Warriors-Spurs, una esperada serie con un año de retraso

En 2015-16, Warriors y Spurs firmaron una de las temporadas regulares más espectaculares que se recuerdan. Entre ambas franquicias se combinaron para un balance de 140-24, un récord inédito para dos equipos en la misma campaña. Eso sí, su esperado duelo directo nunca se produjo, con la eliminación de San Antonio en semifinales del Oeste ante Oklahoma City, y ni siquiera el otro equipo logró el campeonato, tras la dolorosa derrota a 7 partidos de Golden State frente a los Cavaliers.

Reyes del Oeste

En 2017, ambas franquicias jugarán el duelo que parecía inevitable un año atrás tras eliminar los Spurs a Houston. La lesión de Tony Parker, baja segura para el resto de playoffs, y el impresionante momento de forma de los Warriors (solo una derrota en los últimos dos meses) hacen más favorito al equipo entrenado de forma interina por Mike Brown que lo que hubiera sido en las imposibles Finales del Oeste de 2016.

Curiosamente, el peor momento de la temporada para Golden State llegó ante los Spurs. El 11 de marzo, tras una brutal gira de 8 ciudades diferentes en 16 días y con Kevin Durant recientemente lesionado, los Warriors decidieron descansar a todas sus estrellas en partido televisado a nivel nacional para visitar a San Antonio. Frente a unos Spurs que tampoco contaron con Kawhi Leonard o Tony Parker, el equipo californiano cayó por un rotundo 107-85, viendo cada vez más amenazado su primer puesto del Oeste. Era también su tercera derrota consecutiva.

Imparables desde marzo


La reacción de Golden State tras aquel fiasco aún continúa, ganando 23 de sus 24 partidos siguientes entre temporada regular y playoffs. La única derrota ocurrió en el penúltimo partido antes de post-temporada ante Utah, que recientemente ya descubrió estar a años luz de los Warriors. En el camino, también se tomaron la venganza ante los propios Spurs, imponiéndose por 98-110 en temporada regular pese a no contar todavía con Kevin Durant.

El alero ha vuelto a lo grande, promediando 23,3 puntos (con un 52,6% en tiros de campo y 42,3% en triples) y 8,2 rebotes en 32 minutos por partido. Además, conoce bien la experiencia de eliminar a San Antonio, tras ser con Oklahoma City el verdugo de los hombres de Gregg Popovich en 2016, poniendo fin de paso a la carrera de Tim Duncan.

Una defensa de lujo


Pero los Spurs han dado muestras de estar más que dispuesto a presentar batalla. Tras superar en 6 partidos a dos duros rivales como Grizzlies y Rockets, llega un equipo que junta lo mejor de ambas franquicias: una defensa asfixiante y un ataque torrencial. En lo que llevamos de playoffs, los Warriors han recibido solo 95,6 puntos por 100 posesiones jugadas. De los supervivientes, la siguiente mejor defensa es la de los Cavaliers, encajando casi 10 puntos más (105,9).

Y el ataque no merece mucha presentación. Golden State no ha necesitado más que destellos de su fulgurante ataque, promediando 114,4 puntos por 100 posesiones, inferiores a los 117,0 de Cleveland. Pero nadie duda que, exigidos al máximo, los Warriors tienen mucha más pólvora preparada, con tres jugadores ofensivos de primer orden como el propio Kevin Durant, Stephen Curry o un Klay Thompson algo irregular en esta post-temporada, sumado a un todoterreno como Draymond Green vital tanto para crear juego propio como para destruir el ajeno.

El efecto Popovich


Los Spurs han tenido unos playoffs más complicados, pero a la vez su entrenador Gregg Popovich ha encontrado siempre la forma de salir adelante. Incluso sin su jugador más importante, Kawhi Leonard, San Antonio fue capaz de ganar una prórroga y un sexto partido al final decisivo contra Houston. Con el alero presumiblemente recuperado, pronosticar un 4-0 de Golden State es más arriesgado ante un equipo lleno de variantes y con un banquillo que ha mostrado una solidez especial.

Jugadores como Manu Ginóbili, Jonathon Simmons o Dejounte Murray han tenido instantes de brillantez en los últimos partidos, dando un paso adelante en su responsabilidad ante los problemas físicos de Leonard y Parker. Falta ver si estas opciones son suficientes frente a unos Warriors de arsenal inabarcable, capaces si lo desean de tener a dos All-Stars a la vez en cancha durante virtualmente 48 minutos seguidos sin sobrecargarles de minuto.

Primer asalto: el domingo


De la resistencia que ofrezcan los veteranos e irregulares LaMarcus Aldridge y Pau Gasol en la pintura, y de la forma en la que los Spurs compliquen la distribución de juego de los Warriors (fue una de las claves para derrotar a Houston) dependerá gran parte del resultado de la serie. A campo abierto, Golden State es favorito indiscutible. En las trincheras, San Antonio tendrá opciones. Una fascinante batalla de estilos que arrancará este mismo domingo en el Oracle Arena de Oakland.


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.