Tras una temporada inicial en la que no pudo siquiera debutar en la NBA, Ben Simmons sigue siendo una de las grandes esperanzas de los Philadelphia 76ers. El jugador, de 20 años, fue escogido en el número 1 del Draft 2016 y representa un proyecto de estrella bastante considerable. Y también atípico, ya que siendo un alero de buen tallaje —2,08 metros de altura—, tiene alma de point guard. Y los propios Sixers quieren dar rienda suelta a esa pasión encubierta de su joven jugador.
«Mi intención es darle la pelota y dejar que juegue como point guard. Ése es el plan», reconocía de manera reciente Brett Brown, entrenador jefe de Philadelphia, y se hacía eco el portal NBCsports.
Simmons es afiliado de la nueva corriente rara avis en la NBA. Jugadores sobresalientes en habilidades no tan naturales físicamente para ellos. Sobrado de centímetros y kilos, una de sus grandes destrezas se encuentra en habilitar a sus compañeros para que hagan canasta. Sobre todo su capacidad de pase es la que más estrellas encuentra dentro de su carta de habilidades.
Larry Brown y subir la pelota
Y, de hecho, Simmons será una evidencia más de la transgresora tendencia actual que vive la NBA. Pívots de 2,15 que pueden organizar el juego o jugadores interiores con mayor inteligencia para pasar el balón que la mayoría de bases. Es la nueva era —llegada de la mano de la fiebre por los triples— en la que Simmons tiene asiento reservado desde el año pasado. ¿Pero sus habilidades son suficientes como para hacerlo jugar de base? Una cosa es facilidad para asistir y pasar el balón, y otra bien distinta subir el balón a campo contrario y dirimir una jugada tras un mar de pantallas y testosterona.
«No es un base. Que todo el mundo diga eso es ridículo», dijo toda una voz autorizada como es la de Larry Brown, ex técnico de los 76ers, en la etapa de Allen Iverson.
«Es un base cuando coge la pelota en mitad del campo. Lo es si captura la pelota tras un rebote, porque es un pasador muy contrastado y muy bueno con la pelota. Pero si tiene que botar la pelota y subirla delante de jugadores más pequeños, se limita lo que él realmente es capaz de hacer. Quien diga eso, es idiota», insistía Brown, un ingeniero de hierro en cuyo mejor sistema con Philadelphia cupo la figura del anárquico Iverson.
Bases más pequeños
El mítico entrenador subrayaba su visión de que tener capacidad de leer el juego y pasar no prepara a Simmons para correr cancha arriba y abajo con jugadores más hábiles. «Él es un base en transición. Pero no es un base para correr entre las pantallas. No es un base para subir la pelota; es un gran pasador» recalcaba Brown en su aparición en el programa The Fanatic’s Midday Show.
Para que el aficionado que no le haya visto demasiado hasta ahora, el extécnico de los 76ers comparó a Simmons con grandes figuras que juegan o han actuado como aleros pero que tuvieron una enorme capacidad para organizar el juego. «Nunca es justo comparar jugadores, pero él es un poco como Magic (Johnson), por su altura y su capacidad de pasar el balón. Miren al chico grande de Milwaukee (Giannis Antetokounmpo), a Paul George en cierto modo, a Durant en cierto modo. Ellos sí que se parecen un poco más como Ben y su manera de jugar. No es un verdadero base subiendo la pelota como Kyrie Irving o Chris Paul», concluía Larry Brown.
Por lo pronto, Ben Simmons no actuará en las ligas de verano de la NBA y preparará por su cuenta su asalto al profesionalismo. Recordemos que en la temporada 2017-18 podrá pelear por el premio de Novato del Año, dado que en la menguante temporada actual no llegó a debutar.