Lo prometido es deuda. Las apasionantes semifinales del Este poseen ya el primer emparejamiento decidido; será entre los dos únicos equipos clasificados con un barrido integral (4-0) en primera ronda de sus respectivas series: Milwaukee Bucks y Boston Celtics.
Sin querer extendernos en un análisis demasiado hosco, la eliminatoria se vende sola, luce de lo más apasionante: la lógica dice que el favorito serán los Bucks pero cuidado con Boston, su metamorfosis de playoffs y con el oficio de todos sus jugadores mejor habituados a momentos de élite.
Para Giannis Antetokounmpo ha llegado el momento de mostrar su madurez y condición de dominador de todo. Después de una temporada regular totalitaria y de pasar la primera ronda de playoffs por primera vez (en su vida), los Celtics son escenario inmejorable para calibrar su candidatura presidencial. Ha dominado todo lo que ha querido hasta ahora, pero el momento donde tiene que extender su legislatura es a partir de ahora.
El griego lidera un equipo élite en ataque, defensa y miles de nichos habidos y por haber; el mejor de la temporada en términos brutos. El récord de los Bucks en el Fiserv Forum de Wisconsin fue además primoroso en temporada regular (33-8). Atendiendo a lo recogido en ese período ordinario, los Bucks apenas tienen puntos débiles, pero si podemos encontrar alguno es su falta de experiencia cuando el oxígeno escasea, en altas rondas de competición.
El oficio de Boston
Precisamente de eso andan sobrados los Celtics, que con Kyrie Irving o Al Horford a la cabeza pueden adjuntar oficio de muchos años disputando la postemporada y sus formas más competitivas. Por ahí podría empezar a ganar la batalla el equipo de Brad Stevens.
Hablando de entrenadores, la partida de ajedrez tendrá imaginario casi ruso; dos grandes dirigentes prestos a atacar las debilidades de su interlocutor y a fomentar sus propias fortalezas. Como que Kyrie y Anteto quieran castigar en emparejamientos favorables o qué zona particular de la cancha querrán nombrar jurado de la serie.
Horford ante Anteto
En la pintura estará gran parte del poso de la eliminatoria, pues se junta el imparable Anteto con un enorme defensor como Al Horford. Cuando se han enfrentado en temporada regular (1-2 a favor de los Bucks) y el dominicano fue defensor primario del griego, la contribución de Giannis se limitó a 8 puntos en un promedio de 20 posesiones por partido. Es poco, sí, recolección escasa. Eso y que el rating ofensivo de Milwaukee descendió 17 puntos (!) de lo que fue normal en temporada regular cuando Horford se encargaba de Anteto. Es como para pensar que ahí puede estar gran parte de la suerte en la eliminatoria. Y puede que vaya a ser así, aunque no como única casilla del tablero.
Importante para Boston será bloquear todo lo posible el espacio disponible de Giannis, pues en transición y entrando a canasta en carrera es imparable. Para eso estarán el propio Horford, el sistema de ayudas que Stevens esté finiquitando ahora mismo y la inestimable molestia que resulta Aron Baynes para el rival.
Boston calza ya metodología de playoffs pues es la mejor defensa de las rondas por el título con 95,8 puntos encajados por cada 100 posesiones. Eso enfrente de uno de los mejores equipos delante y detrás y con un cerebro prominente desde la banda y un jugador único, histórico fisiológicamente. Suena la mar de tentador, apasionante.
Quién favorito
En todo eso y en hasta qué punto aparezcan actores secundarios navegará la fortuna del cruce. La lógica dice que los Bucks tienen las de ganar pero los Celtics llegan con más kilómetros de alta montaña, la mejor versión de toda la temporada (sin ya problemas de espacio y talento) y un Kyrie Irving en plena erupción volcánica.
Qué serie la que comienza en solo unos días. Todo un homenaje a los buenos artes de este deporte.
(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)