Previa NBA 2024-25 New Orleans Pelicans

Es el turno de publicar la previa NBA 2024-25 de los New Orleans Pelicans. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla ...

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Por David Sánchez

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Es el turno de publicar la previa NBA 2024-25 de los New Orleans Pelicans. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.

New Orleans Pelicans

La plantilla

  • Movimientos en el mercado: salidas de Jonas Valanciunas, Larry Nance Jr., Dyson Daniels; llegadas de Dejounte Murray, Daniel Theis, Jeremiah Robinson-Earl y Javonte Green.
  • Backcourt: Dejounte Murray, C.J. McCollum, Jose Alvarado, Jordan Hawkins, Javonte Green.
  • Frontcourt: Brandon Ingram, Zion Williamson, Herb Jones, Trey Murphy III, Daniel Theis, Jeremiah Robinson-Earl.

Así encaran la temporada

Pocas veces sufrir un 4-0 deja trae esperanzas a quien lo recibe. No es el caso exacto de los Pelicans, que parecieron maniatados enfrente de unos Oklahoma City Thunder que abortaron su parcela ofensiva de forma insultante. Sin embargo, que la paliza se sucediese con Zion. Williamson fuera e inmediatamente después de lo que el ex de Duke es capaz de hacer en escenario de postemporada (el play-in fue el primer partido de su carrera fuera de la liga regular y sin contar el In-Season Tournament), sirvió para señalar con vehemencia las cosas a cambiar de cara a verano.

New Orleans es un conjunto de techo desconocido e inconsistencia infinita. Aún dependientes del emparejamiento que tengan al frente para sentirse candidatos o peregrinos del play-in. Esto lleva siendo así al menos desde la llegada de C.J. McCollum, que supuso el paso definitivo a la seriedad del proyecto. Desde entonces, y han pasado dos temporadas y media, el interrogante del conjunto sureño siempre ha sido el mismo: ¿se puede construir un candidato en torno a Zion Williamson? Y por regular que fuese el pasado curso, al menos respondió con afirmativa firmeza a esa cuestión, pues el All-Star vivió su temporada de mayor disponibilidad física y madurez en el juego. Se hizo evidente lo que ya se insinuaba. Que el equipo funciona mejor cuanto más hace por amoldarse a las virtudes de su máxima estrella.

Esto provoca que, además de serlo con independencia de Zion por su rendimiento en la mencionada debacle ante OKC, Brandon Ingram y Jonas Valanciunas fuesen los principales señalados al término del pasado curso. El pívot por su gusto por acudir al poste bajo y su poco dinamismo ofensivo, facetas que no mitiga su capacidad de tiro exterior y que acaban deviniendo en un pobre espaciado en la pintura que Williamson domina. Ingram por el estilo de juego a fuego lento que propone y por suponer un amasador más de balón sin las suficientes dotes creativas para alimentar a Zion. Lo del lituano se atajó pronto con su salida a la agencia libre y posterior fichaje por los Washington Wizards. Lo de Ingram no.

La obra a medio terminar

Jugador y franquicia llegan enquistados al inicio de la temporada por todo lo que ha pasado y dejado de pasar estos meses. Desde la manifiesta intención de David Griffin y su cúpula directiva de buscar un traspaso que no ha encontrado mercado, hasta el supuesto desplante de Ingram en las primeras sesiones voluntarias del equipo. Hasta tal punto ha llegado el asunto que se hace extraño ver a Ingram vestido de nuevo con la indumentaria de New Orleans en el Media Day.

El alero se ha convertido pues en un elemento temporal a la espera de resolver su futuro. Aún terminando contrato el próximo verano, no ha habido una sola mención a renovación alguna y ese mismo punto es el que seguramente aleje a muchos equipos de tratar de hacerse con unos servicios por los que pedirá un salario cerca del máximo en junio de 2025. Hasta entonces se podrá juzgar su rendimiento y él ya ha dicho que enfocará su juego más a la ejecución exterior, pero siempre con el reverso negativo de suponer un techo de cristal para el crecimiento del conjunto. Que indudablemente pasa por otorgar mayor protagonismo a Herb Jones y Trey Murphy III.

