Toronto y su enorme salto en juego de pases

El final de la campaña 2016-17 supuso un punto de inflexión para Toronto Raptors. Tras cuatro años siendo equipo de playoffs y tocar techo en 2016, cuando disputaron las Finales de Conferencia ante Cleveland Cavaliers, el verse barridos en 2017 por los mismos Cavs no sentó nada bien en Canadá. El objetivo ya no era estar entre los 16 mejores, sino dar el siguiente paso, por lo que el general manager Masai Ujiri aseguró a mediados de mayo que necesitaban «un cambio de cultura».

Sin entrar a valorar un giro de timón radical –en ningún caso se puso en duda la continuidad de Dwane Casey–, Ujiri sí señaló que esos nuevos Raptors debían crecer desde un concepto de juego diferente, uno en el que los uno contra uno no se mostrasen como una opción casi irremediable en detrimento de un estilo más colectivo.

Su idea estaba sobre la mesa. Se reunió con el entrenador y éste le trasladó los nuevos conceptos a sus pupilos. Aun así, las dudas seguían en el aire, sobre todo cuando DeMar DeRozan descartó que hubiese cambios drásticos. Se equivocó. En Canadá, sin sustituir los pilares, han construido un renovado sistema que a día de hoy les sirve para ser terceros de la Conferencia Este (18-8) a un solo partido de Cleveland.

¿Cómo lo han hecho? Compartiendo la bola. Tras llevar casi al extremo los constantes aclarados para sus estrellas de backcourt, estos han sido los primeros en dar un paso atrás para involucrar a sus compañeros. El dato más revelador está en las posesiones que gastan ambos; es decir, las acciones que acaban en tiro propio (incluidos los de la línea de personal) o en pérdida.

JugadorPosesiones gastadas 2016-17Posesiones gastadas 2017-18
Kyle Lowry24,9%21,5%
DeMar DeRozan34,2%29,4%

Esas posesiones que no agotan hasta el límite acaban en manos de sus compañeros. En vez de potenciar que sus estrellas tengan la responsabilidad continua de jugarse los tiros, de forma inteligente han utilizado la atención que reclaman en los rivales para hacer que el balón fluya. DeRozan ha pasado de 20,9 lanzamientos por noche a 17,4, mientras que Lowry se queda ahora en 12,2 cuando hace un año promediaba 15,3. Sí, son seis oportunidades más para el resto del equipo.

Salto colectivo

Puede seguir sonando a poco, pero la repercusión en el juego global es irrefutable. Los Raptors han dejado atrás el ser el peor equipo de la NBA en asistencias por partido con 18,5, para situarse ahora en una más que interesante 11ª posición con 23 por noche. La pasan más y la pasan mejor, porque de igual manera son en estos momentos el 4º conjunto en asistencias por pérdida con 1,64, mientras que hace un año eran el 25º con 1,46; estadística en la que incluso superan a los Spurs, un conjunto siempre focalizado en compartir la bola. Y hay más. Han conseguido que el 57% de sus canastas lleguen tras asistencia, y sí, en la temporada pasada también fueron últimos con un 47,4%.

TemporadaAsistencias por partidoPuesto NBA
2016-1718,530º
2017-182311º

En cuestión de meses, y aunque no faltaban los escépticos, Toronto ha logrado dar un enorme salto colectivo. Han pasado del fondo del pozo a una situación que muchos desearían para sí mismos. Los méritos se reparten. Casey ha logrado cambiar un método que parecía innegociable y Lowry y DeRozan han adaptado su juego a ello. Ahora queda por ver si con esta fórmula pueden colarse en la guerra de Celtics y Cavs.

Estadísticas de NBA.com


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