Este curso 2019-20 lleva camino de superar el récord histórico de este tipo de actuaciones individuales
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Parece ya un hecho científico, el preludio de los nuevos Felices Años 20. Las actuaciones individuales de 50 puntos continúan aumentando su frecuencia de una temporada para otra. Cada año existen más ejemplos. El último, el de un Caris LeVert que se fue hasta 51 hace solo unos días. No es falaz que cada vez parezca más barato romper los esquemas y derribar la muralla de los múltiplos de diez. Es la realidad misma.
Sin ir más lejos, este curso lleva camino de convertirse en el que más actuaciones de 50 tantos o más se registran en toda la historia. Hasta la fecha se han producido un total de 20, echando ya el aliento en el cogote al ejercicio pasado (22), que presenta el valor más elevado desde que se manejan registros en la NBA.
En esta temporada 2019-20 han conseguido quebrar el precinto de los 50 Damian Lillard (cuatro ocasiones: 61, 60, 51 y 50), James Harden (cinco: 60, 59, 55, 54 y 50), Bradley Beal (55 y 53), Kyrie Irving (54 y 50), D’Angelo Russell (52), Caris LeVert (51), Khris Middleton (51), Giannis Antetokounmpo (50), Anthony Davis (50), Eric Gordon (50) y Trae Young (50).
Lo llamativo, además de que Lillard o Harden cuelen cuatro y cinco repeticiones, es que un año detrás de otro, la cadena evolutiva muestra mayores estallidos de 50 o más puntos en combate singular. Si en décadas pasadas resultaba extraño contemplar más de cinco actuaciones de este tipo, ahora empieza a parecer anómalo no alcanzar el tramo de las 15-20.
Veamos la progresión en los 30 últimos ejercicios.
Partidos de 50 puntos por temporada en la NBA
El nuevo Renacimiento
En la actualidad se está atravesando un Renacimiento similar al que se vivió entre 2005 y 2007. En esa época de hace 15 años se vivió un boom después de ejercicios más discretos. Por cierto, de las 18 incursiones producidas en la campaña 2006-07, diez fueron gestionadas por Kobe Bryant (MVP en la siguiente temporada, no en aquella). Igual que en esa mitad de los años 2000, ahora vuelve a dispararse el contador de noches de desenfreno. Y parece que todo obedece un orden establecido, creciente cada nueva temporada. Poco a poco sigue aumentando el número de este tipo de partidos.
Véase si no que, prácticamente de manera organizada, premeditada, el caudal no dejó aumentar de manera progresiva en los últimos diez años (once temporadas).
Los porqués
¿Por qué se está produciendo este aumento de noches mágicas? La respuesta puede empezar a encontrarse en el mayor ritmo que se imprime a los partidos; y también en el número superior de tiros y en la mayor frecuencia con la que ahora se recurre a la linea de los triples. Todo de golpe y produciendo resultados nunca antes vistos en la Liga.
Ritmo
El ritmo del juego en la NBA ha acelerado. Mucho en los últimos tiempos. Se juegan más posesiones, más rápido y por tanto se generan más ataques y lanzamientos en cada partido.
Baste para demostrar este hecho que todos los equipos de la temporada actual se encuentran en un baremo entre 105,2 (Milwaukee) y 96,5 (Charlotte) posesiones por noche. Hace diez años, en el ejercicio 2009-10, todos los conjuntos se encontraban comprendidos entre las 101,5 (Golden State) y 88,6 (Portland). La diferencia es palpable.
Y si estiramos todavía más el calendario, en el pasado se dilucidaban todavía menos posesiones. Todo era mas lento, menos fugaz. En la campaña 1996-97 el dato quedaba entre 97 (Philadelphia) y 84,3 (Cleveland) posesiones. El ritmo ha subido, mucho, y todavía sigue haciéndolo.
(Todo esto hace también que los jugadores sean capaces de conseguir más triples-dobles y se batan récords históricos de la NBA, claro).
Más tiros
Con más posesiones, claro, se producen más disparos con destino al hierro. De nuevo, esta temporada todos los equipos se mueven en una cantidad de lanzamientos comprendida entre los 92,3 (New Orleans) el que más, y 84,7 (Miami) quien menos. Valores superiores a los de hace diez años (entre 86,5 y 76,8) o anteriores añadas (86,5 y 72,8 en el curso 1996-97).
No hay duda, pues, de que ahora se juega tirando más a canasta. Como exponemos, es otro hecho probado científicamente.
Triples
Además de mayor cantidad de tiros, también la tipología de esos lanzamientos ha mudado. Ahora existe mucha más alegría desde el triple. Lo que antes era un recurso para especialistas, casi un artificio, ahora es el principal objetivo final de muchos, muchos sistemas de ataque.
- 2019-20: triples intentados por todos los equipos, valores entre 44,6 (Houston, cómo no) y 27,7 (Indiana).
- 2009-10: triples intentados por todos los equipos, entre 27,3 (Orlando) y 12,4 (Memphis).
- 1996-97: triples intentados por todos los equipos, entre 22,7 (Miami) y 11,0 (Utah).
El promedio de puntos también ha aumentado. Esta campaña el cómputo de tantos por parte de todos los equipos NBA se sitúa entre los valores de 119,1 (Milwaukee) y 102,0 (Charlotte). Muy superiores esos dígitos a los de hace una década (entre 110,2 y 92,4) y a los de la, tomada como referencia, campaña 1996-97 (entre 103,1 y 87,5).
Así, la presente temporada lleva camino de convertirse en la más fértil de la historia en cuanto a actuaciones de 50 puntos o más. Todos los motivos anteriores, entre otros, explican esa precipitación creciente y evolutiva —no el clásico mantra de la defensa, que es erróneo—.
Solo serán necesarias dos noches más de este tipo para igualar el récord absoluto de la NBA en este sentido. Tres para superarlo. Y es posible, con los derroteros que actualmente presenta el juego, que se sigan derribando estos registros un año detrás de otro. Entramos en la Tierra Prometida de las noches de 50 puntos.
(Fotografía de portada: Harry How/Getty Images)