Es con ambos aleros que NOLA ha conquistado todas sus cimas de juego reciente. Jones es ya un candidato perenne a mejor defensor exterior del planeta y, después de un 2023 flojo en ataque, también ha demostrado tener muchos registros ofensivos aunque no se establezca en el 41% de acierto desde el triple del curso pasado. Murphy es directamente el ala ofensiva que toda estrella quiere a su lado. Capaz de amenazar a nueve metros del hierro o reventarlo tras fintar y arremeter contra la zona. Solo la versatilidad de estos dos puede terminar haciendo viable sobrevivir con Zion como cinco. Lo cual, por composición de plantilla, parece una opción más que probable.

Hace poco más de doce meses la plantilla contaba con hasta cuatro pívots y hoy solo Daniel Theis puede ocupar dicha posición con ciertas garantías. Y, a pesar de que es obvio que un sistema ofensivo con Williamson como única referencia interior resulta atractivo, no es un plan sostenible durante grandes tramos de partido. Especialmente en lo defensivo, donde en los últimos días se ha mencionado a Herb Jones como pívot de oficio.

Dicho todo esto es que no se puede analizar con todas las garantías el movimiento más importante del verano. Dejounte Murray es un All-Star, pero necesita de un contexto bastante específico para siquiera plantearse dar ese nivel. El ex de Hawks y Spurs es un jugador que disfruta aglutinando balón, pero al que también se le ha visto gozar en sistemas más dinámicos y regalados al campo abierto. En defensa está lejos de aquel base All-Defense de la 2017-18. Ahora bien, nunca ha sido parte de un sistema tan versátil como estos Pelicans, donde los riesgos que suele (solía) tomar en línea de pase y defensa al bote pueden ser más virtud que defecto.

Todo esto, de nuevo, pierde vigencia en un ataque donde ya hay dos jugadores que necesitan balón más el comodín de McCollum y se carece de un corrector de situaciones interiores en defensa. O lo que es lo mismo, que Murray apunta a donde los Pelicans quieren llegar, pero en cuyo trayecto se han quedado a medias.

El jugador a seguir

Lo lógico, por la temporada que viene de hacer, por lo que se ha leído y escuchado de él en verano y por el permanente asterisco de su salud, es decir que la franquicia nace y muere en las manos de Zion Williamson. Lo cual es totalmente real, pero es difícil quitarse de la cabeza la idea de que la franquicia aún no se ha puesto en posición de lanzarse al vacío con el portentoso talento que tiene entre manos.

Realmente pienso que, a poco que vengan mal dadas, el jugador del que más se va a hablar este curso en los Pelicans será Brandon Ingram. De su salida depende alcanzar el techo del equipo y en NOLA ya han dejado claro con sus acciones que se imaginan un futuro bastante cercano sin él. En cierta parte su caso se asemeja bastante al de Kristaps Porzingis en Dallas, aunque no haya cambio de entrenador mediante.

Igual que los Mavericks con el letón en 2022, los Pelicans seguramente inicien la campaña con la mente puesta en revalorizar a Ingram dotándole de una posición agradable en el sistema que rodeé a Zion Williamson. Él mismo es el primer interesado en encajar lo mejor posible en esta nueva iteración, pues solo así acabará firmando el contrato que quiere a final de temporada.

C.J. McCollum ya ha mutado su forma de jugar para amoldarse a Ingram y Zion. Ahora le toca al único jugador de la plantilla junto a Williamson que ha sido All-Star dar un giro de tuerca para sobrevivir al menos una temporada más. A la espera de que los Pelicans puedan nutrirse de jugadores que ya son ideales para lo que quiere ser el equipo y que no se vean empujados a intentar serlo.

Previa NBA 2024-25 New Orleans Pelicans, pronóstico

Creo sinceramente que los Pelicans son uno de los equipos poco menos que obligados a cambiar durante la temporada, lo cual hace muy complicado el pronóstico. En un mundo ideal este equipo pelearía por el factor cancha y sobrepasaría las 50 victorias. Pero en mi opinión hace falta mucha mejora por sustracción para convertirse en un conjunto que gane partidos sin querer. Les veo un poco por debajo del curso pasado, pero no demasiado. Con 47 victorias van tirando.

Próximo equipo: Phoenix Suns

(Fotografía de portada de Cole Burston/Getty Images)

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