San Antonio Spurs, la filosofía que sobrevive a Kawhi Leonard

Kawhi Leonard volverá pronto a ser el volante de San Antonio Spurs. Es muy probable que hasta sea esta semana, atendiendo a los principales vaticinios médicos emitidos desde la pasada semana. Uno de los dominadores de la competición regresará después de perderse, por ahora, 27 partidos. Lo que resulta tremendamente noticiable de la ausencia de Leonard es que su equipo, los Spurs, no han notado en exceso su falta en rendimiento colectivo, pues el conjunto de Gregg Popovich ha ganado más del 70 por ciento de encuentros que ha disputado sin su estrella.

Ni mucho menos se han desangrado sin Leonard, su pieza más importante. Esta fórmula resultaría muy difícil de aplicar en cualquier otro equipo NBA: sin su mayor estrella (era uno de los grandes candidatos a MVP en octubre), San Antonio se sitúa como tercer mejor equipo del Oeste, habiendo ganado el 70,4 por ciento de sus partidos. Siete de cada diez, siendo que actuaron en todo momento sin Kawhi Leonard; además de otros jugadores que han ido causando bajas más o menos puntuales.

La cultura ganadora que Popovich ha establecido en San Antonio sobrevive a Kawhi Leonard y casi a cualquier figura. Pocos expertos hubiera anticipado la buena inmunidad de los Spurs sin Leonard, pero a sus espaldas la franquicia cuenta 19 temporadas seguidas por encima de las 50 victorias (sin contar la del lockout de 1998-99, donde solo se disputaron precisamente 50 encuentros). En aquel curso de cierre patronal, el récord de San Antonio fue 37-13, por lo que la proyección a 82 noches también hubiera anticipado una huella superior a los 50 triunfos.

En esta temporada sin Leonard, (19-8 de balance en estos momentos), la proyección es de casi 60 victorias al final de temporada. Eso sin contar con su jugador de rendimiento más extendido en ningún momento, por lo que se podría presuponer una mejora de proporciones desde que Kawhi regresase.

La filosofía Spurs

¿Cómo lo han conseguido? La incógnita no es tal, ya que San Antonio ha aplicado el dogma del que Popovich venía abusando desde su entrada en el banquillo tejano, en la temporada 1996-97. El esfuerzo colectivo predomina en los actuales Spurs, que actúan de manera mucho más conjunta que cuando Kawhi Leonard lideraba el equipo la pasada campaña o la anterior. Precisamente, la excelencia coral que coronó a San Antonio más de un año (2014 ante Miami) y de dos, era inversamente proporcional al ascenso de Leonard: cuanto más dominaba el alero, menor juego colectivo. Y ante su ausencia actual, se ha reseteado el plan, ejerciendo un guión más cooperativo.

LaMarcus Aldridge ha dado un paso adelante en anotación; de 17,3 a 22,7 puntos desde el curso pasado a éste. Muchas más jugadas para él y un sistema mucho más afín a las cualidades y bondades del ala-pívot. De hecho, Aldridge es uno de los nombres propios del inicio de temporada. También se ha suplido la ausencia de Kawhi con la labor de Rudy Gay, a quien se ha lavado la mente en defensa y ataque, ejerciendo ahora como un jugador mucho más proyectado al grupo. Más productivo, efectivo y menos errático.

La recuperación de Gay

«Es una situación en la que tienes que prestar mucha atención a los detalles y es una cultura ganadora. Eso es algo en lo que nunca estuve, y acabas creando malos hábitos. He tenido que volver a educarme. Y tengo que seguir haciéndolo cada día. Es genial. Todo el mundo ayuda al compañero, todo el mundo es responsable, todos estamos en la misma página. Todos tienen algo en mente, que es ganar», describe el propio Rudy Gay (a Yahoo! Sports) de sus primeros meses en San Antonio. En todo momento, está presente el sustantivo plural con alusión al colectivo. Sí, en Rudy Gay, que es otro jugado, desde que se puso en manos tejanas.

Dos cabezas salientes más toda la cohorte de veteranos que nunca dejan de cumplir y sorprender (Pau Gasol, Manu Ginóbili, ahora Tony Parker, Patty Mills, Danny Green); y jugadores no tan habituales que empiezan a arrimar el hombro (Kyle Anderson, Dejounte Murray, Brandon Paul o Bryan Forbes…). Todo eso suma para el 19-9 de San Antonio. En esencia, suplen su mejor individualidad con la fuerza de la experiencia y la cooperación. Pura cultura Spurs y de su militar al mando.

Puede que Golden State barriese a los Spurs en las finales de conferencia 2017, pero queda claro que en temporada regular no hay jugador indispensable en el equipo de Popovich. Para mayor aclaración de esto, en las últimas dos temporadas, el récord sin Kawhi Leonard es de 33-12; proyección ajustada de 60 victorias.

De ese modo, sin uno de los tres mejores jugadores de la pasada temporada, los Spurs trabajan sobre el quinto mejor récord de la competición, idéntico al que tienen los Cavs. Qué no imaginar cuando florezca de nuevo su gran estrella, cualquier cosa es posible en la filosofía ganadora más importante de las dos últimas décadas en la NBA.


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