«Es parte del negocio». La frase se ha convertido en muletilla para muchos de los jugadores que engrosan las plantillas de la NBA. Normalmente se pronuncia en tono de resignación por la inestabilidad que conlleva poder ser traspasado en cualquier momento. Pero lo que realmente perturba la tranquilidad del deportista son los rumores que asoman en la prensa y cuyos protagonistas suelen ser habituales. Myles Turner y su aparente falta de encaje junto a Domantas Sabonis es uno de ellos. «Si eres traspasado, pues que así sea. Si permaneces en tu organización, sal ahí y demuéstrales por qué te pagan».
Las aguas ya son más calmas para el pívot de los Pacers, pero eso no quita que haya pasado épocas de constante runrún. «Me pasó por primera vez hace tres años. Era como si cada vez que consultase el móvil viese mi nombre en algún rumor de traspaso que se daba por hecho». En casos como el suyo, hay jugadores que se ven afectados por lo que entienden como cierto desprecio. Que se lo digan a Ricky Rubio. Pero a Turner nunca le ha afectado hasta el punto de condicionar su entrega o rendimiento en cancha. «Puede ser estresante para un jugador joven porque piensas que estás asentado en una ciudad y puedes verte alejado de ella de un día para otro» declara Turner en su charla con Michael Scotto en HoopsHype.
El jugador prefiere ser realista y tratar de controlar su propio destino dentro de sus capacidades. «Te lo puedes tomar como algo perosnal, pero al final del día esto es un negocio. La franquicia va a hacer lo que sea mejor para su beneficio sin pensar en tus sentimientos en cierto sentido». Turner se ha acostumbrado tanto al ruido mediático que se lo toma con humor. «Ahora que veo mi nombre en rumores todo el tiempo, es algo rutinario para mí. Es como ‘Oh, ¿Qué hay de nuevo?'»
(Fotografía de portada de Rob Carr/Getty Images)