Turno de la previa NBA 2024-25 Utah Jazz. Datos, resultados de la temporada anterior, un vistazo a su plantilla y a sus futuros agentes libres, los objetivos del curso, el jugador a seguir y un pronóstico sobre la franquicia.
Utah Jazz
- Balance 2023-24: 31-51 (12º del Oeste)
- Entrenador: Will Hardy (3ª temporada)
- Agentes libres más importantes en 2025: John Collins (opción de jugador)
- Historia: Los jugadores más importantes de la historia de Utah Jazz.
- La franquicia: El origen de Utah Jazz.
La plantilla
- Movimientos en el mercado: Renovación de Lauri Markkanen. Firma de Drew Eubanks, Patty Mills y Svi Mykhailiuk (aquí todos los movimientos).
- Backcourt: Collin Sexton, Jordan Clarkson, Keyonte George, Brice Sensabaugh, Cody Williams, Isaiah Collier, Johnny Juzang y Jason Preston (dual)
- Frontcourt: Walker Kessler, Lauri Markannen, John Collins, Taylor Hendricks, Drew Eubanks, Kyle Filipowski, Micah Potter (dual) y Oscar Tshiebwe (dual)
Así encaran la temporada
Los Utah Jazz aun no han logrado definir una nueva identidad a pocas semanas de empezar la que será su tercera temporada tras la disolución del dúo estelar formado por Donovan Mitchell y Rudy Gobert. Y el motivo no ha sido, ni mucho menos, la falta de competitividad de la plantilla ni la incompetencia de un Will Hardy que, por su parte, ha demostrado estar más que capacitado para volver a poner a los de Salt Lake City en el mapa de la Conferencia Oeste.
Después de sumar 37 victorias en el curso 2022-23, el pasado lo cerraron con una caída hasta los 31 triunfos. Por segundo año consecutivo, los Jazz plantaron cara durante los primeros meses, pero la llegada del cierre de mercado vino acompañado de la salida de varias piezas importantes, la apuesta por los jóvenes y, en consecuencia, el desplome del equipo hacia la zona baja de la clasificación. Un modus operandi que no pocos aficionados le han recriminado a la gerencia, encabezada por Danny Ainge y Justin Zanik, pues ha dejado al equipo en tierra de nadie: no han rentabilizado a sus veteranos en el mercado, no han exprimido del todo a los jóvenes y no han elegido entre los cinco primeros puestos del draft en sus últimas dos ediciones.
En todo caso, estas campañas sí que han servido para confirmar a Lauri Markkanen como principal estrella del equipo. Las lesiones solo le permitieron disputar 55 partidos, pero mientras estuvo activo mantuvo el nivel que le permitió ser elegido Jugador Más Mejorado en 2023 y All-Star. Por ello, su renegociación y extensión por cinco años y 238 millones de dólares valió no solo para enterrar todos los rumores que avecinaban su traspaso, sino también como muestra de que la franquicia ve en él una pieza fundamental del futuro de la franquicia. El problema, a partir de ahí, es doble: ningún otro jugador de la plantilla es intocable y el propio Markkanen, a sus 27 años, no deja de ser una segunda espada de lujo a la espera de la llegada de ese jugador generacional que lidere al equipo en el largo plazo.
Jordan Clarkson y John Collins han sido los principales focos de atención comercial durante el verano, pero finalmente el mercado para ambos ha sido prácticamente inexistente y no se ha cerrado ningún acuerdo. Algo especialmente sorprendente en el caso de Clarkson, un microondas más que contrastado partiendo desde el banquillo al que, sin embargo, le ha pesado mucho su falta de eficiencia en el último año. Otro foco de conflicto señala a Walker Kessler. Tras una brillante temporada de debut que le abrió las puertas de los Mejores Quintetos de Rookies y de la selección de Estados Unidos que disputó el Mundial, el pívot sufrió un preocupante estancamiento como sophomore. Las razones son varias: desde un encaje inexistente con Collins, hasta una falta de entendimiento con la gerencia por su papel. El futuro de la pintura de los Jazz puede ser suyo, pero si Hardy apuesta por quintetos abiertos, Kessler tendrá que conformarse con seguir saliendo desde el banquillo. Y equipos como los New York Knicks ya se han mostrado muy atentos a cómo se desarrolle su situación en Utah este año.
Dentro del apartado de incorporaciones, la «caza mayor» de Ainge sufrió un duro revés. Ya intentaron cerrar acuerdos por jugadores como Jrue Holiday, Dejounte Murray o Kristaps Porzingis el curso pasado; y este verano vio como se le escapó también Mikal Bridges, su gran anhelo, rumbo a La Gran Manzana. Esto empujó a la gerencia a dar un giro de 180 grados a su estrategia: apostar por completo por el desarrollo de los jóvenes. Con una suculenta cantidad de rondas durante los próximos años, los Jazz seleccionaron en este draft de 2024 a Cody Williams, Isaiah Collier y Kyle Filipowski. El hermano del actual jugador de los Oklahoma City Thunder, Jalen Williams, dejó un buen sabor de boca en las Ligas de Verano, mientras que Collier aterriza como amenaza para los minutos de Keyonte George, quien se mantiene, por ahora, como la gran perla de futuro de los Jazz. Aun así, el mejor guard con el que cuenta actualmente el equipo es Collin Sexton, quien recuperó su mejor nivel el pasado curso, llegando, incluso, a tirar del carro por delante de Markkanen en algunos tramos de la regular season. Por su parte, Filipowski mostró destellos de su versatilidad en cancha en la Summer League y es posible que quite minutos a Kessler gracias, principalmente, a su tiro exterior y juego tras bote.
