Ante el inminente comienzo de un nuevo curso hacemos un repaso a los 30 equipos de la competición de cara a la temporada 2017-18 NBA. El campeonato de los Warriors y la confirmación de que Golden State será una potencia durante varios años ha conllevado que numerosos equipos hayan realizado grandes apuestas durante el verano y otros hayan optado por dar un paso atrás.
San Antonio Spurs
Balance 2016-17: 61-21 (2º Oeste, clasificado para playoffs).
Entrenador: Gregg Popovich (22ª temporada en el equipo).
Agentes libres más importantes en 2018: Tony Parker, Kyle Anderson (restringido), Davis Bertans (restringido), Bryn Forbes (restringido).
La plantilla
Altas: Rudy Gay, Joffrey Lauvergne, Brandon Paul, London Perrantes, Derrick White, Darrun Hilliard (two-way contract) y Matt Costello (two-way contract).
Bajas: Joel Anthony, Dewayne Dedmon, David Lee y Jonathon Simmons.
Siguen: LaMarcus Aldridge, Kyle Anderson, Davis Bertans, Bryn Forbes, Pau Gasol, Manu Ginobili, Danny Green, Kawhi Leonard, Patrick Mills, Dejounte Murray y Tony Parker
Así encaran la temporada
Los viejos rockeros nunca mueren. Cuando uno piensa en los Spurs, inevitablemente aparece la sensación de que fuesen el amigo de toda la vida. Ese al que conoces a la perfección. Al que podrías adivinar casi cada gesto cuando está enfadado, contento o cansado. Del que sabes qué esperar a cada momento y tienes claro que no te va a fallar cuando las cosas se pongan feas. Bien, ni más ni menos, esos son los Spurs del señor Gregg Popovich.
El entrenador comienza su vigésima segunda temporada al frente del equipo, con un plantel que se recita de memoria y sin fallo (y porque ya no está el bueno de Tim Duncan), y aspira a las cotas de siempre. No podría ser de otra manera. Porque cuando más se ha dudado de los de San Antonio, ahí han estado para tapar bocas y demostrar que, año tras año, siempre son de los últimos en despedirse de la competición.
El bloque es el mismo. Con un año más encima de los jugadores que ejercen como pilares, eso sí. Anotar no va a ser un problema para un colectivo que ejerce la definición de “equipo” como ninguno; en esa tarea estará como siempre Kawhi Leonard, la gran estrella del equipo, así como los incombustibles Manu Ginóbili y Danny Green —en especial este último deberá mostrar más seguridad en su gran arma ofensiva, los tiros de tres—. Los Spurs han sido líderes en los ratings defensivos durante las dos últimas temporadas, lo que bien invita a pensar que el próximo curso continuarán siendo un equipo de la élite defensiva.
Su pintura sigue garantizada en el ataque con LaMarcus Aldridge y Pau Gasol, aunque necesitarán ayuda de la segunda unidad cuando hayan de manejar con cuidado sus minutos y restricciones. Joffrey Lauvergne puede ser el gran tapado en tal tesitura. El francés aportará capacidad atlética a un equipo que suele sufrir en esas lindes y seguramente vaya ampliando su tiempo en cancha a medida que avance la temporada.
Donde Popovich sorprendió a propios y extraños fue cuando decidió contratar a Rudy Gay. A priori, el alero parece uno de los jugadores de la liga con unas características más alejadas de la tipología de juego que se emplea en los Spurs. Gay, no demasiado acostumbrado a asistir como primera opción, tendrá que olvidar su manía de amasar bola y adaptarse a un sistema que funciona. Si Popovich lo ha elegido será por algo, probablemente buscando mayor capacidad de intimidación en el tiro y desarrollar de una vez por todas su enorme capacidad atlética para las cuestiones defensivas.
La dirección del equipo quizás sea una de sus mayores debilidades. Tony Parker estará fuera de las canchas como mínimo hasta diciembre, y su hueco ha de ser soportado por Patty Mills y Dejounte Murray (y Derrick White), quienes deberán mantener el nivel en el reino del pase extra. La otra tara puede haber sido deshacerse de Jonathon Simmons y Dewayne Dedmon, que dejan al equipo sin dos de los hombres que más aportaban desde el banquillo.
El jugador a seguir
Kawhi Leonard. El alero es el alma de los Spurs. El jugador franquicia desde hace al menos dos temporadas y su nombre estará nuevamente entre los firmes candidatos para hacerse con el MVP. Leonard tiene ante sí una temporada en la que volverá a demostrar por qué es uno de los grandes jugadores que ha dado la liga en los últimos años, siendo el que eleva el nivel de los Spurs para situarlos en la categoría de contendientes.
Su físico le permite ser efectivo en ambos lados de la cancha, descolgándose con partidos donde cada acción acaba con una canasta suya o siendo una terrible pesadilla para los mejores atacantes de la liga. Si está inspirado, cosa que sucede cada vez más noches, es un defensor imposible de rebasar.
El pronóstico
Repito el pronóstico del año pasado. «Sin rodeos: San Antonio es uno de los tres equipos que puede ganar la NBA en 2017. Lo malo para el club tejano es que podemos considerarlo como el tercero de la liga en cuanto a nivel por detrás de Golden State y Cleveland, motivo por el que para lograr conquistar el anillo tendría que deshacerse de Warriors primero y, probablemente, de Cavaliers después. Cosas más difíciles se han visto, pero no apostaría por el sexto anillo de Popovich. Gran temporada regular —las 60 victorias y el segundo puesto del Oeste, pienso— y unos playoffs a cara de perro en los que dependerán mucho del estado físico de sus estrellas internacionales». Para este curso añado que ya no son solo tres los equipos que pueden ganar la NBA y hay que sumar a Thunder, Rockets y Celtics, por lo que los Spurs esta vez tendrán más complicado alcanzar las 60 victorias y acceder a las Finales de Conferencia. Lamentablemente para Popovich y Leonard, San Antonio no tiene tanto potencial en ataque como sus rivales directos y eso hace difícil pensar que tengan opciones reales de superar a plantillas del Oeste como las de Warriors o Thunder.
Anterior equipo analizado: Houston Rockets. Próximo equipo: Golden State Warriors.