Lo que puede cambiar en la Conferencia Este y Oeste 2017-18

Este jueves, la prestigiosa firma de comunicación ESPN echaba mano de la bola de cristal para proyectar los resultados que, a juicio del cálculo de RPM (Real Plus Minus), tendrá la temporada regular 2017-18. Un buen pretexto para tratar de analizar si el curso que viene está previsto que haya cambios importantes en los machos alfa de la liga.

La realidad es que, a fecha de ahora mismo, el favoritismo apunta a las mismas capitales de provincia que en la pasada campaña. A falta que un posible traspaso de Kyrie Irving difumine a los Cavs en el Este, hoy por hoy Golden State y Cleveland son los dos grandes candidatos a repetir fuego en las Finales 2018. Eso sí, la vida es una paleta de grises y siempre puede haber supuestos en los que el predominio de los dos colosos empiece a protestar.

Dominio del Este

La primera hipótesis para un cambio en el Este empezó con la adquisición de Gordon Hayward por los Boston Celtics. Un alero común denominador en todas las zonas de la cancha y que acorta ligeramente la diferencia Cavs-Celtics (4-1 en las pasadas Finales de Conferencia).

Bien, pues si a eso se inyecta la rebelión de Irving en Cleveland, puede haber caldo como para pensar en un sorpasso. Dependiendo de lo que obtenga a cambio Cavaliers por su base estrella, el panorama puede conjugar cantidad de condicionales. No nos engañemos, los Cavs de LeBron James siempre serán favoritos hasta que su marcha o decadencia puedan predicar lo contrario, pero una temporada marcada por la baja de Irving o, si permanece la primera parte de la temporada en Ohio, podría significar una bajada de prestaciones del equipo de Tyronn Lue. Entre otras cosas, en las pasadas Finales la única estrella que escuchó el alarido de llamada de James fue Irving; muy poco más en los Cavs. Sin él, la historia podría ser distinta.

Boston ha perdido a Avery Bradley pero en se ha reforzado mejor que Cleveland: Hayward, Marcus Morris, Aron Baynes, Jayson Tatum o Ante Zizic. Dicho esto, es también probable que Danny Ainge y Boston no hayan movido sus últimas fichas antes de los playoffs del curso que viene. Tienen mucho que ofrecer —dos primeras rondas con grandes previsiones— para patrocinar talento inmediato.

Por debajo de ambos, como predecía ESPN, situamos a Washington Wizards, que si bien no ha hecho grandes reclutamientos, posee mejores referencias que el resto de equipos. Charlotte apunta a una de las revelaciones, no olvidemos que ha adquirido a Malik Monk, Dwight Howard o Michael Carter-Williams. Y a Milwaukee, por su parte, también le ha llegado la hora de explotar, con un Antetokounmpo que no descarta ser MVP el año que viene.

Ese orden, Cleveland, Boston, Washington, Milwaukee y Charlotte, con los Raptors también en la pelea por el podio, es lo que proyectamos para el Este.

Las esperanzas del Oeste

Si las alternativas del Este se imaginan con pinzas, las del Oeste, directamente, están sujetas a incidentes no deseables. Mucho y muy malo tendría que pasar para que los campeones Warriors, que han mantenido todo el bloque importante este verano, no hicieran sus cuartas Finales seguidas.

San Antonio y Houston aparecen como los líderes de la rebelión del Oeste. Unos por su canonización en los primeros lugares de la liga —a lo que se ha sumado el interrogante Rudy Gay— y otros por un golpe de volante que ha dado con Chris Paul como piloto de excepción.

Los Rockets no solo se han preocupado de los focos, con Paul, sino que han reclutado también jugadores de equipo: P.J. Tucker, Mbah a Moute, Tarik Black… Y ahora parece que todas sus opciones de respirar en el cogote de Golden State pasan porque llegue Carmelo Anthony, que anhela jugar en Texas. Lo cierto es que, aun con una congregación casi irrepetible como quedaría tras llegar el alero y estrella, los Warriors se antojan inalcanzables.

También para San Antonio, aunque aquí sí que hay pie a la incertidumbre. Las dudas sobre la superioridad de Warriors por encima de la cohorte de Popovich pasan por el primer encuentro de finales del Oeste 2017: siempre que Kawhi Leonard estuvo en cancha, los Spurs agotaron el suministro de su rival y fueron al menos 20 puntos por encima en el marcador. Cuando, tras la ‘archifamosa’ lesión de Leonard en lance con Zaza Pachulia, hubo derrumbamiento y barrida para Golden State (4-0). Esperanza para San Antonio, pues, en forma de que la envergadura de Kawhi nuble la excelencia californiana. Aunque los Warriors de Kevin Durant y compañía ya han sido campeones, eso modifica también las cosas.

Por debajo de los tres presumibles tenores, no creemos en la defenestración de Memphis hasta puestos de impudicia —que sí cree ESPN—, ni que Utah vaya a tener un claro acceso a la postemporada. Timberwolves, Thunder, Clippers y Nuggets sí están llamados a copar el bracket por el anillo.

De ese modo, el inmovilismo en los próximos meses cocinaría un producto a priori similar al de la pasada temporada. Por el momento, a esperar si las posibles cabriolas de Carmelo Anthony y Kyrie Irving cambian el panorama que ahora se intuye.


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