Los Ángeles Lakers se han impuesto (114-112) a los Celtics en el Staples Center en un auténtico partidazo que no se decidió hasta los instantes finales. Hacía tiempo que ambos equipos no llegaban tan bien a un enfrentamiento directo con la etiqueta de aspirantes al campeonato. A sus espaldas, un total de 33 títulos para coronar un encuentro que estuvo a la altura de las expectativas. Un duelo con un claro aroma a playoffs que no defraudó a nadie. Jayson Tatum igualó su career-high (41 puntos) pero su exhibición terminaría siendo insuficiente para superar a la dupla formada por Anthony Davis (32 puntos y 13 rebotes) y LeBron James (29 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias).
Los Lakers impusieron su mayor cantidad de centímetros en los minutos iniciales. Anthony Davis y JaVale McGee campaban a sus anchas por la zona rival aprovechando el surtido de balones que les llegaba de LeBron James. Los Celtics tenían serios problemas en la creación ante la ausencia de Kemba Walker, siendo Gordon Hayward (9 asistencias) el encargado de dirigir la nave visitante con la ayuda de Marcus Smart.
Un parcial de 12-3 colocó rápidamente a los de Frank Vogel por delante y el banquillo tomaría poco después el relevo. Unos magistrales minutos de Rajon Rondo, tanto en la dirección como en defensa, lideraron una prolífica segunda unidad en la que también estuvieron muy activos Kyle Kuzma (16 puntos) y Caldwell-Pope, este último en labores defensivas.
Sin acierto exterior por ningún bando, los locales aprovecharon su mayor dominio bajo los aros para abrir una brecha superior a los diez puntos. 22 de los primeros 30 tantos de los Lakers llegaron desde la pintura. Ni Theis ni Kanter eran capaces de frenar a los Davis, McGee o Howard de turno. Grant Williams aportó una mayor intensidad para contener la sangría interior, mientras Jayson Tatum daba comienzo a su particular exhibición. 19 puntos suyos equiparaban las fuerzas antes del descanso, bien secundado por Jaylen Brown y Gordon Hayward. Los Celtics apretaban pero LeBron James se echó el equipo a la espalda para concluir el segundo cuarto con una mínima ventaja de dos puntos a su favor (56-54).
Dos triples de Theis y Smart servían para poner a los Celtics por delante por primera vez en el encuentro. Otros cinco puntos de Tatum obligaban a Frank Vogel a parar el partido ante unos Lakers visiblemente noqueados e incapaces de frenar el vendaval ofensivo del alero. La apuesta se trasladó a la pista en forma de big-ball y constantes dobles defensas ineficaces ante el recital de un Tatum que sumó un total de 18 puntos en el tercer cuarto. Anthony Davis se puso el mono de trabajo con dos triples que evitaban que el partido cayera en las manos de los de Brad Stevens. Nuevamente, los Lakers recuperaron sensaciones coincidiendo con la entrada en pista de Rondo, Kuzma y Caldwell-Pope, vitales para equiparar la contienda al final del tercer cuarto (87-87).
Sin Tatum en pista, Jaylen Brown fue el encargado de liderar el ataque de los Celtics en los primeros minutos del parcial definitivo. Los Lakers retomaron la estrategia inicial surtiendo de balones a los interiores y atacando la pintura con agresividad. Howard superaba en la batalla a Theis, mientras LeBron y Rondo manejaban el tempo del encuentro. El intercambio de canastas entre Tatum (muy vigilado en los últimos minutos), Davis y Brown no conseguía decantar la balanza hacia ningún bando pero un tiro libre errado por LeBron daba un punto de ventaja a los Celtics con 36 segundos por jugar. Rápidamente se resarcía ‘El Rey’ con una canasta y en la siguiente posesión, una pérdida de balón de los Celtics tras un mal pase de Brown regalaba medio partido a los Lakers. A Davis no le tembló el pulso desde la línea de personal y los Celtics se comieron la última posesión para terminar hincando la rodilla en el Staples Center.
(Fotografía de portada de Sean M. Haffey/Getty Images)