Historias en el barro

La NBA se ha puesto el mono de trabajo.

Tras una mágica noche inaugural, llegó la del miércoles con su habitual parrilla larga. En este caso, 11 partidos que empezaron y acabaron en un total de seis horas. La locura. Pura NBA.

Los que estuvierais por aquí la temporada pasada ya sabréis que no soy muy fan de las noches de tantos partidos. Es cierto que tienen algo especial, y que entretiene mucho saltar constantemente de un encuentro a otro (bendito League Pass) y poder encadenar finales un poco a lo March Madness. Pero la realidad es que resulta imposible consumir el producto entero hasta para los que tenemos la suerte de dedicarnos exclusivamente a esto.

Vamos, es imposible consumir siquiera la mitad de la parrilla: cada partido completo dura entre dos y tres horas, algunos los puedes ver en hora y poco (en diferido, saltando tiempos muertos). Pero, aun así, el día no tiene horas suficientes. Así que elegimos lo que más nos interesa y después acabamos con un popurrí de datos e historias en la cabeza que intentamos ordenar como podemos. Ahí va una muestra:

Los 50 de Kyrie (y el game-winner que no fue), los primeros trucos de Luka, el partidazo de Towns, el debut con victoria de Ricky Rubio en Phoenix, el liderazgo de Ben Simmons, el último cuarto de Nikola Jokic, el 30+20 de Drummond, el regreso de Markelle Fultz, los siete triples de PJ Washington, el prometedor debut de RJ Barrett (y el de Coby White), los 35 fáciles de Markkanen, Donovan Michell y los nuevos Jazz…

Tan brillante y espectacular como inabarcable. La capacidad para generar historias de esta liga no tiene rival. Pero estamos empezando y entre historia e historia hay mucho barro.

Hoy tenía dos partidos marcados por encima del resto: el Sixers-Celtics y el Blazers-Nuggets. Los dos mejores partidos de la parrilla, al menos sobre el papel.

En el primero, hemos visto a dos equipos nuevos peleando contra sí mismos. Muchísimos problemas para atacar (es normal, la fiesta acaba de empezar). Un duelo físico hasta el extremo, constantemente interrumpido por lo que han parecido 635 faltas personales y que se ha terminado llevando el equipo más duro. Ben Simmons ha estado sensacional y Gordon Hayward bastante acertado. El resto, barro.

Las faltas de Sixers-Celtics se han convertido en pérdidas en el Blazers-Nuggets. ¡Ojo al nivel de Whiteside! Un segundo partido en el que, además, nos hemos quedado sin unos 10 minutos de Jokic en la primera parte porque ha cometido tres faltas en los primeros cuatro minutos de su temporada… Lo que os digo, mucho barro. Mucho que carburar.

Aunque el último cuarto del Joker bien vale el precio de una buena entrada. Si tenéis un rato hoy, no os lo perdáis.


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