LeBron James, más que un atleta

“Más que un atleta”. En 2004, el entonces pívot de los Wizards Etan Thomas publicaba un poemario con este título. Jugador más sobrado de energía que de talento, fue en la década pasada uno de los mayores activistas políticos y sociales de la NBA, participando incluso como orador en una manifestación contra la guerra de Iraq celebrada en 2005 en Washington. Pero Thomas, un jugador que promedió 5,7 puntos por partido y solo disputó 74 partidos como titular en 10 años como profesional, nunca tuvo una masiva presencia mediática.

“Más que un atleta”. LeBron James, uno de los deportistas más reconocidos del planeta, afirma en febrero de 2018 que al presidente Donald Trump “no entiende a la gente, le importa una mierda la gente”. Desde la televisión favorita de los aliados de Trump, Fox News, la presentadora Laura Ingraham le responde en el aire, cerrando con una frase que para bien o para mal entrará en el recuerdo de esta turbulenta era en Estados Unidos: “Cállate y dribla”. LeBron James contestó en Instagram de forma muy sencilla y familiar para Etan Thomas: “Soy más que un atleta”.

Cualquiera que haya prestado una mínima atención a LeBron James ya lo sabía de antemano. En la cancha es uno de los mejores jugadores de baloncesto de la historia, pero fuera es más que eso. Avispado hombre de negocios, actor de cine, productor audiovisual, fundador de una escuela en su Akron natal para niños desfavorecidos y, ante todo, alguien con una fuerte voz mediática y dispuesto a utilizarla.

“Kaepernick”

Los Lakers diputaron su tercer partido de pretemporada el jueves ante Sacramento, coincidiendo de paso con la “Pride Night” que la franquicia quiso dedicar en apoyo a la comunidad LGBT. LeBron James tuvo una reivindicación propia, bastante sencilla en forma pero volcánica en esencia, llevando el apellido de Colin Kaepernick en la parte trasera su camiseta. El jugador de fútbol americano, hoy sin equipo, es la gran bestia negra de las figuras más conservadoras de su país. Protestar durante el himno nacional por la violencia policial hacia los afroamericanos en Estados Unidos fue su gran sacrilegio.

Kaepernick ha encontrado otros apoyos, y el más significativo en las últimas semanas ha sido el de Nike. La poderosa multinacional deportiva le convirtió en la imagen de su más reciente campaña publicitaria, con el eslogan “Cree en algo, aunque cueste sacrificarlo todo”. Y LeBron James es otro de los grandes atletas de la compañía.

“Llevo esta camiseta porque es Nike, soy de Nike”, respondió tras el partido del jueves preguntado por su atuendo. “Y también porque apoyo a Kaep, siempre le he apoyado, por lo que representa y por lo que cree”. No quiso entrar en mucho detalle, quizás recordando que el presidente de Estados Unidos ya había decidido meses atrás insultar su inteligencia por Twitter para ponerle en la diana de sus devotos. El mismo dirigente que durante un mitin en septiembre de 2018 llamó “hijos de perra” a los jugadores que seguían el ejemplo de Colin Kaepernick protestando durante el himno estadounidense.

La motivación personal de LeBron

LeBron James no ha entrado en mucho detalle sobre su ideología política, más allá de un punto básico. Apoyó públicamente a la candidata presidencial Hillary Clinton durante las elecciones de 2016, haciéndole la presentación durante un mitin en Cleveland. En una columna de opinión publicada por “Business Insider”, lo justificó por ser la candidata “que de verdad entiende los apuros de un niño de Akron nacido en la pobreza. Y cuando pienso en el tipo de políticas e ideas que los niños de mi fundación necesitan de nuestro gobierno, la elección es clara”.

No fue suficiente. Donald Trump ganó las elecciones y se hizo con el clave estado de Ohio, donde Cleveland y Akron están situados. Quizás espoleado por este resultado, LeBron James siguió predicando sobre su gran preocupación con el ejemplo de la escuela “I PROMISE” fundada el pasado verano en Akron. Y su preocupación sobre la situación de jóvenes en comunidades pobres, particularmente afroamericanos, coincide en gran parte con la campaña de Colin Kaepernick.

El trabajo prioritario de LeBron James es y será hasta que se retire el de jugador de baloncesto. Así ganó su fortuna, su fama y especialmente su voz. Pero entre partido y partido habrá gestos, aunque sean en forma de una simple camiseta. Habrá declaraciones, por redes sociales, videos de producción propia o ante los medios. Como Etan Thomas en su día, LeBron James es más que un atleta. Pero a él le prestarán mucha más atención.


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