Los ‘robos’ del Draft 2020 que pueden ser estrellas

En todos los drafts hay joyas ocultas que brillarán como diamantes algún día, pero pocos son capaces de verlos ahora. Son los típicos ‘robos’ que nadie conoce, capaces de transformar el futuro de una franquicia y llegar a la categoría de grandes estrellas.

Hay casos ilustres como Nikola Jokic, elegido en la segunda ronda del Draft 2014 y ahora consagrado como uno de los mejores pívots de la NBA. O Manu Ginóbili, seleccionado en la posición 57 en 1997 y referencia rutilante de San Antonio durante lustros. Hasta Kobe Bryant, uno de los grandes de siempre, irrumpió en el firmamento de una modesta posición 13. Éstos tres son, tal vez, los Draymond Green del futuro inmediato que saldrán rumbo a sus franquicias este 2020. Hablamos de Jaden McDaniels, Vernon Carey Jr. y Josh Green.

Jaden McDaniels

El número 28 del Draft 2020 seleccionado por los Timberwolves, es quizá es el jugador más talentoso del esta edición. Un exterior de 2,08 que puede triunfar tanto de ‘4’ abierto como de ‘3’. Tiene la capacidad de jugar de espaldas al aro y de alero anotador, no será por falta de opciones. 

Dispone de todas las cualidades para convertirse en el siguiente gran two-way player. Una mecánica de tiro rápida y alta, muy difícil de taponar; un primer paso rápido que le permite superar tanto a jugadores más altos como a más bajos y un control de su cuerpo muy avanzado para su edad. Todo ello le facilita atacar el aro y anotar con contacto gracias sus largos brazos, características que se unen a su buen timing para el rebote y tapón. 

Lo que le lastra tal vez, y por eso le ponen en mitad de tabla de la primera ronda, es su inconsistencia. Esta última y única temporada, en la Universidad de Washington, ha tenido partidos de 19 puntos y 12 rebotes con un 42,9% en el triple. Y a los dos partidos siguientes, sin embargo, quedarse en solo 6 puntos. Por suerte todavía es muy joven, lo que le va a permitir trabajar en los aspectos más mejorables de su juego.

Salvando las distancias, que son muchas, y para ayudar a entender a quién se parece, piensen en Kevin Durant de chaval. 

Vernon Carey Jr.

Elegido en segunda ronda en el número 32, se va a los Charlotte Hornets de Michael Jordan. No es el jugador más agradable de ver, tampoco el mejor tirador, ni el mejor bailarín en la pintura, pero sí que es muy bueno en los pequeños detalles que hacen grande a un equipo. 

Ofensivamente el floridense es un gran jugador en el pick & roll y en el juego desde el poste bajo, de donde vienen la mayoría de sus puntos. Se mueve bien en la pintura y maneja las dos manos con facilidad. A pesar de sus 120 kilos y 2,08 metros, corre muy bien el contraataque por el camino central, algo que pocos jugadores en su posición hacen. Todavía no tiene un tiro consistente ni de dos ni de tres, pero hay una notable mejoría este último año en los Blue Devils de la Universidad de Duke.

Defensivamente es un jugador que puede tener problemas en los cambios, ni es muy rápido ni tiene una gran envergadura. Pero sí que cierra muy bien el rebote y permite salir rápido a su equipo el contraataque.

Los últimos mocks le situaban al principio de la segunda ronda, una zona que no está mal teniendo en cuenta que no es un jugador capaz de abrir el juego, algo muy necesario en la NBA actual. Si Carey Jr. trabaja en su tiro y consigue incluirlo en su repertorio, puede convertirse en un pívot muy interesante para equipos que necesiten un jugador en la posición de center.

Volviendo al juego de las comparaciones, es un Adebayo más lento, pero más corpulento.

Josh Green

Elegido por los Dallas Mavericks en la posición 18, el australiano es uno de los jugadores más completos del Draft 2020. Desde el instituto sus compañeros ya decían que era un “pro”, refiriéndose a su avanzado juego desde muy temprano en el backcourt.

Este último año, su único en la Universidad de Arizona, ha demostrado ser un jugador muy completo tanto en ataque como en defensa, promediando 12 puntos para ser el tercer máximo anotador de su equipo. Con 4,6 rechaces fue también el segundo mejor reboteador de los Wildcats. Y desde la posición de escolta se erigió como el mejor ladrón con 1,5 robos. 

Lo más sorprendente de su juego son los porcentajes de tres, con un 36,1%. Esa efectividad le va a ayudar a ser un gran jugador en la NBA, ya que muchos otros que destacan desde edades tempranas por sus cualidades físicas no suelen llegar al máximo nivel si no trabajan mucho el tiro.

El escolta de Arizona tiene un físico muy favorable para ser una referencia en contrataque y es un muy buen defensor, capaz de encargarse de cualquiera de los 3 exteriores. Otro aspecto a destacar, que le hace ser un prospect muy interesante, es el juego sin balón. Muy pocos jugadores de su edad tienen esa intuición en el juego que le permite ser un arma ofensiva seductora sin necesidad de controlar la posesión. Green puede tener un alto impacto desde el principio en Dallas jugando sin balón, tirando en estático y, sobre todo, aportando en denfensa.

Para terminar con las comparaciones, Green puede aspirar a ser algún día un Jeffery Taylor del Real Madrid o un Jaylen Brown de los Celtics a falta de hornear.

(Fotografía de Abbie Parr/Getty Images)


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