Yo repito propósito NBA ¿Y vosotros?

Con la fuerza de las narrativas, aparecen también los famosos haters. Disfrutemos antes de que sea tarde…

Hoy se acaba 2018. El año del tercer anillo de los Warriors y de las novenas finales de LeBron. También el año de James Harden, de la unión LA-Bron y de los MVPs europeos y el aterrizaje NBA de Luka Doncic. Y yo, que no soy especialmente sentimental para estas cosas, repito propósito esta noche. El mismo que os conté en la columna que abría esta sección hace dos meses y medio: disfrutemos.

Según avanza la temporada, aumenta la dificultad y el propósito va cogiendo fuerza. La lucha es cada vez más dura. Por eso creo que nos toca repetir esta noche. Me parece más necesario cada día que pasa…

Las diferentes narrativas toman forma con el paso de las jornadas y junto a ellas aparecen los famosos haters. Cada grupo en su esquina, con su equipo, sus favoritos, sus golpes y sus fobias, que crecen al mismo ritmo que las mencionadas narrativas.

Cuando arrancó la temporada, os conté que a mí me había pasado con LeBron. Y que me arrepentiré de aquello hasta que deje de gustarme el baloncesto. También os dije que en Luka Doncic llegaba a la NBA un jugador que iba a poner en jaque al mundo del baloncesto. Y, por desgracia (estaba más claro que el agua), se está cumpliendo…

Me aburre, me cansa, no es tan bueno, habláis de él porque jugó en el Madrid… Seguro que las habéis escuchado/leído todas en estos dos meses y medio. Sabíamos que tocaba, sabíamos que era un jugador que iba a separar a los aficionados en dos grupos. Y no nos equivocábamos… Hay gente que, por unas o por otras, no está disfrutando de uno de los mayores talentos jóvenes que han pisado las canchas en los últimos 40 años… Y, la verdad, es una pena.

No critíco a nadie, eso que quede claro. Porque nos ha pasado a todos en algún momento y con algún jugador. A mí el primero, como os he contado. Y es posible, incluso, que nos vuelva a pasar (aunque espero que no, estaría feo a estas alturas de la película…). Pero sí quiero repetir el consejo/propósito, porque creo que no merece la pena estar al otro lado. De verdad, no merece la pena ‘hatear’.

Me explico. LeBron ya es uno de los más grandes de la historia. Si no lo quieres ver, te lo estás perdiendo. Los Warriors de la era Kerr ya son uno de los mejores equipos de la historia. Y si no lo quieres ver, te lo estás perdiendo. James Harden ya es uno de los mayores talentos ofensivos de la historia de la competición. Una vez más: si no lo quieres ver, te lo estás perdiendo. Y lo mismo pasa con Luka Doncic, que ya es uno de los novatos con mayor impacto tanto dentro como fuera de las canchas (esto último también es importante: no hay que olvidar la parte ‘negocio’ de la NBA). Y, como ya os imaginaréis, si no lo ves (no lo quieres ver…), te lo estás perdiendo. Tú y solo tú.

La NBA es una rueda imparable. Nunca se detiene. Y las temporadas que vuelan, no vuelven. Ahí está la clave del propósito que repito de cara a 2019. Disfruta ahora que lo tienes delante. No te arrepientas, como nos ha pasado a tantos y tantas veces, cuando sea demasiado tarde.

Nos leemos en 2019. ¡Gracias a todos!


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