Steve Nash, otro MVP que se marcha sin ser el mejor

La retirada de Steve Nash, anunciada ayer por el propio jugador, llega para seguir narrando la amarga epopeya de quien consiguió reinar por encima de cualquier jugador pero no ser el mejor. Ganar un campeonato, se entiende. Porque la cima individual la patentó de sobra.

Como otros reyes de la liga antes, el, posiblemente, mejor base que la NBA vio en la década 2000-2010 dice adiós sin haber alzado nunca un trofep Larry O’Brien. Triste, hasta puede que injusto e inmerecido teniendo en la memoria momentos clave. Aunque lo cierto es que pocos aficionados se resistieron a los cantos de sirena de aquellos Suns, los de Nash. Pero también los de Stoudemire y Marion. O los de la mejor pizarra que ha dibujado Mike D’Antoni.

Temporadas repletas —sobre todo la 2004-05, con un 62-20 y siendo el mejor equipo de la fase regular— de victorias, de jugadas relámpago, de ataque, de espectacularidad, de run and gun, o de toda la clase de asistencias que Steve Nash podía imaginar. Phoenix comandaba la competición al ritmo que el base superaba a a todo el mundo con sus pases sin mirar, o su camaradería con Stoudemire y Marion, sobre todo.

Siempre San Antonio

La suerte quiso que uno de los mejores equipos de la década quedase sin premio en todas las tentativas que emprendió. Primero, en las finales de conferencia ante San Antonio, en la propia temporada 2004-05. Fueron los mejores, era su año, pero se fueron sin título.

Al curso siguiente –2005-06–, cedieron el trono del Oeste para ser segundos en fase regular, tras los Spurs, con un récord de 54-28. Volvieron a la final de conferencia, extinto ya San Antonio de peleas, pero volvieron a tropezar, esta vez con Dallas.

Y cómo no recordar la postemporada del 2007, cuando el empujón de Robert Horry contra Nash le costó, seguramente, media semifinal de conferencia a los Suns. Después del altercado que involucró a jugadores de ambos equipos, Stoudemire y Boris Diaw fueron sancionados por invadir la pista durante la tangana. El día de su ausencia, en el sexto partido de la serie, San Antonio se llevó la eliminatoria.

https://www.youtube.com/watch?v=t3LjDlMd12g

Última ocasión

Años más tarde –y con un nuevo patinazo ante los Spurs, en 2008, de por medio– cuando lo mejor había pasado, hubo redención: en los Playoffs del 2010. Phoenix volvió a una final de conferencia, pero, nuevamente, hasta ahí se pudo leer. Los Lakers de Pau Gasol y Kobe Bryant fueron verdugos en aquella ocasión. Y ahí se acabaron los Playoffs para Steve Nash.

Entre muchos intentos, Spurs y finales de conferencia murieron las opciones de título de Nash, todo un dos veces MVP de la NBA–.

Barkley, Malone, Iverson…

Antes que él, no solo leyendas, sino MVPs como Iverson, Malone y Barkley ya se alzaron en despedida sin premio en lo colectivo. Como Nash, fueron reyes de la liga, pero no llegaron a coronarse como los mejores con sus equipos.

Nash es uno de los diez jugadores de la historia de la NBA capaz de ganar dos MVPs seguidos, pero a la vez es uno de los pocos que ha logrado el prestigioso galardón sin el título de campeón.

Karl Malone y Nash son los únicos jugadores de la historia capaces de ganar más de un MVP y no ganar un anillo. Ambos, junto con Charles Barkley, Allen Iverson, Kevin Durant y Derrick Rose son los únicos seis hombres que gan ganado al menos un MVP y no tienen un anillo.

Para el aficionado NBA queda la sensación de que la liga le debía un título al base, ex de Suns, Mavs y Lakers. ¿O no es así?


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