Y todo sucedió antes del trámite de Navidad, primer termómetro de cualquier temporada en la NBA. Parece que la actual tiene cuatro candidatos más que diferenciados a arreglar la gloria final. Cuatro más el perenne beneficio de la duda que siempre merece San Antonio o quizá el de Oklahoma por el temible «qué pueden llegar a ser» más que el «qué son ahora». Resulta que Warriors, Rockets, Cavaliers y Celtics consiguieron aunar esfuerzos para firmar un hito rara vez observado en la liga y en cualquier competición.
Los cuatro citados equipos se permitieron el lujo de encadenar al menos diez victorias consecutivas en algún tramo de partidos desde el inicio de curso (17 de octubre) hasta el final del año 2017. Este alarde coral de facultades no tiene antecedentes en las últimas ediciones de competición; y que hasta cuatro equipos cumplieran la decena de noches ganando antes de la llegada del nuevo año es una información concluyente sobre el gran potencial de estos equipos respecto al resto.
Boston
Abrieron la veda los Boston Celtics, que impresionaron a medio vecindario con sus 16 victorias consecutivas desde el tercer partido de la temporada. De hecho, una aceleración tal les vale para seguir presumiendo del mejor récord de la Conferencia Este aun en estos días que han empezado a tratar más a menudo con las derrotas.
Los Celtics estuvieron sin caer desde el 20 de octubre hasta el 22 de noviembre, marca que les dio para posicionarse como el 19º equipo con la mejor racha de siempre en la NBA, igualando de paso una precuela obra de los Warriors campeones de la temporada 2015-16. La racha verde, como todos recordamos, llegó después del doloroso impacto de la lesión de Gordon Hayward.
Cleveland
Levantaron también el vuelo los Cavaliers tras un inicio con derecho de admisión para alegrías. 13 victorias seguidas llegaron en fila desde el 11 de noviembre al 6 de diciembre, con LeBron James alcanzando, por el camino, el mejor mes competitivo de su vida en cuanto a estadísticas simples. Eso, agotando los cartuchos de los 32 años como se encontraba en aquel momento.
Houston
Hasta 14 victorias —cruzando al otro lado del país— llegaron los Houston Rockets. Desde el 16 de noviembre hasta el 20 de diciembre, coincidiendo precisamente con el concurso exacto en cancha de Chris Paul, que justo regresaba de una lesión el día que comenzó la dinámica positiva… y se volvió a lesionar la noche que concluyó.
Houston rinde de manera más optimizada, qué duda cabe, con Chris Paul, que ya se ha perdido 17 partidos esta temporada con un balance de 10-7 para su equipo cuando no hace de primer ministro de James Harden. El algoritmo de los Rockets deberá variar en las próximas semanas no obstante, ya que quien se ausentará del equipo (por lesión) será James Harden. La estrella del equipo solo se ha perdido dos partidos en las últimas tres temporadas y media —contando la actual—. O sea, de los 279 últimos compromisos de los Rockets (sin contar playoffs), Harden ha jugado 277. Y de postemporada tampoco ha faltado a ninguno.
Golden State
El cuarto jinete de las galopadas múltiplo de diez son los Warriors. No podían desatender la llamada, pues son el máximo favorito a revalidar su condición de campeón esta temporada. En su caso, la plusmarca fue de 11 victorias consecutivas, del 29 de noviembre hasta el 22 de diciembre.
En la casuística californiana la racha llegó sin ayuda de Stephen Curry, lesionado, ni de Draymond Green en algunos partidos contados. Ya se sabe que la máquina de Oakland asola cuando está al completo pero también puede arrasar con alguna pieza clave estando de permiso. Tampoco podían faltar los Warriors dado que de las tres últimas temporadas, en dos establecieron al menos un récord de más de 16 victorias.
De ese modo, cuatro rachas triunfales que han aflorado en los dos primeros meses de competición, antes de Navidad. Dato del todo inusual en una temporada y a la vez estigma de quiénes son los aventajados (dos por conferencia) para pelear por el anillo.