Los mejores agentes libres, edición septiembre 2021

Queda un mes para que empiece el curso 2021-22 y los equipos ya han hecho sus grandes movimientos –a la espera de Ben Simmons–, pero ello no hace que la rueda deje de girar. Llega la hora de encarar los training camp y, con ello, cerrar las plantillas definitivas para iniciar la regular season. Los grandes nombres ya tienen equipo, pero siempre quedan piezas interesantes en el mercado que, por cualidades o experiencia, pueden ser un buen encaje para algunos conjuntos en concreto. Hoy repasamos, por posiciones, los jugadores más interesantes que continúan sin equipo.

Bases

Brandon Goodwin: A sus 25 años, Goodwin busca equipo. Tras pasar sus tres primeras campañas en la NBA entre Denver Nuggets y Atlanta Hawks (donde ha vivido sus mejores momentos), el base formado en Florida Coast aparece como una opción más que interesante para quienes desean dar profundidad a su backcourt; tanto es así que en los últimos días se ha conocido que ha estado ejercitándose con Boston Celtics de cara a una posible incorporación para realizar el training camp. La campaña pasada promedió 4,9 puntos y 2 asistencias en 13,2 minutos por noche.

Yogi Ferrell: De más a menos, pero aún con cierto cartel. Yogi Ferrell ha pasado un complicado curso 2020-21. Formando parte de Utah Jazz, Cleveland Cavaliers y Los Angeles Clippers en solo nueve meses, finalmente cerró su participación combinando tales momentos con solo 10 encuentros disputados. Aunque parezca algo olvidado, es un guard que puede aportar tanto anotación como intensidad defensiva. No sería extraño que algún equipo terminase reparando en él.

Jeff Teague: El punto veterano de esta lista lo pone Jeff Teague. En octubre del año 2000 aseguró que quería ir a un equipo en el que pudiese ganar. Firmó con Boston, pero no salió bien y terminó en Milwaukee, donde ayudó a que los Bucks lograsen su primer anillo en 50 años. Ya no es ese jugador veloz que deslumbró en Atlanta, pero su inteligencia sobre el parqué le sigue otorgando un estatus que podría convencer a algún equipo. Como tercer base y jugador de momentos puntuales, aún puede ser efectivo.

Tim Frazier: Ha sonado para completar la plantilla de Lakers, pero sigue siendo agente libre. Con una dilatada carrera NBA de hasta siete temporadas, Frazier es otro chico que extrañaría no ver en algún training camp a partir de la próxima semana. No es un chico que vaya a marcar diferencias, pero sí puede ayudar a cubrir bajas o en descansos puntuales de compañeros. Además, es de sobra conocido lo que puede ofrecer, por lo que no habrá sorpresas; eso sí, viene de disputar únicamente cinco partidos en el curso 2020-21 para promediar 1,6 puntos y 3,2 asistencias con Memphis Grizzlies.

Escoltas

Wesley Matthews: Sin duda el escolta con más nombre de los que quedan libres. En las dos últimas temporadas confiaron en él equipos de la talla de Milwaukee Bucks y Los Angeles Lakers, y curiosamente el campeón respectivo de cada curso fue el contrario. Son ya 34 años, pero aún puede ofrecer un buen rendimiento en minutos limitados. La campaña pasada, jugando con los angelinos, promedió 4,8 puntos y 1,6 rebotes en 19,5 minutos por noche. No pudo ayudarles a superar la primera ronda de playoffs ante Phoenix Suns.

Tyler Johnson: Lejos queda ese verano de 2016 en el que firmó un contrato de 50 millones de dólares con Miami. A sus 29 años Johnson lleva un par de campañas viendo como su juego ha ido a menos; tanto como para estar sin equipo a una semana del comienzo de los training camp. Pese a tal situación, es posible que algún equipo reparé en él. La temporada pasada tuvo un rol reducido, pero en la 2019-20 (sin Kevin Durant, James Harden y con poca participación de Kyrie Irving) estuvo realmente bien para promediar 13,8 puntos en playoffs.

Langston Galloway: Otro caso de jugador que está sufriendo las consecuencias de una floja campaña 2020-21. Formando parte de Phoenix su rol fue tan reducido como para jugar solo 11 minutos por noche (su mínimo en siete años NBA). Ahora se encuentra buscando nuevo destino con el cartel de poder ofrecer trabajo defensivo y un buen lanzamiento de tres puntos, es que el curso pasado se marchó hasta el 42,4%. Es otro jugador llamado a tener al menos la oportunidad de demostrar que sigue valiendo para la Liga.

Damyean Dotson: Es el más joven de los mencionados (27 años), pero no por ello sumaría menos a quien lo eligiese. Llegó a la NBA en 2017 con los Kincks y justo con los neoyorquinos vivió sus mejores momentos llegando a promediar 10,7 puntos en la 2018-19. Ese fue su tope. Un año después no pudo repetir y en Cleveland Cavaliers, equipo que lo cortó para hacerse sitio a Denzel Valentine, tampoco dio un paso al frente. Es un jugador aseado, pero cuyo tiro exterior no termina de convencer.

Aleros

James Ennis: El clásico tres defensivo que todos necesitan. Con siete campañas a sus espaldas, Ennis ha sabido trabajar para mantener su fortaleza a la hora de evitar canasta a la vez que establecía un decente tiro exterior. El curso pasado estuvo realmente bien en Orlando para promediar 8,4 puntos y 4 rebotes con un 43,3% en triples. Son números que podrían convencer a cualquiera. Durante el mes de septiembre se han interesado por su situación Los Angeles Lakers, Chicago Bulls y de nuevo los Magic. Un contrato podría estar al caer.

