Kirk Goldsberry, periodista de ESPN y ex analista estratégico para los Spurs, se ha formulado esta interesante pregunta tampoco ausente de su dosis de morbo. A lectores y redactores nos fascina comparar. Pero es cierto que detrás de este (mil perdones) ‘a quién le mide más’, se exhibe a plena luz mucho de lo que determinará el resultado de las Finales, ya que si alguna de estas dos parejas rinde claramente por encima de la otra, el anillo estará ventilado.
Aún con estilos de juego y virtudes completamente dispares, entiéndase esto, Stephen Curry es a Jayson Tatum lo que Klay Thompson es a Jaylen Brown. Ello implica el siguiente summum: primer y segunda espada de su equipo respectivamente, tanto en anotación como en caudal de juego (ya sea on u off ball, pues aunque Wiggins supera en usage a Klay, la atención rival que reclama, sólo por su juego sin balón, es netamente superior), siendo las piezas nucleares en torno a las que se desarrollan los esquemas defensivos del oponente.
Como un statement que ya se ha hecho viral, se ven las caras en estas Finales la mejor defensa versus el mejor ataque. Nadie como Boston ha rebajado tanto el acierto de tres del contrario en lo que va de año. Si en fase regular el dato ya era buenísimo (33,9%) ahora es simplemente espectacular (31,7%). Obviamente en tal éxito, más allá de los Jays, emerge con un peso increíble la figura de Marcus Smart (DPOY).
Por otro lado, los Splash Brothers son, casi individualmente y en su ponderación conjunta, los dos mejores tiradores de la historia de más allá de 7,25 (y de 7,75, con permiso de Dame Lillard). Pero es que además de enormes tiradores en cuanto a finura, lo son también en cuanto a volumen.
Con porcentajes mejores o peores, su puñado de triples por partido terminan en ¡chof!, y un dato de estos playoffs 2022 nos revela que si Curry anota más de cuatro triples por noche, sus Warriors ganan (7-0), y si no los alcanza la cosa se resiente bastante (4-3). La capacidad de Curry para crearse tiros ‘aptos’ (que no lo son para casi nadie pero sí son buenos para él) tanto en catch and shot como tras bote, es brutal e inigualable, por lo que la defensa exterior de Boston no sólo deberá tratar de puntear sus tiros lo mejor posible, sino incluso evitar siempre que puedan que estos se produzcan. Aunque, eso sí, sin obsesionarse, pues una presión demasiado férrea (o doble) sobre Steph podría dejar otros compañeros excesivamente liberados, y ya sabemos cómo se lo gastan no menos de seis jugadores de GSW con los triples abiertos.
En esta tremenda pieza para Gigantes, nuestro ex compañero Andrés Monje desgranaba ayer cuáles serán varias de las claves tácticas del careo en pista entre ambos conjuntos, incidiendo en el gran sacrificio, no sólo de marcas sino de constantes switch, que deberá resolver Boston para contrarrestar el enfermizo movimiento sin balón de los hombres de Kerr (¿volverán las famosas ‘elevator doors’ de Mark Jackson? Pronto habrá que escribir sobre esto…), algo que a los Celtics no sólo se les da bien sino que les encanta hacer, pues lleva siendo su modalidad defensiva predilecta durante toda la temporada. Y a la vista están los resultados.
Partiendo de este statu quo, el resto de datos más a tener en cuenta los vamos a evaluar conforme a las posibles narrativas. Esto es, el pico de forma, rendimiento y estado de gracia que puedan alcanzar nuestros cuatro protagonistas durante la eliminatoria.
DATOS DE LOS ‘JAYS’ Y LOS ‘SPLASH BROTHERS’ EN LOS PLAYOFFS 2022
| Jugador | Min | Pts | TC% | 3% | TS% | Asist | Rebs | Robos | Pérdidas |
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Stephen Curry | 37,3 | 25,9 | 44,9 | 38 | 59,7 | 6,2 | 4,9 | 1,1 | 2,6 |
| Klay Thompson | 35,1 | 19,8 | 45,7 | 39,9 | 57,5 | 2,4 | 4,3 | 1 | 1,3 |
| Jayson Tatum | 41,1 | 27 | 44,6 | 37,5 | 58,9 | 5,9 | 6,7 | 1,2 | 3,2 |
| Jaylen Brown | 38,9 | 22,9 | 48,5 | 38,6 | 59,5 | 3,5 | 6,8 | 1,2 | 3 |
Stephen Curry
Tiene una sufrida tendencia a lanzar peor en playoffs que en temporada regular, costándole llegar a un 40% que supera con facilidad en los seis meses que le preceden (menos esta 2021/22, que se ha quedado en el mismo 38% que atesora en playoffs).
El Curry de 34 años roba menos balones y captura menos rebotes de lo que es habitual en él por estas fechas. No obstante, su protagonismo sigue intacto y como amenaza, estando enchufado, no hay otra igual. Si quiere llevarse el MVP (su primer MVP de las Finales) va a tener que hacer su mejor eliminatoria de largo. Como anotador pero también asumiendo responsabilidades de creador.
