No tenemos nada que perder. No venimos sólo a participar”, anunció Hodge días antes de que diera comienzo la AmeriCup. Una premonición que tuvo en Canadá a su víctima y que se terminó por cumplir. Con Mitchell a los mandos en la banda, Hodge de líder en la pista y un plantel plagado de jugadores NCAA, y donde también se encuentra otro exACB como es Victor Cuthbert, Islas Vírgenes ha puesto la nota exótica al torneo americano.
Territorio dependiente de Estados Unidos desde 1917, como área organizada no incorporada, las Islas Vírgenes Estadounidenses tienen una población que ronda los 120.000 habitantes. Un enclave entre el Caribe y el Atlántico, un conjunto de islas a miles de kilómetros de los Estados Unidos. Una distancia, en definitiva, que quedará acortada a la mínima esencia este sábado, cuando el USA Team e Islas Vírgenes se vean las caras con la única separación que otorga un balón de baloncesto.
“Es el corazón el que hace que ganemos”, señaló Hodge tras el triunfo contra Canadá. Y corazón, pero muchas cosas más, necesitarán para tumbar a Estados Unidos o incluso obtener una medalla de bronce. Eso sí, el derecho a imaginar la gloria se lo han ganado. Y el respeto de todos, también.