Lo más llamativo de estos Jazz es que, pese a la incorporación de numerosos jóvenes y de veteranos como Patty Mills, Drew Eubanks y Svi Mhykailiuk, las carencias del equipo no han sido abordadas: no hay un base puro en la plantilla capaz de dar orden al juego —el propio Ainge ya descartó a Keyonte en dicho papel al acabar la temporada— ni se han reforzado las importantes fisuras defensivas del roster. En este apartado, gran parte de la responsabilidad defensiva recaerá sobre el sophomore Taylor Hendricks, quien tendrá que ratificar su potencial como futuro 3-and-D de élite de la competición al medirse, prácticamente cada noche, al mejor anotador rival.
No obstante, la mayor preocupación de los Jazz no se encuentra en la plantilla, sino en las oficinas. El equipo posee demasiada calidad para caer al fondo de la clasificación, pero cuenta con deficiencias demasiado importantes para aspirar a jugar el play-in. Un tercer año en este escenario sería un auténtico desastre, sobre todo si tenemos en cuenta la talentosa camada del draft que aterrizará en la NBA el próximo verano. Y ese debería de ser el objetivo de los Jazz: desarrollar a los jóvenes, dar salida a alguno de los veteranos antes del cierre de mercado, posicionarse para tener una selección Top 5 en el draft y convencer a Markkanen de que el proyecto tiene un futuro claro y definido. No deberían jugar con fuego un año más, pues el premio de Cooper Flagg llevará a no pocas franquicias a tankear ya desde diciembre.
El entrenador Will Hardy será el encargado de manejar este delicado equilibrio entre desarrollo y competitividad. En una temporada donde las prioridades del equipo parecen estar divididas, el técnico tendrá que distribuir los minutos de manera que permita a los jóvenes crecer sin sacrificar del todo el rendimiento colectivo. Es probable que veamos constantes ajustes en la rotación a lo largo del curso, con jugadores moviéndose dentro y fuera del quinteto inicial según su rendimiento y las necesidades del equipo.
En definitiva, la temporada 2024-25 se presenta como otro año de transición para los Utah Jazz. La franquicia se encuentra en una encrucijada, intentando encontrar un balance entre el desarrollo de sus jóvenes promesas y la búsqueda de una competitividad mínima que no puede prolongarse más: es la hora de tomar una decisión. El éxito a corto plazo parece improbable, pero el verdadero objetivo está en consolidar una base sólida que permita a la franquicia volver a competir en lo más alto en los próximos años. La paciencia será clave, tanto para los aficionados como para la gerencia, en un proceso que aún tiene varias preguntas sin respuesta.
El jugador a seguir
El salario de Lauri Markkanen aumentará desde los 17 millones de dólares del pasado curso a los 42 millones que se embolsará esta nueva temporada, fruto de su nuevo acuerdo con la franquicia de Salt Lake City. Hablamos de 25 millones más que el internacional finés estará obligado a justificar prácticamente desde la noche de apertura el 23 de octubre contra Memphis Grizzlies.
El ala-pívot se ha tomado en serio el reto y los primeros vídeos que se han compartido lo muestran mucho más musculado en el tren superior, lo que invita a pensar que se peleará más en la pintura y que tratará de elevar su juego un par de peldaños más. Algo que se echa en falta, pues apenas ha añadido recursos a su juego desde que aterrizó en Utah e incluso presenciamos cómo Collin Sexton asumió mayor responsabilidad que él en finales de partido.
Su nivel actual ya lo sitúan en el tier de All-Star, por lo que los Jazz saben que su suelo ya asegura prácticamente un doble-doble de 20 puntos y 10 rebotes por velada. Además, sus 213 centímetros de altura le permiten lanzar por encima de cualquier defensor, lo que le ha permitido asentarse como uno de los mejores catch-and-shooters de toda la NBA.
Como se mencionó previamente, el futuro de los Jazz señala a incorporar a un jugador generacional al que Markkanen pueda acompañar como escudero de lujo. Mientras tanto, el finés tendrá que echarse el equipo a sus espaldas, también en el vestuario como faro de los jóvenes, hacer sus números y satisfacer el alto estándar de exigencia de la afición de Salt Lake City. Por supuesto, habrá que esclarecer si a Utah le interesa ganar. De lo contrario, es posible que Markkanen vuelva a perderse el tramo final de la temporada.
Previa NBA 2024-25 Utah Jazz, pronóstico
Elio Martínez, director de nbamaniacs, deja un pronóstico personal y subjetivo sobre lo que cree que hará cada franquicia durante la temporada en la previa NBA 2024-25.
Jacobo ha expuesto todo lo que es y lo que no es este equipo. Es una plantilla con jugadores contrastados, jóvenes prometedores, un All-Star con potencial de seguir creciendo y un entrenador de confianza. Escribiendo lo anterior resulta irónico afirmar que pese a todo eso, no estamos ante un equipo candidato a playoffs. El problema es que siguen en proceso de reconstrucción por tercera temporada consecutiva y, por tanto, no pelearán por acabar con un récord positivo. Si nos queremos quedar con una mirada positiva hacia la gerencia hay que decir que siguen en reconstrucción porque buscan crear un candidato al título, no unos Kings-Rockets-Hawks.
- Balance: entre 24 y 29 victorias.
- Posición: 14º del Oeste.
- El máximo al que aspiran: coquetear con el play-in hasta marzo.
- Si se tuercen las cosas: ¿al nivel de Blazers? (No creo que ocurra)
Anterior equipo analizado: Memphis Grizzlies. Próximo equipo: Brooklyn Nets.
(Fotografía de portada de Alex Goodlett/Getty Images)