Previa NBA 2018-19: New Orleans Pelicans

Previa de la temporada NBA 2018-19 sobre New Orleans Pelicans. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

New Orleans Pelicans

Balance 2017-18: 48-34 (6º en el Oeste, clasificados para los playoffs).

Entrenador: Alvin Gentry (4ª temporada).

Agentes libres más importantes en 2019: Elfrid Payton, Ian Clark, Darius Miller, Nikola Mirotic, Jahlil Okafor (team option), Alexis Ajinca.

La plantilla

Altas: Elfrid Payton, Julius Randle, Jahlil Okafor, Tony Carr, Darius Morris, Jarret Jack, Troy Williams, Kenrich Williams.

Bajas: Rajon Rondo, DeMarcus Cousins, Omer Asik, Tony Allen, Dante Cunningham, Larry Drew, Mike James, Jameer Nelson, Jordan Crawford.

Siguen: Anthony Davis, Jrue Holiday, E’Twaun Moore, Ian Clark, Darius Miller, Frank Jackson, Nikola Mirotic, Cheick Diallo, Solomon Hill.

Así encaran la temporada

New Orleans Pelicans y su penúltimo cartucho para evitar que Anthony Davis mande a paseo al estado de Luisiana. Puede ser agente libre en 2020 y quedan dos temporadas para flanquearle del género necesario que alcance a los mejores en el Oeste. Con tal ultimatum, la sensación general en los Pelicans es que han simplificado potencial en verano: véase que se fueron Rajon Rondo y DeMarcus Cousins. Pero hay que llegar al detalle para ver que podría no resultar así necesariamente. La pasada temporada, con el pívot —ahora en los Warriors— New Orleans grabó un récord de 27-21, y sin él 21-13. Contrariamente a la percepción general fueron mejores sin Cousins. Por eso se dictaminó que el pívot no era imprescindible y nadie se volvió loco para retenerle en la agencia libre.

Sin Rondo y Cousins el equipo no es necesariamente peor, insistimos. El gran caballo que seguirán teniendo que domar es que permanecen en el Oeste, atestado de rivales antropófagos, que New Orleans es un mercado pequeño… y que, de nuevo, a Anthony Davis le restan dos años de contrato y después podría irse. El proyecto es, entonces, a dos años.

No dejaron mala impronta los Pelicans el curso pasado. 48-34 en temporada regular, aniquilaron en primera ronda de playoffs a los Blazers y alicataron techo, por segunda vez en su historia, en las semifinales de conferencia. Pasado el verano 2018, vuelven a disponer de material para hacer una gran temporada.

Llegaron jugadores interesantes como Elfrid Payton, Julius Randle o Jahlil Okafor, y todos ellos añaden posibilidades interesantes. El joven base no posee el liderazgo o visión de juego de Rondo, pero su capacidad anotadora es superior (pese a su 32,6% de acierto en triples el pasado ejercicio) y aporta un buen cupo de asistencias por noche. Sus flaquezas respecto a Rondo se igualan con sus virtudes, y también contribuirá a armar una defensa exterior decente. Además, Payton termina contrato rookie y de un buen desempeño dependen sus millones futuros.

Randle, por su parte, multiplica vías en defensa, contraataque y finalización. El ala-pívot precisa menor protagonismo (25 por ciento de usage la pasada temporada) sobre el balón que Cousins y, por citar un guarismo que le favorece, en la liga solo DeRozan, LeBron, Durant y Antetokounmpo presentan mejores métricas en jugadas decididas en los primeros siete segundos de posesión. Puede ser todo un bisonte americano emigrado a los estados del Sur aunque tenga, sí o sí, que mejorar su tiro de media distancia.

Y Okafor —con solo 50.000 dólares garantizados— sigue siendo un número 3 del Draft, tiene 22 años, y como agitador de segunda unidad es candidato a recoger el galardón de Renacido 2018-19.

No obstante, por encima de cualquier incorporación, la salud del equipo reposa en un nuevo avance de Anthony Davis. En los 34 partidos sin DeMarcus Cousins la pasada temporada, Davis estuvo instalado en la residencia mutante de los X-Men: 30,2 puntos, 11,9 rebotes, 2,2 asistencias, 3,2 tapones y 2 robos; aquelarre estadístico sazonado con su bestial 51,4% en tiros de campo. Lejos de sacar la bandera blanca teniendo, de nuevo, la franquicia sobre sus hombros, Davis mostró su hemisferio más indómito.

