Joel Embiid fue el jefe en Charlotte. El pívot de Philadelphia volvió a cuajar un enorme partido para forzar la prórroga, decidir en la misma y dar a los Sixers el triunfo ante un rival directo en la Conferencia Este. Espectacular.
Para ser exactos el center de los de Pensilvania se marchó hasta los 43 puntos, 15 rebotes y 7 asistencias y, lo que es más importante, resolvió en el momento más caliente del choque. Tras un desarrollo de partido en el que ambos tuvieron rentas de hasta 10 puntos, se alcanzó la recta final con plena igualdad, y es que a falta de poco más de un minuto el encuentro estaba empatado a 116. Ahí fue donde Embiid se hizo aún más grande… aunque primero golpearon los Hornets.
Si hay que hablar del interior de los Sixers, tampoco podemos dejar atrás a Kelly Oubre Jr.. El alero lleva algunos partidos a un nivel increíble y anoche firmó 35 puntos con un 6 de 13 en triples. Fue justo uno de esos lanzamientos exteriores el que dio ventaja a los suyos (119-116 a un minutos del final). Los de Carolina del Norte acariciaban la victoria, pero Embiid tenía otros planes. Primero con un tiro libre y justo después con un lanzamiento en juego, el hombre grande de Philadelphia puso el empate con el que terminaron los 48 minutos reglamentarios. Ya en el tiempo extra, firmó seis puntos para batir a Oubre Jr. (hizo cinco) y dar definitivamente una alegría a los suyos por 124-127.
«Es lo que tengo que hacer. Los entrenadores confían en mí para ponerme en esas situaciones. A veces cometo errores, pero siento que estoy mejorando cada vez más en esas situaciones. Simplemente hice las jugadas correctas y acerté algunos tiros», comenta Embiid.
Con la idea de frenar a la estrella de los 76ers, Charlotte optó en muchas ocasiones por doblar la defensa sobre él. Fue inútil. Embiid encontraba su lugar en ataque son facilidad ante unos Hornets que prácticamente jugaron sin pívot. Tobias Harris, escudero de lujo con un doble-doble de 21 puntos y 11 rebotes, explica así el trabajo de su compañero. Es tan dominante ahí fuera, especialmente cuando puede conseguir su posición en la cancha. Es capaz de castigar a un equipo. Le lanzaron diferentes chicos encima, pero es mucho más grande y más fuerte», sentencia.
Charlotte, en cuadro
Un brote de coronavirus tiene fuera de juego a Lonzo Ball, Ish Smith, Terry Rozier, Jalen McDaniels y Mason Plumlee. Son demasiadas bajas para un equipo que aspira a playoffs y que además se enfrentaba anoche a uno de los mejores jugadores de la NBA: Joel Embiid. Justo por ello tiene gran mérito que los Hornets peleasen hasta el final merced al trabajo de los chicos disponibles. James Borrego se muestra orgulloso.
«Ha sido un esfuerzo fantástico. Estoy tan orgulloso como lo estaba de ellos el domingo por la noche (victoria ante Atlanta), diría que hoy lo estoy incluso más. Simplemente se trata de espíritu, de resistencia… Es lo que somos y nada está cambiando. Estamos construyendo, estamos creciendo y tenemos una misión aquí para mejorar, fortalecernos, ser un contendiente y básicamente seguir escalando», sentencia el head coach de Charlotte
(Fotografía de Jared C. Tilton/Getty Images)