JaKarr Sampson: Este alero formado en la Universidad de St. John’s no termina de establecerse en la Liga. Parecía que con los Pacers había encontrado acomodo, pero no ha sido así. En Indiana ha tenido oportunidades, pero no ha terminado de convencer. Durante el verano ha sonado para varios equipos, pero por ahora sigue en el paro. Su potencia física es innegable, pero en el apartado ofensivo es limitado. Si un equipo busca un jugador que les aporte potencia en un rol específico, puede ser el elegido.

Justin Jackson: El número 15 del draft de 2017 está libre. Sacramento apostó por él, pero desde su salida en 2019 ha pasado ya por hasta tres equipos. Solo tiene 26 años y aún podría dar un salto en su juego; la cuestión es si eso es suficiente para convencer a alguna franquicia. No es un 10 en nada, pero el 6 te lo da con regularidad. Para completar una plantilla a riesgo mínimo puede ser una buena opción.

Rondae Hollis-Jefferson: Una de las grandes víctimas de la evolución del juego en la NBA. En intensidad, rebote, entrega, energía… En eso sería un fijo en cualquier roster, pero resulta que directamente no tiene tiro. Pese a tal problema, verlo en un equipo que desee tener un perro de presa para defender a jugadores concretos parece hasta lógico. Es de los que pueden salir cinco minutos y cerrar la puerta a casi cualquier rival. Además, actúa tanto de ‘tres’ como de ‘cuatro’. Al igual que otros de esta lista, la pasada campaña supuso un frenazo en su trayectoria al jugar solo 11 partidos con Portland Trail Blazers.

Ala-pívots

Mike Scott: Su tiro puede darle un contrato. Si se trata de jugar small-ball con cinco jugadores que lancen desde fuera, Mike Scott estaría como pez en el agua. Un poco díscolo en ocasiones, lo que no se le puede negar a Scott es que cumple a la perfección con el rol de esperar en la esquina y tirar. En su carrera atesora un 36,2% en triples. Quizás un contender necesite algo más. Philadelphia ha dejado de contar con él tras dos años en plantilla.

T.J. Leaf: Jugador de contextos, a sus 24 años Leaf se ven sin equipo tras cuatro años en los que no ha llegado a despegar. Siendo un fajador de la pintura, su principal fortaleza está en el rebote, pero es algo que apenas ha podido mostrar al jugar solo 8,5 minutos por noche entre Indiana y Oklahoma City. En un equipo con mentalidad defensiva podría encontrar huevo en la rotación.

Ersan Ilyasova: Otro veterano de relumbrón. El jugador turco está sin equipo tras una corta estancia en Utah que no le reportó demasiadas alegrías. Como ocurre con Mike Scott, su tiro exterior es quizás su marca referencial, pero está por ver que algún equipo se acuerde de él. En todo caso, su futuro no corre peligro, ya que tiene gran consideración en Europa. Para un contender que desee incorporar experiencia a su plantilla, sería más que válido.

D.J. Wilson: Puede ser el ala-pívot más completo de los que quedan libres. De físico va sobrado y a la hora de defender no ahorra esfuerzos, y por si eso sonase a poco, tampoco es manco lanzando desde fuera, y es que la campaña pasada firmó un 34,5%. Además, se puede acomodar a jugar de ‘cinco’ en small-ball, lo cual hace que se valor crezca. Con solo 25 años, como poco debería recibir la oportunidad de demostrar que merece un lugar en la NBA.

Pívots

DeMarcus Cousins: El segundo All-Star de esta lista tras Jeff Teague podría dar un nuevo paso en la Liga; eso sí, alejado de aquellos momentos en los que aún había esperanza de que recuperase su mejor versión (o se acercase). En los últimos días se ha hablado de un posible retorno a Sacramento Kings, pero también de que tome un vuelo a China. En anteriores cursos algunos aspirantes al título han confiado en él. ¿Ocurrirá de nuevo? Pese a su descenso de prestaciones, con los Clippers hizo 7,8 puntos y 4,5 rebotes en tan solo 12,9 minutos en pista, firmando además un 42,1% en triples. Ni tan mal…

Bismack Biyombo: Tras 10 campañas consecutivas en la NBA y un total de 702 partidos, Biyombo se ve ahora en la tesitura de buscar equipo a escasos días de que den comienzo los training camp. Siendo un pívot alejado de lo que se exige desde hace años, su punto fuerte es la pintura, donde defiende y agarra rebotes (muchos ofensivos) a gran nivel. Sería una adquisición perfecta para un equipo que desease dar profundidad a su zona con un jugador que sabes al cien por cien qué aportará.

Jordan Bell: Inició su carrera NBA con anillo en Oakland, pero desde ese momento su carrera (golpeada por lesiones) ha ido en línea descendente. Desde que abandonó lo Warriors ha pasado por tres equipos para jugar un total de 35 partidos en dos años. Son solo 26 años y podría ayudar en labores de intendencia (como decía Andrés Montes). ¿Tercer pívot de un equipo? Es posible, pero también ha sonado para dar el salto a Europa y marchar al Virtus de Bolonia.

Ed Davis: Cerramos con un veterano que ha pasado por numerosas batallas. A sus 32 años, Ed Davis ha sido capaz de mantenerse como una pieza interesante a la hora de aportar siempre desde el banquillo. Es otro jugador que no dará un salto importante a ningún conjunto, pero que sí puede otorgar seguridad y peso a la segunda unidad. La campaña pasada jugó 23 partidos con Minnesota para promediar 2,1 puntos y 5 rebotes en 13 minutos por noche.

(Fotografía de Steph Chambers/Getty Images)


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