Previa NBA 2018-19: Los Angeles Lakers

Previa de la temporada NBA 2018-19 sobre Los Angeles Lakers. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

Los Angeles Lakers

Balance 2017-18: 35-47 (11º Oeste, no clasificados para playoffs).

Entrenador: Luke Walton (3ª temporada en el equipo).

Agentes libres más importantes en 2019: Rajon Rondo, Kentavious Caldwell-Pope, Lance Stephenson, Michael Beasley y JaVale McGee.

La plantilla:

Altas: LeBron James, Michael Beasley, Rajon Rondo, JaVale McGee, Lance Stephenson, Sviatoslav Mykhailiuk (Draft), Moritz Wagner (Draft), Isaac Bonga (Draft) y Travis Wear (contrato dual).

Bajas: Thomas Bryant, Brook Lopez, Corey Brewer, Julius Randle, Larry Nance Jr., Tyler Ennis, Jordan Clarkson, Luol Deng, Vander Blue, Briante Weber, V.J. Beachem y Stephen Zimmerman,

Siguen: Lonzo Ball, Brandon Ingram, Kyle Kuzma, Josh Hart, Ivica Zubac, Kentavious Caldwell-Pope y Alex Caruso.

Así encaran la temporada

La previa de los Lakers se me plantea como un reto que caería simpático a la pluma de Conan Doyle; pues en los últimos días he leído absolutamente de todo. Una polaridad digna de un litro de tequila y un ‘yo nunca, nunca’ entre Charles Barkley y Mahatma Gandhi.

En una pequeña encuesta que hicimos el otro día en Twitter, mi compañero Jorge Roche catalogaba a los Lakers como equipo revelación del año, mientras Mariano Galindo, ni corto ni perezoso, apostaba por ellos como relevo natural de los Warriors y próximos campeones de la NBA. Westgate Las Vegas, números en mano, tasa el título en una probabilidad de 20 a 1; y para rematar, uno de nuestro lectores aseguraba ver más potencial en un LeBron vistiendo los colores de Phoenix Suns que el oro y púrpura de los Lakers. Y yo, en cierto modo, pienso que de entre estas teorías… me quedaría con todas.

Los Lakers vienen de una temporada de 35 victorias y en la que sus mejores hombres fueron un jugador de tercer año (Randle), un sophomore (Ingram) y un rookie (Kuzma). De estos, se ha ido el más cumplidor. Julius Randle, junto con la salida de Brook Lopez, ha dejado el frontcourt titular de Luke Walton a la espera de que alguien lo reclame.

Más allá de eso, todo son, no buenas, sino espectaculares noticias. La primera y más apabullante: LeBron James ha llegado a Hollywood.

La segunda responde a los refuerzos. Rob Pelinka no cayó en la trampa de acumular veteranos a lo loco de los que gustan a LeBron; han sido fichajes todos muy bien pensados.

Un mentor para Lonzo en la figura de Rajon Rondo, un anotador de lujo para la segunda unidad, Michael Beasley, un perfecto finalizador capaz de cerrar la pintura, JaVale McGee, y la cosa más hilarante, paradójica, (y ya veremos si funcional), que podía pasarle a los Lakers tras adquirir a LeBron James; Lance Stephenson.

Y en tercer lugar, el sólo transcurrir del tiempo, que en estos Lakers se trata de un fantástico aliado. Mientras en algunos se traduce en achaques, en el Staples lo hace en linda experiencia. Ball, Ingram, Kuzma, Hart y Zubac. Todos físicamente desinhibidos y en plena tendencia alcista.

No me parece aventurado decir que los Lakers del año pasado, con el simple verano como cómplice principal, habrían tenido evolución y argumentos suficientes para estar, sin traspasos ni compraventas, en la pugna por los próximos playoffs. Obviamente con todo lo que ha llegado, y con el ’23’ en la capital, volver a las eliminatorias es un obligatorio que no entiende de «y sis..»

El tipo de baloncesto que destilará es Staples está por ver. Seguramente lo que implemente Walton en abril poco o nada tendrá que ver con lo que veamos en la demo de octubre. Este equipo está obligado a experimentar, errar, improvisar, recular y mejorar. Los berrinches de James en los tiempos muertos prometen. Mucho que conocerse, mucho que trabajar y algo que no podrán desatender por el camino… mucho que ganar.

El jugador a seguir

Michael Beas… está bien, está bien. Dejamos la originalidad para otra ocasión. Obviamente, por si aún no os sangran los ojos y oídos, hablaremos de él. Porque obviamente cuando el mejor jugador y la franquicia más glamurosa del planeta unen sus caminos, no hay más donde elegir.

LeBron James tiene el inigualable poder, por sí mismo, de alterar por completo las plantillas en las que aterriza. Para lo bueno y también para lo malo. The Chosen One todo lo cataliza y monopoliza. Pizarras —propias y ajenas—, ritmo de partido, juego sin balón, rutinas de gimnasio, entrevistas post partido y handshakes pre partido. Así ha sido en la casi totalidad de su carrera. Pero puede que esto esté a punto de cambiar.

Fruto de la edad, (en diciembre serán 34), el forward de Akron se dispone a algo increíble: va jugar de forward o incluso más pegado al aro. Esto significa que dejará que los bases (Rondo y Ball) hagan de bases. Que el peso del encuentro lo soporten otros, y que quienes le rodean sean mucho más que meros catch and shot players. Esto promete el rey. Se terminó el todos para uno. Lo que luego suceda será o no, pero la adaptación ha comenzado. LeBron James llegó a un acuerdo con Magic Jonhson por cuatro años. No le podrán las prisas, y ante unos Warriors que siguen siendo los favoritos, quiere que le dure el combustible.

Sin duda, los finales apretados seguirán siendo propiedad exclusiva, y el IQ (quizás el mejor de la NBA) no lo perderá por racionalizarlo. Pero este año todo indica que veremos un LeBron James mucho más finalizador que distribuidor. Un killer con y sin balón. Y por una vez en década y media le acompañan point guards (playmakers, no Irving) de primerísima calidad.

Estamos en la antesala de un James que no hemos presenciado nunca. Y no sería descabellado decir que, con quince temporadas a sus espaldas, aún es capaz de sorprendernos con su mejor versión.

La previa de Drafteados

El pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, dará un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada 2018-19.

Lo he dicho varias veces y lo sigo diciendo pese a verle rodeado de jugadores con los que no se sabe cómo va a salir la mezcla: soy incapaz de apostar en contra de LeBron James. En este caso no se trata de valorar si los Lakers serán campeones o no, algo que veo imposible, sino de determinar si accederán a playoffs en un Oeste en el que hasta once o doce equipos podrían ser dignos de ello. Creo que lo conseguirán, pero sin factor cancha, por supuesto.

(En cualquier caso realizar un pronóstico de estos Lakers puede carecer de cualquier sentido si la directiva realiza movimientos de importancia en febrero bien sea porque el equipo no funcione o bien por prepararse aún más para el verano 2019, cosa que puede ocurrir al haber tantos jugadores con contrato de un año).

Anterior equipo analizado: Los Angeles Clippers. Próximo equipo: Sacramento Kings.


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