Klay Thompson
Se nota que le está costando. Han sido dos años absolutamente parado. Sus peores cifras en RS con diferencia. ¡Primera vez! en su carrera (9 temporadas) que no alcanza el 40% en triples (38,5%). Eso sí, sus números en playoffs son algo más halagüeños, y está perdiendo menos balones que nunca. Kerr le ha quitado la correa y su promedio de minutos se ha disparado: de los 29,4 en RS a los 35,1 en playoffs.
No vamos a descubrir ahora el mejor arma de Klay. Su promedio de 0,46 puntos por ‘toque de balón’ es el más eficiente entre jugadores que al menos han tenido contacto con el esférico al menos 5.000 veces (dato de Second Spectrum, vía ESPN). Necesita un pestañeo para golpear. A su vez, Boston ha sido el mejor antídoto ante los catch and shot rivales, sólo detrás de los Phoenix Suns, merced a un espléndido 34%.
Si Klay tiene su noche (o su cuarto) todos sabemos que la función puede terminar ahí. Es más en la defensa, tras dos lesiones terribles, donde más se espera y se añora a un escolta que nos tenía acostumbrados a tenerlo entre los mejores shooting guards de la liga en labores de two-way. Y tras Wiggins (y junto con Green), Klay se presenta como el recurso defensivo más vital para detener las incursiones de los Jays.
Jayson Tatum
Mejora (si eso era posible) lo ya visto durante la temporada. Es el líder absoluto de estos Celtics. A sus 23 años luce como un Kobe en potencia (solo que aquel tenía por delante a un tal Shaq) para llevar la gloria a la franquicia con más alcurnia de la NBA, y convertirla de nuevo en la más laureada, rompiendo el empate actual que tienen con los Lakers (17 títulos cada una).
Sin un rim protector dominante, Tatum debería estar frotándose las manos viendo su propio shotchart si no fuese porque los Warriors gozan de uno de los mejores sistemas de ayudas de todo el circuito permitiendo menos tiros que nadie a menos de un metro del tablero. Aún así, qué duda cabe, animado por su gran don para la penetración y anotar bajo el aro, que Tatum convertirá cada desajuste en una oportunidad para romper hacia adentro.
Del éxito de Udoka en crear un sistema de pantallas y bloqueos indirectos que emparejen a Tatum con el rival más débil (esto es, Curry o Poole) dependerá que veamos a un Tatum más inclinado a los aclarados o a uno más centrado en repartir juego y en buscar anotar desde la curva de tres (donde vemos que la esquina derecha es claramente su favorita).
A priori le tocará bailar con la más fea, el señor Wiggins, quien desde su llegada a San Francisco se ha ganado la fama de pieza élite en la defensa del 1vs1, y se lo dejará todo y más en esta serie. Un duelo precioso cada vez que Tatum decida aceptar el reto de mirarle a los ojos.
¡Pero mucho ojo con las pérdidas… su mayor lunar y también el de Brown. Ante los Heat en las Finales de Conferencia perdieron el esférico 33 y 23 veces respectivamente. Y este dato lo dice todo: Boston va 0-4 en postemporada cuando su equipo incurre en más de 15 pérdidas, y 12-2 cuando esta cifra es inferior a 15. ¿Adivináis cual es la media de pérdidas forzadas por los Warriros durante el conjunto de la temporada? 14,5, con un promedio de 14,9 deflections, y reconvirtiendo dichos robos en 18,1 puntos por partido en transición.
Estamos ante las primeras Finales de Tatum, y si las gana, su nombre será imborrable de por vida en el Olimpo NBA.
Jaylen Brown
El que menos focos de los cuatro acumula y que más puede aprovecharse de este perfil bajo, si es que se puede describir así a un jugador de su categoría. De los cuatro, el que ha dado un salto de calidad más notable entre la fase regular y los playoffs. Aunque Tatum, por su estiloso fadeaway, nos recuerde más a Kobe, el mapa nos enseña que es Brown realmente quien ha dominado el midrange de los Celtics en esta 2021-22.
Es un tren de mercancías en transición y el recurso más imparable que tienen los Celtics en pista cuando de correr la pista va el tema. También es todo un seguro en el triple central, y como Tatum, no duda en intentar el aclarado si su pareja de baile le convence. El ex de los Bears y colega de nbamaniacs ha mejorado terriblemente en todo lo que a bote, dribbling y manejo y control corporal se refiere. Como con Tatum, su prueba de fuego estará en los cuartos finales y minutos clutch, ante ataques atascados o defensas bien cerradas, para buscar alternativas eficientes con las que ver aro más allá de las meras ISO.
Los cuatro son perfectos candidatos al MVP de las Finales, pero por encima de eso, estará su lectura y temple para hacer lo mejor para los suyos en lo que prometen ser cierre de curso 2021/22, nunca mejor dicho, de campeonato.
(Fotografía de portada de Maddie Malhotra/Getty Images)