Quién iba a imaginar que, a estas alturas de la temporada, los Phoenix Suns se encontrarían al borde del precipicio. Tal es así que el potencial riesgo de finalizar el curso en puestos de play-in emerge como el menor de los males para el equipo.
La abultada derrota de este miércoles ante Denver Nuggets supone la octava de los de Arizona en los últimos diez partidos. La 15ª si tomamos como referencia los 20 partidos disputados desde el pasado 6 de diciembre. De ellas, nueve han sido por un margen igual o superior a los diez puntos. Así, no es de extrañar que los de Arizona devuelvan el tercer peor Net Rating de toda la NBA en este tramo.
Los Suns todavía están a tiempo de reconducir el rumbo pues su brillante arranque de campaña les permite mantenerse en la séptima posición de la Conferencia Oeste con un récord de 21-22. Sin embargo, han tenido serias dificultades para superar los numerosos desafíos que se han presentado a lo largo del camino.
El último obstáculo, en forma de plaga de lesiones, amenaza ahora con desmoronar no solo la temporada, sino, incluso, la viabilidad del proyecto. No es ninguna exageración pues aficionados y medios afines a la organización han comenzado a plantear la posibilidad de tomarse el resto del año sabático y abrazar el ‘tanking’.