La ‘Sinfonía fantástica’ de los Lakers

Solo un encuentro de las Finales NBA 2020 ha abandonado el árbol y, en él, demasiados detalles se desmadraron para los Miami Heat. Por una sola noche no puede meterse el bisturí a degüello y juzgar el resultado como muestra de lo que veremos en toda la serie. Sin embargo, con lo que sí se puede tirar piedra sin esconder la mano es con la perfecta sinfonía que reprodujeron los Lakers.

Todos sus jugadores cumplieron perfectamente la misión que recoge su contrato; y, por consiguiente, arrasaron al primo lejano de los Heat que vimos frente a Boston.

El mejor momento de la temporada para el equipo de Frank Vogel —no os quepa duda— llegó después de ajustar, de nuevo, con Anthony Davis como Increíble Hulk en la pintura. En los 13 minutos que siguieron desde que AD se situó como referencia interior hasta el descanso, +32 para el equipo angelino; por el -13 cuando el matarife había hecho pareja con Dwight Howard.

Por cierto, los números de Anthony Davis solo fueron superados por un jugador —Willis Reed, 1970— en un debut de las Finales, según el portal StatMuse.

Más allá del pogo contra personas de estatura reducida bailado por Davis —en tal versión es imparable—, la pana de los Lakers a Miami estuvo auspiciada por otras dos fortalezas: su acierto en los triples y la seriedad de todos sus secundarios.

Habíamos hablado en la previa que el tema de los triples es capital en los Lakers. Solo han perdido tres partidos en estos playoffs 2020 (13-3) y fue entonces cuando peor acierto presentaron: 15,6% (Game 1, Portland), 28,9 (Game 1, Houston) y 23,1 (Game 3, Denver). Si hay acierto desde los tres puntos, victoria segura hasta el momento.

En este caso, la escabechina ante los Heat fue de 11 de 17 al descanso (!!); y 15 de 38 (39,5 por ciento) al final del partido. Not that bad.

Perfecta profundidad

Pelotón de tiro aparte, el asunto fundamental que venía a subrayar en este texto es la científica armonía que reina en toda la rotación de los Lakers.

Hasta nueve jugadores (JaVale McGee calentó banqueta) actuaron en minutos limpios; y no solo la diferencia angelina no se redujo, siguió aumentado.

De manera particular, Rajon Rondo (+11 con él en pista), Kyle Kuzma (+11) y Alex Caruso (+12) estuvieron especialmente certeros. Se cepillaron a sus homólogos de los Heat sin necesidad de usar cubiertos: 31-23 a favor del banquillo púrpura y oro, y eso contando que las lesiones obligaron a Miami a tirar de profundidad.

Acierto de tres puntos —sobre todo antes del descanso—, defensa antropófaga y coordinada, ataque conociendo el plan, cumpliendo cada uno su misión y más hambre que el Lazarillo de Tormes… La actuación conjunta de los Lakers resultó la Sinfonía fantástica, que decía la obra del compositor francés Hector Berlioz.

Los teóricos secundarios siguieron dejando el pabellón por las nubes. Concentración y maestría teutona en los cometidos que tienen asignados.

Solo Anthony Davis (+23) y Danny Green (+21) consiguieron mejor diferencial en cancha que este triunvirato de reservas. Green, por cierto, junto con LeBron James, podría convertirse en el tercer jugador de la historia que gana el campeonato en tres equipos diferentes. Solo John Salley y Robert Horry lo consiguieron antes.

Después de Rondo, Caruso y Kuzma, Markieff Morris (8 puntos, dos de tres en triples), Kentavious Caldwell-Pope (11 puntos) y Danny Green (13) rindieron también en un baremo ascendente.

El resultado es que los Lakers, sin ser la plantilla más completa y como único aspirante con una baja dolorosa —quién se acuerda de Avery Bradley—, presenta ahora el mejor equipo de la NBA. El más profundo, nutrido, coordinado, equilibrado y constante. Mérito no, lo siguiente para Vogel y todos sus jugadores.

Son, insisto, una sinfonía fantástica que ha llegado en momento inmejorable. Ya fueron dando pistas en los últimos partidos…

Siempre, LeBron

Qué sería de una noche de playoffs sin LeBron James practicando tiro al plato con diferentes hitos históricos.

El ’23’, además de cuajar el partido casi perfecto, accedió al segundo lugar en número de triples anotados (87) en las Finales, solo superado ya por Stephen Curry (121).

LeBron superó la marca que conservaba Klay Thompson (86).

Además, el bicharraco disputó anoche su partido de las Finales número 50. ¿Sus promedios desde que debutara en la ronda definitiva en 2007? 28,2 puntos, 10,2 rebotes, 7,8 asistencias y 1,7 robos. Si Davis es el Hulk, James es el Hombre Bicentenario pero en versión Marvel.

No hay arruga que estropee un ápice su rendimiento. Ni el de la sinfonía que lidera.

(Fotografía de portada: Kevin C. Cox/Getty Images)


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