Los mejores contratos firmados en el mercado de 2018

Tras analizar los peores contratos firmados en la agencia libre del año pasado, toca aprovechar la perspectiva que aporta el paso del tiempo para continuar con el repaso. Esta vez, comentaremos aquellas contrataciones que, por un motivo u otro, más beneficiosas y/o rentables han resultado para las franquicias. Comencemos.

LeBron James

No se puede no mencionar al Rey, aunque sea con muchos matices. Desde luego, a día de hoy, cuesta calificarlo de éxito rotundo: ha sido la temporada con menos partidos disputados de su carrera, su actitud defensiva ha sido cada vez más puesta en duda, no ha terminado de ayudar a los jóvenes a explotar, el rendimiento del equipo ha sido decepcionante…

¿Por qué mencionarlo entonces? Porque, a diferencia de lo que hizo en otras ocasiones, LeBron apostó a largo plazo por los Lakers. Conseguir al alero era ya de por sí un bombazo, pero hacerlo por un contrato de 3+1 es lo que hace de esta operación un triunfo indiscutible. Sí, el primer año no ha funcionado, pero si la franquicia angelina sigue siendo tan atractiva tras tantos despropósitos es, en gran medida, por tener asegurada la continuidad de James dos temporadas más. Ahora, el proyecto se ha reforzado notablemente, y el curso 19/20 deberá suponer el regreso del oro y púrpura a la élite de la competición.

Brook López

El del pívot de los Bucks es el caso paradigmático de contrato redondo para ambas partes. Brook puso rumbo a Milwaukee a cambio de 3,4 millones de dólares, y a base de triples no tardó en convertirse en una de las mayores gangas del mercado, si no la mayor. Como recompensa, el jugador y la franquicia optaron este verano por prolongar su unión cuatro años más, ahora, eso sí, por un salario más acorde (52 millones).

La cuestión es que su llegada a Wisconsin no solo fue un chollo para los Bucks, pues cuesta imaginar un destino mejor para el propio Brook a nivel individual. Convivir con alguien único en su especie como Antetokounmpo ocultó algunos defectos del pívot (especialmente en el rebote), y le permitió jugar completamente abierto, donde demostró sentirse de lo más cómodo y poder ser diferencial. Es posible que de haber acabado en un equipo con un sistema diferente no hubiese destacado tanto y no hubiese salido a este mercado con su figura tan revalorizada.

Montrezl Harrell

Su renovación por dos temporadas a cambio de 12 millones tardó muy pocas semanas en confirmarse como un grandísimo acierto. Si el rendimiento de Harrell durante el curso 17/18 había sido ya más que interesante, el año pasado terminó de explotar como uno de los hombres más efectivos de la competición, y formó junto a Lou Williams una segunda unidad que fue élite de la NBA. De hecho, ambos fueron reconocidos por la Liga al ser nominados para el premio a Mejor Sexto Hombre, que acabó en manos del escolta.

El pívot continuará siendo un chollo para los Clippers durante esta temporada, veremos si ya como titular o todavía como acompañante de Lou desde el banquillo. Sea como sea, si mantiene su nivel (o incluso continúa creciendo), llegará a 2020 en disposición de firmar una cifra notablemente superior.

Joe Harris

Aunque el contrato pudo parecer algo excesivo en su momento, con varios meses de perspectiva podemos afirmar que la continuidad de Harris ha sido todo un lujo para los Nets. Por solo ocho millones al año, Brooklyn garantizó la presencia de uno de los mejores tiradores de la NBA, que terminó de explotar hasta al punto de coronarse como campeón del Concurso de Triples del All-Star.

Más allá de ese trofeo, que puede resultar anecdótico, la fiabilidad de Harris durante todo el curso ha sido de locos. El alero ha lanzado más de 5 triples por partido, y lo ha hecho manteniendo un acierto del más del 47%, cifras que le colocan en la cúspide de la Liga en este aspecto. Si bien estos porcentajes se desmoronaron en playoffs, no hay duda de que fue un complemento de lujo para los Nets y está llamado a seguir siéndolo este año.

Monte Morris

Pocas apuestas tan poco arriesgadas pueden acabar saliendo tan bien. Cuando los Nuggets ofrecieron a Morris un contrato de 4,6 millones en tres temporadas seguramente no imaginaron que el base acabaría rindiendo al nivel al que lo hizo, pues hablamos de un jugador que prácticamente no tenía experiencia en la NBA. Esto, no obstante, no le supuso en absoluto un impedimento para destacar en ella.

Morris ha promediado más de 10 puntos por partido en la que, a efectos prácticos, ha sido su primera temporada en la Liga. Casi sin querer, los de Colorado sacaron a un base suplente de muchísimas garantías, lo que hizo que los malos resultados de la apuesta por Isaiah Thomas apenas tuvieran consecuencias a nivel deportivo. Si Denver puede presumir de tener una plantilla tan profunda sin incurrir en impuesto de lujo es en parte por contar con gangas como él o Torrey Craig.

Jusuf Nurkic

En una época de contratos inflados y equipos pequeños que sobrepagan a jugadores para retenerlos a toda costa, la renovación de Nurkic por los Blazers resultó casi difícil de creer. 48 millones en cuatro temporadas para un hombre que había sido pieza clave del equipo desde su llegada, y que servía de complemento perfecto a la pareja exterior Lillard-McCollum. ¿La consecuencia? El bosnio jugó el mejor baloncesto de su carrera.

Sin embargo, todo se torció el 26 de marzo, día en que sufrió la fatídica lesión que le hizo perderse los playoffs al completo. Su ausencia se prolongará varios meses más, y está por ver cómo afecta esta baja a su rendimiento, pero si vuelve al nivel a que se fue Portland podrá disfrutar durante varios años más de uno de los jugadores más rentables de la competición.

Jerami Grant

Cerramos con Grant, que tras renovar con los Thunder por 27 millones y tres temporadas terminó de consolidarse como un jugador de rotación de lo más eficaz. A base de defensa, versatilidad y recursos para anotar el ala-pívot se hizo con un puesto indiscutible en el quinteto de OKC, y se convirtió en uno de esos hombres que hacen pervivir la expresión “siempre en mi equipo”. Si bien eran otros los que se llevaban los titulares, nunca faltaba su grano de arena.

Este año, será Denver quien disfrute de sus servicios y de su excelente relación calidad/precio. Con Oklahoma fuera de la lista de contenders tras la salida de George, los de Colorado encontraron una oportunidad perfecta para seguir dando profundidad y variedad de opciones a su plantilla, que es ahora mismo de las más ricas de la Liga. Además, teniendo en cuenta que Grant tiene aún 25 años, es posible que su evolución haga que este contrato resulte aún más rentable a medida que vaya pasando el tiempo.

(Fotografía de portada: Jonathan Daniel/Getty Images)


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