‘La Ceja’ (25 años) se acerca al instante en el que confluyen edad y mentalidad ideales en un deportista: ha salido elegido en el Top-10 de Sports Illustrated en los últimos cinco años y aparece en algunas quinielas como presumible máximo anotador 2018-19 (y hasta MVP). Ante la baja de Rondo (8,2 asistencias) y Cousins (5,4) tendrá que asumir también mayor papel creador. A priori, estamos ante su mejor año en lo que lleva de carrera.

Necesariamente, las incorporaciones de Randle y Mirotic crean la necesidad de que Anthony Davis se convierta en el cinco del equipo. Ahí es donde más daño puede hacer pese a que su pasado como point guard de instituto le granjee un manejo de balón antinatural para un jugador de 2,11. Davis como referencia interior suministra dos posibilidades muy interesantes de small ball: cada una con o Mirotic o Randle como consortes. Con el hispano-montenegrino el pasado curso trabajó a pleno rendimiento: en los 576 minutos que coincidieron los Pelicans produjeron un +10,3 en su net rating (diferencia de puntos respecto a los rivales, cada 100 posesiones). Y el efecto en el equipo fue colosal: su rating ofensivo (112,4) en esos momentos fue el mejor de la liga, a la vez que se consolidaban como la tercera defensa del momento (101,7 por cien posesiones); ergo, eran una fuerza dominante en la NBA, justo lo que están buscando.

Y demostrado quedó que el dominio interior de Davis es mucho mayor con Mirotic en cancha, pues los tiros de la Ceja en la zona restringida son del 47 por ciento con Nikola como acompañante, y solo 33% cuando no está. Por ahí es por donde perforaron a Portland (4-0) en playoffs, por dentro y con Davis en pleno trancey por donde pueden meter mano a infinidad de equipos de la liga. El factor diferencial es y será Davis y tienen que enfocar la temporada por ahí: a partir de su superioridad total e interior.

Por contra, un comienzo de temporada mediocre podría encender la rebeldía de Anthony Davis y sus prisas por encontrar un nido de victorias diferente. Los enemigos de New Orleans en la temporada entrante beben de muy diversas heridas potenciales, por lo que la mano de Alvin Gentry tendrá que tapar los agujeros más evidentes:

  • La propia conferencia Oeste y su ferocidad.
  • La fragilidad que evidencia el equipo en la posición de alero o en el banquillo, uno de los menos atractivos de la competición.
  • Su debilidad exterior; desde el triple lanzaron con un 36,2% de acierto (13º posición de la liga) la pasada temporada, con 10,2 canastas de tres por noche (18º equipo en ese apartado). Contrariamente a su desacierto exterior, el pasado curso fueron el tercer equipo más anotador (en total) de la temporada regular y el segundo mejor porcentaje de tiros de campo. Ese tino estuvo cimentado, claro, en que casi un 70 (68,%1) de los tiros totales eran lanzamientos de dos. El reto de Gentry es conjugar ese acierto y poderío interior (47% de los lanzamientos del equipo eran dentro de la pintura) con un mayor acierto de tres puntos.

El jugador a seguir

Anthony Davis. Como se ha expuesto a lo largo de todo el texto anterior, la salud de New Orleans reposa en que el volumen de juego de Davis llegue a lo que ofreció sin DeMarcus Cousins el pasado curso. Debe hacerse el mejor cinco de la liga y de su liderazgo en ataque y defensa (puede ser Top-3 en ambos apartados) ha de sobrevivir el proyecto de los Pelicans. Sin su felicidad y consiguiente rendimiento, adiós proyecto y a empezar de cero.

La previa de Drafteados

El pronóstico

Elio Martínez, director de nbamaniacs, dará un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada 2018-19.

Tras admirar a unos Pelicans desatados en la segunda fase de la temporada regular y verles capaces de deshacerse de Portland en playoffs como si tal cosa, apetece comprobar cuál será su rumbo este curso. A priori la baja de Rondo puede hacer daño cuando más falta haga —las eliminatorias—, pero aún así no parece que esa sea la pieza que les haga diferenciales: sus dos grandes rivales son Houston y Golden State y por el momento, salvo una temporada de extraterrestre de Davis, ambos siguen por encima. Con unos Thunder que se presupone que pueden mejorar y unos Jazz al alza, repetir semifinales de conferencia ya podría considerarse un éxito.

Anterior equipo analizado: Houston Rockets. Próximo equipo: San Antonio Spurs.


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